Reducir el presupuesto para la comida es cosa de planeación y ahorro
Algunas cosas en tu presupuesto tienen espacio para el balance y otras no. La comida es un área donde tienes espacio para economizar. Reducir el presupuesto para la comida es cosa de planeación y ahorro.
Becky Rickman
Ciertos pagos en nuestro presupuesto son fijos. No cambian mucho, si no es que nada. Estos incluyen: la hipoteca o la renta, la mensualidad del automóvil, la prima de seguro, la energía eléctrica, el agua y cosas similares. Hay algunas categorías en el presupuesto, sin embargo, que tienen espacio para el balance. Una de estas es la comida. Planeando por adelantado lo que se va a preparar y lo que se va a comprar de manera inteligente, puedes ahorrar mucho en tu gasto en alimentos y utilizar ese dinero en otras cuentas, o ahorrarlo.
Te comparto entonces algunos consejos ahorradores para hacer las compras de una forma inteligente:
Un menú es indispensable
Planear un menú y apegarse a él es una manera de reducir tus gastos alimenticios. Escoge comidas que a tu familia le gusten —puedes añadir también unos cuantos experimentos para ampliar sus horizontes culinarios—, pero pon todo por escrito. Pega el menú en el refrigerador con una cubierta plástica, de manera que todos tengan en cuenta el plan de alimentación. Añade una sección para las botanas, a fin de que los pequeños sepan lo que pueden tomar y no esculquen algo que está planeado para una comida. Como resultado de saber lo que van a comprar y comer, te ahorras el estrés de estar pensando qué preparar después de un día ocupado, o el tener que realizar múltiples viajes a la tienda. Tus comidas son más razonables y no compras más alimentos de los que necesitas, con la consiguiente posibilidad de que se echen a perder y desperdicies.
Carga con la calculadora en el supermercado
Se hace más y más difícil discernir el costo de las cosas porque unos precios de los artículos se calculan por las onzas (gramos), y otros por unidades. Tener tu calculadora a la mano te permite sacar el mejor provecho de tu dinero.
No te enganches con el tamaño jumbo
Con frecuencia, los grandes paquetes king size ofrecen mejor precio por onza que comprando el paquete pequeño. Obsérvalos en su precio real.
Compara antes de comprar marcas de la tienda
No escojas productos etiquetados con la marca de la misma tienda de una manera automática pensando que van a ser menos caros. A menudo existen descuentos mayores en marcas comerciales cuando salen a la venta.
Utiliza los anuncios
Si vives en un área donde hay múltiples opciones cercanas, compra los anuncios de las tiendas y úsalos cuando decidas el menú. Si el pollo está a la venta en una tienda X y el brócoli está a la venta en la tienda Y, ve por lo que necesites en cada tienda. Luego pon en el menú la cazuela de pollo y brócoli. Si tienes que viajar grandes distancias entre las tiendas, tendrás que decidir si solo vas a la tienda que tiene más ventas esta semana, o no.
Cupones
Si necesitas mucha comida preparada, busca los cupones. Con frecuencia una suscripción al periódico se pagará por sí misma con el ahorro en alimentos. Considera empezar un club de intercambio de cupones con amigos. Busca tiendas que dupliquen los cupones y compra en los días que lo hacen.
Reduce el gasto en carne
Usar la carne para condimentar tu comida es de verdad una opción más saludable. Agrega sopas, cazuelas y guisados en el menú para ahorrar un poco con la opción de la carne y dos raciones de vegetales.
Regresa a lo básico
Dales a probar a tus hijos y a tu pareja cereal caliente en lugar de frío. Es más saludable, más cercano a su estado natural y mucho menos caro que el frío. La antigua y pasada de moda avena es una elección grandiosa. Si preparas lonche, haz emparedados de crema de cacahuate y mermelada en lugar de los caros de carnes frías y quesos. Inclínate por zanahorias baby, apio y crema de cacahuate para botanas después de la escuela más que opciones empacadas individualmente. Preparar tus propias palomitas en una cazuela grande es más delicioso y tienen menos costo que las palomitas de microondas o las papas fritas.
Planea tu menú según la temporada
El precio de muchas cosas varía debido a las distintas épocas del año, según cómo se producen. Opta por vegetales enlatados o congelados cuando están fuera de estación y frescas durante el verano y el otoño.
Compra en línea
Hay compañías en línea que permiten ordenar artículos al mayoreo con un gran descuento. Si no crees que puedes usar 100 libras de harina o 25 libras de almendras, forma un grupo de compradores y divídanlos. Las especias en particular son mucho más baratas al comprarlas al mayoreo y ponerlas en pequeños recipientes. Navega en internet y ve qué se te ocurre.
Sé precavida con las tiendas mayoristas
Haz una lista si compras en los grandes almacenes. Conoce los costos de los artículos en tu tienda de abarrotes. No siempre ahorras mucho comprando allí, entonces, ten un ojo perspicaz y compra inteligentemente.
Revisa tu carrito
Antes de pagar, revisa tu carrito una vez más y ve si hay alguna compra impulsiva por ahí.
Abastécete
Cuando encuentres algo con un verdadero y gran descuento, abastécete y agrégalo al menú por un tiempo. Las tiendas algunas veces tienen mucho producto y te darán un precio excelente. También, investiga si una tienda te descontará un artículo si compras en ese caso. He tenido éxito con eso y no pierdes nada con preguntar.
Cultiven en casa
Decídete a empezar un pequeño jardín el próximo año. Si dispones de algún espacio en tu jardín, cultiva. Y si no tienes espacio, usa una maceta. Las legumbres son algo grandioso para que tus niños cultiven y te ahorrará una fortuna en condimentos. Incluso un tomate será de gran ayuda.
El dinero que ahorres en comestibles puedes guardarlo para algo que necesiten o hasta para vacaciones en familia. Observa cuando gastas menos, y ahórralo. O usa el saldo a favor para comprar artículos no perecederos que puedas almacenar para los tiempos difíciles. Transfórmalo en una aventura divertida e involucra a los niños de manera que aprendan a ser consumidores más inteligentes.
Traducido y adaptado al español por Myrna del Carmen Flores, de 14 ways to cut your food budget, de Becky Rickman.