¿Qué tiene ‘la otra’, que tú no tienes?

“Para hacer que una lámpara esté siempre encendida, no debemos dejar de ponerle aceite”. Madre Teresa de Calcuta

Yordanka Pérez Giraldo

Cuando estamos en pareja, uno de los miedos más grandes, especialmente en las mujeres, es que nuestra “media naranja” mire hacia otro lado. Y no es que estemos locas: las estadísticas hablan de que no son pocos los casos donde hombres y también mujeres tienen relaciones alternas a las “oficiales”. Cuando esto pasa, nos sentimos además de traicionadas y dolidas, muy confundidas. Entre las preguntas sin respuesta que nos hacemos, una y otra vez, está la siguiente: ¿Qué tiene ella, que no tengo yo? Y hacemos de estas palabras un látigo con el que nos flagelamos, una y otra vez.

Cada cabeza es un mundo, y cada quién tiene sus propias razones, excusas y educación sobre la cual justificar sus acciones. Sin embargo, existen argumentos “estándar” que siempre que surge el tema, ellos dan para responder “qué le vieron a ella” y que ya no ven en nosotras. ¿Qué tienen ellas, que no tienes tú? Por lo pronto, ten cuidado que no sea alguna de estas ocho cosas:

1. Las amantes rara vez dicen no

Si quiere una salida después del trabajo, la respuesta es sí. Que se le hizo buena idea ir a sentarse en el parque a romancear, sí. ¿Quiere que le acompañe con los amigos? Claro que sí. Estas mujeres por lo general están dispuestas a pasar tiempo con ellos, en pocas palabras son las “novias eternas”.

2. Dedican tiempo a sí mismas

Cuidan su aspecto físico, procuran dar siempre su mejor cara y, por lo mismo se muestran siempre frescas, seguras y seductoras.

3. Son independientes

Son personas que con pareja o sin ella, pueden seguir con su vida sin mayor problema. Esto, a los ojos de muchos hombres, tiende a ser atractivo porque les hace sentir que si ella está junto a ellos, es porque le considera especial. Además, puede ser un reto mantenerla interesada.

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4. Representan un escape a la rutina

Esta excusa es competencia desleal, porque es obvio que poco podemos hacer cuando vivimos en pareja para escapar a la rutina: tarde o temprano, algunas cosas serán rutinarias en mayor o menor medida.

5. Siempre prestan atención

Los seres humanos somos de dos tipos, básicamente: los que nos gusta dar amor, y los que preferimos recibirlo. El tipo “recibir amor” es el más común, especialmente en los caballeros, así que sentirse apreciados es una tentación grande.

6. No dan por nada por sentado

Saben que la relación no es segura, por esto, no temen echar mano de todas sus virtudes para mantener la atención. Esto es algo en lo cual las mujeres casadas no prestamos mucha atención, especialmente cuando llevamos mucho tiempo al lado de nuestras parejas.

7. Escuchan todo lo que él tiene para decir

Lo creas o no, tanto hombres como mujeres, disfrutamos que escuchen todas nuestras historias y, si además nos muestran interés en ellas, nos sentimos profundamente halagados, buscando la compañía de quien nos escucha.

8. Ríen

Así de simple. Los hombres gustan de las mujeres desenfadadas, no de aquellas que solo tienen boca para quejarse. Son casi incapaces de no dejarse llevar por un buen chiste, o un buen momento. Por nuestra parte, a las féminas nos fascina un hombre que nos haga reír.

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Es evidente que muchas mujeres pueden darse estos “lujos” de los que hablo arriba porque no tienen una familia o un marido que atender. Sin embargo, algunos de esos atributos alguna vez los tuvimos también nosotras y los dejamos ir porque comenzamos a creer, equivocadamente, que ya no los necesitábamos.

Todo lo que he señalado son obviedades, pero no te equivoques: que sea obvio no quiere decir que lo tengamos presente siempre. Al contrario, así como son las virtudes comunes de los solteros, también son los errores comunes de los casados. Y como dijera la Madre Teresa de Calcuta: “Para hacer que una lámpara esté siempre encendida, no debemos dejar de ponerle aceite”.

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Yordanka Pérez Giraldo

Yordanka Pérez Giraldo, Cubana de nacimiento, mexicana por elección.