¿Quieres que tu hijo te respete o te tema?
Más que obedecer ciega mente y sin cuestionamientos, un hijo debe honrar a su padres con amor y respeto.
Erika Patricia Otero
El padre de mi sobrino es un hombre de un temperamento y un carácter difícil. Es de esas personas a las que no se le puede llevar la contraria porque se enoja. En pocas palabras, siempre tiene la razón y se hace lo que él quiere.
Hace unos días llevó a mi sobrino a comprarle ropa. El niño tiene 13 años y tiene gustos particulares para vestir; digamos que tiene bastante estilo. No le gusta la ropa ajustada ni muy abrigada. Tampoco gusta de usar los pantalones entubados que muchos muchachos visten ahora. Le gustan los colores vivos pero que combinen.
No sé qué pudo ocurrir entre ellos ese tarde de compras; lo que sí sé es que mi sobrino llegó muy frustrado y llorando. Fue abrirle la puerta y que entrara y se pusiera a llorar. Él tiene síndrome de Asperger, y el trato con ellos es diferente al de una persona “normal”.
En un principio no quiso decir qué le había pasado, pero conforme se fue tranquilizando lo dijo. Básicamente su papá se impuso y compró la ropa al estilo que él vestiría, y no al gusto de mi sobrino. Esto hizo que el chico -que no tiene una alta tolerancia a la frustración- se enojara mucho.
Cuando mi hermana abrió la bolsa de las compras, encontró que el muchacho tenía razón para estar molesto. Lamentablemente, no fue solo eso lo que ocurrió. Palabras más o menos, esa tarde mi sobrino se vio enfrentado a una actitud imponente por parte de su padre; la misma que hizo que mi hermana no quisiera vivir más con él.
El problema es que situaciones de ese tipo se vienen sucediendo desde hace tiempo. Debido a esto él no quiere volver a ver a su papá.
El respeto de los hijos hacia los padres como mandamiento
Todos en algún momento de nuestra vida escuchamos hablar de los mandamientos de la ley de Dios. Pues bien, el cuarto mandamiento dice: “Honrarás a tu padre y a tu madre”. Considero que es una regla que enaltece la labor de los padres, su entrega y sacrificio.
Sin embargo, y siendo francos, algunos padres realmente se equivocan mucho con sus hijos. Es claro que ninguno de nosotros nace con un manual que indique cómo tenemos que criar a los hijos. No obstante, hay parámetros a los que nos podemos remitir y evitar cometer los mismos errores que cometieron con nosotros.
Es decir, si fuiste un niño maltratado, lo natural es que no quieras tratar a tus hijos de igual manera. Vas a cometer errores al criar a tus hijos, eso no lo dudes. Sin embargo, hay una diferencia, y es que no serás un padre estricto, serás uno sabio que reconoce con humildad que se equivocó.
¿Deben los padres disculparse de sus errores con sus hijos?
A mi modo de ver, sí. Es importante que los hijos pidan perdón a sus padres por sus fallas; aun así, es justo que los padres hagan lo propio.
¿Por qué? te preguntarás. Simple, los hijos aprenden tanto de la disciplina como del ejemplo que dan sus padres. Si desde que tu hijo es pequeño ve que te disculpas con tu pareja por llegar tarde o perder algo, él o ella interiorizará ese comportamiento. El niño será testigo de que tú, aunque eres su ídolo, también te equivocas y reconoces tus errores.
Con esto le enseñas varias cosas:
Primero: el niño aprenderá que como padre le respetas. Reconoces que es tu hijo, pero también un ser humano que merece respeto.
Segundo: Le enseñarás que en la educación sirven más inculcar que tú mereces ser respetado y no temido.
Aprendidas estás dos importantes lecciones, estarás preparando a tu hijo para respetar y pedir a los demás ser tratado de igual manera.
Los hijos no deben tener miedo de los padres
Enseñarle a tu hijo a que te tenga miedo es muy fácil. Basta con un grito, un trato estricto y que te niegues a escuchar explicaciones, y la tarea estará hecha. El problema es que tu hijo a la larga terminará alejándose de ti. Va callar cuando le hables y creerás que lo hace por respeto, pero nada más lejos de eso.
Estoy segura que no deseas que tu hijo te tema y se aleje. Lo que todo padre anhela es tener una buena relación con su hijo adulto, que vaya a visitarle y le busque en busca de consejo. Para lograr ese tipo de relación es muy fácil: cambia tu manera de actuar, sé humilde, reconoce tus fallas y ábrete al diálogo. Te aseguro que estos serán los pasos más firmes que un padre puede dar si lo que quiere es ser amado y honrado por sus hijos.
Sé que probablemente fuiste criado con la creencia de que tus hijos debían venerarte sin cuestionar nada. Aun así, te invito a que reflexiones qué tipo de relación tienes ahora con tus padres.
Responde esta pregunta: ¿Eres cercano a tus padres ellos o pusiste distancia?. Si no es así te felicito, pero si es así y no deseas que pase con tus hijos, entonces aún estás a tiempo de cambiar tu proceder. Comienza a tratarlos como tu hubiera gustado ser tratado y puedo asegurarte de que la relación que tendrán será de amor, unión y respeto.