Querido, no intentes entenderme, solo compréndeme

Conoce las cosas que toda esposa desea decirle a su marido,sin rodeos y con el corazón en cada palabra.

Adriana Acosta Bujan

“Pero, ¿qué tienes?, ¿qué te pasa?, ¿por qué esa cara?, ¡otra vez vas a empezar a sentirte mal!, ¡No entiendo porque eres así, si te doy todo!” Estos cuestionamientos y afirmaciones, las decía su marido cada vez que ella llegaba a casa. Aunque deseaba ocultarlo, ella reflejaba tristeza en su mirada, en su semblante apagado y en sus ánimos decaídos.

La pareja comenzó a tener más de una discusión al día; ella argumentaba que era feliz y decía que no le pasaba nada, incluso le pidió a su esposo que la dejara sola para poder pensar. Nunca terminaron por ponerse de acuerdo, ya que los dos no sabían controlar sus emociones; en ocasiones se dijeron cosas que lastimaron gravemente sus corazones y alma.

Como era lógico, el matrimonio no duró mucho tiempo, los dos decidieron separarse por unos meses, para poder pensar con claridad. Entre lágrimas, desolación, angustia y tristeza; ella empezó a escribir una carta a su esposo; en esos momentos desconocía si algún día iba a tener la fortaleza de entregársela; sin embargo, la escribió.

Dos mundos distintos con un solo corazón

Querido esposo:

Mi corazón desea expresarte lo que siente en estos momentos. Nunca imaginé que nuestra relación terminaría así, ya que te sigo amando con toda mi alma, como aquel día de verano que nos conocimos. Ahora que siento tu ausencia y extraño tu aroma sobre mi cama, aprendí que los dos cometimos errores que se pueden arreglar, si solo me comprendieras sin necesidad de entenderme.

Somos dos mundos distintos, cada quien piensa diferente, actuamos y nos comportamos conforme creemos es lo correcto; fuimos egoístas, egocéntricos y orgullosos. Muchas veces los dos tratábamos de cambiarnos, sin respetar nuestra esencia e individualidad, esa que nos hace ser únicos y especiales ante el mundo.

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Solo pido que me trates comprender; aunque seamos polos opuestos y tus ideas con las mías se contrapongan, creo que podemos llegar a tener un equilibrio, para recuperar el amor que sentimos y nuestra maravillosa relación.

El gran deseo oculto de las mujeres

Esta historia que te acabo de contar brevemente, la viví muy de cerca, ya que la protagonista era una querida amiga. Sin temor a equivocarme, sé que muchos matrimonios han pasado por dificultades, puesto que las relaciones no son sencillas, siempre existirán distintas ideologías, pensamientos, costumbres o hábitos, que molesten a la pareja en cuestión.

Así como explica el autor del libro “Los hombres son de marte, y las mujeres son de venus”, John Gray, cuando dice que los hombres y mujeres no solo se comunican en forma diferente, sino que piensan sienten, perciben, reaccionan, responden, aman, necesitan y valoran distinto. Pero cuando se logran aceptar las diferencias, el amor florecerá de nuevo.

¿Qué esperamos las mujeres de nuestra pareja?

1 No me cuestiones, solo ámame

Algunas veces desconocemos el origen de nuestras reacciones y sentimientos; puede ser que estemos completamente felices por solo disfrutar el presente, y otras muy tristes. Cuando los cuestionamientos invaden nuestros oídos, simplemente llegamos a confundirnos; incluso, para evitar conflictos decimos que no pasa nada.

Sin embargo, dentro de nuestro ser, existe ese deseo de querer explicar con lujo de detalle lo que pensamos, pero algo nos detiene de no hacerlo, ya que la falta de atención o respuestas las inmediatas, van menguando las ganas de encontrar cierta empatía.

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¡Ámame! Así tal cual soy, con mis estados de ánimo cambiantes; recuerda que tal vez la causa son las hormonas, la monotonía o el cansancio que me hacen ser en ocasiones un tanto complicada.

2 No soluciones mis conflictos, déjame ser

Es de valorar cuando un esposo trata de resolver cualquier problema que su esposa esté experimentando, como si fuera un héroe innato. Pero al hacerlo, se resta importancia a la gran capacidad que tenemos las mujeres para tomar decisiones por nosotras mismas y para resolver nuestros conflictos.

Es válido sentir el apoyo y guía incondicional; de eso se trata el amor en el matrimonio, pero, es fundamental que la pareja comprenda que todas las personas somos seres individuales, que pensamos y percibimos distinto. Por ello se debe de dar libertad de opinión y de expresión.

Querido esposo, al contarte mis problemas, no busco soluciones, solo deseo encontrar un abrazo, un beso, una demostración de amor, ¡Déjame ser!

3 No busques culparme, acepta tus errores

Tal vez, cualquier persona sienta un gran alivio en el alma cuando se encuentra un culpable. Pero en la relación matrimonial, eso no funciona. Se debe comprender que los dos son un equipo y que trabajan para satisfacer sus necesidades para tener un bienestar común. Es válido algunas veces equivocarse al tomar decisiones incorrectas, pero en este caso, la pareja tendrá que asumir parte de su responsabilidad.

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Esposo, deseo que me des la razón cuando la tenga y escuches con atención cuando quiero expresar mis ideas para solucionar los conflictos. Acepta tus errores y continuemos aprendiendo juntos las lecciones de la vida.

4 Necesito tu ayuda más que nunca

Es de comprender que los hombres se dediquen cien por ciento al trabajo, ya que muchas veces ellos tienen casi toda la responsabilidad económica para mantener a su familia. Sin embargo, en la actualidad, algunas mujeres se ven en la necesidad de trabajar y contribuir con la economía familiar.

Hoy por hoy, las mujeres trabajan, crían a los hijos, cuidan al esposo, realizan miles de quehaceres en el hogar (preparar la comida, limpiar, lavar la ropa, etcétera); por lo que es importante la participación de la pareja para que esa carga de responsabilidades y obligaciones se aligere.

Querido esposo, reconozco y valoro tu gran esfuerzo por traernos dinero a la casa, ya que es parte de nuestra estabilidad; pero quiero decirte que te necesito más que nunca, puesto que muchas veces el cansancio me derrumba. Nuestros hijos necesitan de ti, de tu tiempo y amor, recuerda poner a tu familia como tu única prioridad.

No trates de entenderme, solo compréndeme, ámame tal cual soy, acepta mis defectos y debilidades y valora mis virtudes; somos un equipo, los dos tenemos las mismas metas y sueños. ¡Luchemos juntos y disfrutemos de nuestro gran amor!

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Adriana Acosta Bujan

Adriana Acosta estudió comunicación, es madre y abuela, y actualmente se dedica a la enseñanza e investigación a nivel universitario en Puerto Vallarta. Publica sus escritos esperando que ayuden a las personas que leen sus útiles vivencias.