“Renuncié a mi carrera por mi esposa”, se convierte en amo de casa y lo que sucede después no se lo esperaba
¿Puede un padre, de verdad, sustituir el rol de una madre? A lo mejor no es tan fácil o difícil como parece
Fernanda Gonzalez Casafús
Según un estudio sociológico, 6 de cada 10 madres renuncian a sus carreras profesionales para dedicarse a la maternidad, lo que representa un 58% de las mujeres, frente a un 6% de los hombres. Para muchos, es un dato significativo ya que dejaría en evidencia una desigualdad de oportunidades. Sin embargo, la controversia está instaurada: ¿Puede un padre ocupar el mismo lugar que una madre?. Parece que en algunos casos sí, y la historia de este hombre te dejará ver que cuando un padre pone todo su amor y dedicación puede criar y dedicarse de lleno como mamá.
La historia fue publicada originalmente en Redbookmag y narra la situación de un padre americano que decide largar su prometedor trabajo para dedicarse a la crianza de sus hijos. La verdad que esta historia me conmueve y me atrapa por un motivo personal. Hace un tiempo, cuando las cosas se pusieron duras en casa en términos económicos mi marido me propuso, para balancear un poco la carga de trabajo y poder quedarse él un poco más de tiempo con los niños, que buscara yo un empleo de medio tiempo y él renunciaba a su trabajo de la mañana. En ese momento me parecía alocado, pues mi hijo menor tenía pocos meses. Sin embargo, comprendía que lo que él quería era pasar más tiempo con su familia. Al final, las cosas siguieron tal cual estaban, ya que yo trabajo desde casa, pero cuando leí esta historia recordé el pedido de mi marido. Algunos hombres también desean quedarse en casa y pasar tiempo de calidad con sus afectos; así al menos pensó Mathew, cuya historia se volvió viral.
Para Mathew, salir a trabajar y ganar el dinero para mantener a su familia era lo que había aprendido de su padre. Le parecía lo más normal, y sin importar si le gustaba o no su trabajo él trabajaba duro para mantener a su mujer Liz y a su hijo. Como él pasaba muchas horas fuera de casa, su mujer Liz comenzó a sentirse sola y sentían que ella hacía todo el trabajo “duro” de la crianza de un hijo. Cuando su hijo tuvo 10 meses Liz quiso volver a trabajar y no había demasiadas opciones para cuidar al bebé: no tenían ningún familiar cerca y contratar a una niñera era demasiado costoso. Como buen matrimonio, conversaron acerca de la situación y plantearon todas las alternativas posibles. Y de pronto, tomaron una decisión.
Un papá en casa
Como el trabajo de Liz era más lucrativo que el de Mathew, decidieron que él renunciaría a su trabajo y se quedaría cuidando del bebé. A pesar del mandato social de que el hombre debe ser el jefe de familia, ellos aunaron sus opiniones y decidieron qué era lo mejor para su propia familia.
Pero no fue tan fácil
Al principio fue un caos. “No sabía cuándo debía exactamente cambiarle el pañal, ni si tenía hambre o no”, relató. El caos fue menguando con el tiempo y este padre pudo amoldarse perfectamente a las necesidades de su bebé. Además de ello, seguramente tuvo que haber luchado con las opiniones en contra, ya que para la sociedad, que una madre salga a trabajar y sea el padre quien se encargue todo el día, está mal visto. A pesar de ello, fueron ellos mismos quienes sabían qué era lo conveniente para su familia.
Un padre orgulloso
Hoy se siente un padre orgulloso, ya que no se perdió ninguno de los momentos importantes de su hijo. Con el tiempo, tuvieron dos hijos más y Mathew volvió a trabajar para que su mujer descanse de su trabajo. “Volver a la vida laboral también me ayudó a entender cuán fuerte era mi relación con Liz (y sigue siéndolo). Sin importar lo que la sociedad espera de nosotros, ambos nos tomamos el tiempo para saber qué es lo que necesitamos y esperamos del otro”.
Hoy, gracias a su empleo de medio tiempo puede seguir disfrutando de sus tres hijos y su esposa, y al mismo tiempo ser un gran soporte económico del hogar. Este padre enfanizó “No estoy diciendo que ser papá de casa es para todos, de hecho, es difícil ser el único padre en el hogar y averiguar lo que el bebé necesita puede ser un desafío, pero para mí, siempre ha valido la pena”.
¿Se puede suplantar el rol de una madre?
Esta historia tan particular es poco común. No vamos a decir que el rol de una madre puede suplantarse; ya que tanto la madre como el padre imprimen un carácter único y necesario en la estructura cognitiva del niño. Pero sí creo que las mujeres debemos brindarle el espacio necesario a nuestros esposos para que generen un fuerte vínculo con sus hijos, como el que establecemos desde el primer minuto de vida con nuestros bebés. Claro que sólo nosotras podemos amamantar a nuestros hijos, pero claramente muchas otras cosas pueden hacer los padres y generar con ello un estrecho lazo sentimental. Y tú, ¿saldrías a trabajar y que tu esposo cuide a los niños en casa?