Qué regalar a tu hijo en su cumpleaños
No críes niños que sientan que necesitan de cosas para alegrarse, que si no tienen no valen, que si no les dan no lo quieren, porque estarás creando un ser humano que olvidará lo más significativo.
Yordy Giraldo
La relevancia y el gusto por hacer una fiesta en los cumpleaños es que el festejado celebra la vida y quienes lo aman, celebran que él exista. Pero para los padres es, incluso, todavía más sensible la fecha, pues más que un cumpleaños es el aniversario de la vida que crearon, por eso para ellos es tan importante festejarlo.
Sin embargo, a veces se exagera en el sentido de que en el afán de hacerlas especiales e inolvidables, las fiestas terminan yéndose de las manos y al final más que celebración es derroche, un derroche al que, en no pocas ocasiones, no tienen la menor idea de cómo hacer frente.
Festejar no debería ser ocasión para el despilfarro, sobre todo porque para los niños lo material no reviste tanta importancia. Es cierto que se les antojan mil cosas, y que todo lo quieren, pero lo que de verdad recuerdan y atesoran es el cariño y la compañía de una familia amorosa, y de tener a su lado tantísimos amigos.
Pensando en eso, quiero compartirles lo que mi experiencia con niños me ha hecho constatar qué son sus verdaderos deseos; esto quizá te permita replantearte la manera en que celebras los onomásticos de los chiquitos de la casa, y que nada tiene que ver con pilas de juguetes cuyo destino seguro será un rincón en el cuarto de los tiliches.
La verdad verdadera sobre lo que los niños quieren
1. Sentirse especiales
Sí de veras quieres que tu pequeño sienta que ese día es importante, entonces pasa tiempo con él, jueguen juntos, cuéntense historias, dale afecto. Y lo que es mejor, no lo limites a un día en el calendario.
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2. Tener muchos amigos
La mejor manera es crear oportunidades para que tu pequeño conviva, haga amigos, se divierta con ellos. Ayúdalo a tener una autoestima saludable, porque de ello dependerá cómo se relacione en el futuro.
3. Que tú juegues con él
No pongas tanto empeño en ocupar sus horas en actividades que sean impuestas, más bien permítele disfrutar su tiempo de la manera que mejor le acomode. Obvio, siempre fomentando lo que sea mejor para su salud física y mental.
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4. Disfrutar su comida favorita
Los padres construimos el paladar de nuestros hijos. De ti dependerá en mucho el tipo de alimentos que le guste consumir. Déjalo disfrutar de eso que le hace salivar de sólo pensarlo.
5. Que no los regañen
A cualquier edad, a nadie le gusta que le llamen la atención por todo, y todo el tiempo. Regálale a tu hijo un poco de esa paz que es no tener a alguien solo pendiente de lo que estamos haciendo. Cuídalo, pero no lo atosigues con reclamos.
6. Una familia unida
Lo ideal es poder contar con una familia que se ame y que esté junta, pero si no puede ser el caso, al menos que los que estén, cuando estén, convivan en armonía, respeto y cariño.
7. Muchas risas
Ríete de sus chistes, enséñale unos nuevos, háganse cosquillas, organicen una guerra de almohadas, disfrácense, no se tomen tan en serio, sácale lágrimas de alegría, y harás esos momentos inolvidables.
8. Sentirse libres
Dales espacio, llévalos al parque, al río, al mar, a convivir con los animales, con la tierra, con el agua, que descubran lo inmenso que es el mundo, y dales la libertad de conocerlo.
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Por supuesto que una rebanada de pastel no hace daño a nadie, que un detalle puede hacernos sentir muy bien, que los globos y las canciones son un lindo aderezo para ese día; pero no críes niños que sientan que necesitan de cosas para alegrarse, que si no tienen no valen, que si no les dan no los quieren, porque estarás creando un ser humano que olvidará lo más significativo de festejar un cumpleaños: estar vivo, y que el objetivo principal es: ser feliz.