¿Quieres entender a tu hijo adolescente? Aquí hay algunas ideas

En la universidad aprendí lo básico sobre adolescentes, pero he aprendido mucho más en la interacción con ellos: tienen necesidades, inquietudes y formas de ser más interesantes de lo que dicen los libros.

Paola López Martínez

Entre aplausos, risas, gritos de júbilo, birretes y una reseña fotográfica que me hizo llorar, se llevó a cabo la graduación de la clase 2014. El día esperado por los graduados llegó, que de un salto dejan de pertenecer al grupo de niños para dirigirse a toda prisa al de adolescentes. Los padres, orgullosos, toman fotografías, intentan mantener intacta para siempre la fisonomía de sus pequeños; los tutores estamos orgullosos de ver crecer a nuestros hijos espirituales, y los adolescentes experimentados los reciben con un abrazo y les prometen llevarse muy bien.

Tengo la fortuna de participar en ambos grupos: desde hace dos años, mi esposo y yo somos maestros de clase dominical de niños de 10 y 11 años y, con base en esa experiencia, desde hace seis meses tenemos a nuestro cargo el grupo de adolescentes. Pocos tenemos el privilegio (además de paciencia y amor) para impactar a los adolescentes transmitiéndoles experiencias, dinámicas y actividades divertidas que les ayudan a conocer de manera profunda a Jesucristo y a fortalecer su relación con él.

Cambios en el cuerpo y en la mente de los adolescentes

En la universidad aprendí lo básico sobre adolescentes, pero he aprendido mucho más en la interacción con ellos: tienen necesidades, inquietudes y formas de ser más interesantes de lo que dicen los libros. Y justamente para esta graduación me pidieron que diseñara un folleto informativo dirigido a los padres de estos chicos (ya no puedo llamarlos niños, psicológicamente han dejado de serlo y se niegan a que los sigan tratando como tales). La instrucción fue que escribiera basándome en la experiencia de trabajar con ellos, y fue un gran reto porque no quise basarme en lo que todos ya sabemos: sí, su cuerpo y cerebro crecen y se desarrollan y por eso hay tantos cambios. Lo que realmente quise trasmitir –y ahora me complace compartir contigo– es lo que los adolescentes quieren que nosotros sepamos acerca de ellos, y por tal motivo hice una recopilación de lo que he escuchado. Te invito a que lo leas como si tu hijo te lo estuviera leyendo de viva voz:

Los adolescentes somos energía pura

En esta etapa descubrimos nuevas sensaciones y nuestras emociones se vuelven intensas, por lo que es un buen momento para que nos enseñes a controlarlas. Somos inquietos, siempre estamos ideando cómo encontrar la manera de divertirnos, y nos gusta hacerlo a través de la música, bailar, jugar, celebrar y cantar.

Necesitamos sentirnos aceptados

Aunque a veces actuemos de manera contraria, creemos en el amor y anhelamos tener una buena relación con nuestros padres y que ellos nos amen y acepten como somos.

Nos disgustan las dudas

Buscamos respuestas concisas y concretas, sin tabúes; por ello te pido que seas tú quien las resuelva, no esperes a que vaya a otro lugar, no me niegues lo que quiero saber y mucho menos me mientas.

Nuestra opinión cuenta

Queremos ser escuchados y apreciados: nos sentimos importantes si nos damos cuenta de que tenemos valor, de que se nos cuida, se nos escucha y se nos aprecia.

Construyendo nuestra identidad

Queremos descubrir aquello por lo que estamos aquí y la esencia de lo que somos realmente. Ayúdanos a reconocer nuestras habilidades y fortalezas; creemos que en hacer las cosas que nos hacen disfrutar y ser felices encontraremos nuestro propósito y cumpliremos nuestros sueños.

Amigos para toda la vida

Sí, la familia es importante para nosotros, pero también nuestros amigos, no existe competencia, no te enfades si quiero estar con ellos. Necesito cómplices para compartir experiencias, necesito alguien con los mismos ideales que yo. Quiero mantenerme comunicado con ellos a través de mi teléfono móvil, de las redes sociales, supervísame y ayúdame a usarlos de forma correcta.

También nos preocupa ser alguien en la vida

En ocasiones parece todo lo contrario, pero en el fondo vemos la vida con seriedad y queremos cumplir nuestras metas. Soy capaz de reflexionar y juzgar, y si me ayudas puedo desarrollar mejor estas capacidades. Suena ilógico, ya que soy capaz de tomar buenas decisiones pero no soy un experto, aún no soy adulto, y no esperes a que actúe como tal.

Así como a ti a mí también me impresiona la forma de pensar de los jóvenes de hoy. Cualquiera creería que no tienen objetivos o que esta etapa es pura rebeldía, pero la verdad es que buscan encontrar el sentido de su vida, por eso la importancia de que tú como padre te actives: acompáñalos, motívalos, ayúdalos a ser mejores cada día. Y si me permites un consejo: te invito a que lo hagas de la mano de Dios. Él te proveerá de amor, paciencia, prudencia y tolerancia, para que juntos vivan la adolescencia como la mejor etapa de sus vidas.

Paola López Martínez

Soy Licenciada en Psicología por la Universidad Autónoma de Tamaulipas y tengo dos diplomados, uno en Orientación Familiar y otro en Asistencia Social y Voluntariado y desde hace un año doy terapia psicológica mi email es plopezmtz@hotmail.com