Relaciones tóxicas: algo de lo que tú debes enterarte
Muchas personas son infelices en su relación de pareja porque no saben que se encuentran viviendo una relación tóxica ¿Sabes si es tu caso también?
Camila Ignacia Gómez González
Las relaciones tóxicas
Es frecuente que en Internet encontremos preguntas respecto a las relaciones de pareja: qué hacer para poder mejorar, cuándo terminar, cuándo darse una nuevo oportunidad y tantos otros temas son seguramente los más consultados en los diferentes portales que existen sobre el tema. Sin embargo, pocos de ellos hablan acerca de las relaciones tóxicas que muchas personas están empecinadas en mantener, pagando un precio que es difícil dimensionar: la felicidad. Por ello, he preparado este artículo con algunos síntomas que demuestran que se está cayendo en este túnel destructivo, que pocas veces tiene retorno:
Pesimismo
Las quejas y el reproche mutuo comienzan a aparecer día a día. De esta manera ninguno de los dos es feliz. La depresión se instala como un miembro más de la relación, haciendo que el clima que los rodea sea siempre de tristeza. Piensan que la situación ya no tiene solución o salida, incluso se han alejado de amigos y familiares, reduciendo la vida social de ambos a cero.
Manipulación
Cuando uno de los dos comienza a manipular de manera sutil al otro, poco a poco mantener todo bajo control se convierte en una obsesión. Esto, si bien no es fácil de detectar, se puede notar si es que alguna vez, sin estar haciendo nada malo, te sientes mal o culpable por estar “fallándole” a tu pareja.
Posesividad
Muchas personas creen que sus parejas son objetos que les pertenecen, y eso les lleva a controlar cada uno de sus actos: salidas con amigos, visitas a familiares, horarios de trabajo, la ropa que deben usar, cómo deben hablar y otros tantos detalles. Este síntoma va de la mano con el anterior, pues las personas posesivas suelen manipular a tal punto, que hacen creer a sus parejas que todo lo que ellos controlan, lo hacen por su propio “bien”.
Desconfianza
Toda pareja necesita confianza para poder funcionar sanamente, sin embargo, muchas personas se pasan espiando todo lo que hace el otro: revisan su celular, correo electrónico, correspondencia y hasta las prendas de ropa para “comprobar” que no haya ningún perfume desconocido. Esto se da principalmente como respuesta a su miedo más arraigado: la infidelidad. Quien hace esto, por lo general, tiene tan baja autoestima que no concibe la idea de que alguien pueda quererlos de manera incondicional, con sus virtudes y defectos.
Indiferencia
Algunas personas optan por ser del todo indiferentes con sus parejas, haciéndoles sentir que han perdido el interés por ellas. Pero detrás de esta actitud se esconde un llamado de atención, que busca mediante la manipulación que sea el otro quien ponga su atención y esfuerzo para “ganar” de nuevo su amor.
Egoísmo
Considerar los triunfos, problemas, fracasos o pequeños logros personales más importantes que los de la pareja, es un claro síntoma de que algo no anda bien. Se supone que la pareja a quien hemos elegido es igual de importante que nosotros mismos, pero cuando esto deja de ser así, se pasa a un estado en el cual es imposible amar verdaderamente al otro.
Para nadie es grato descubrir que está viviendo una relación tóxica, sin un futuro claro. Si por casualidad has descubierto que con tu pareja están cayendo en un pozo sin fondo, mi recomendación es que busquen ayuda de inmediato, para intentar solucionar sus problemas antes de tener que abandonar todo lo que han logrado juntos.