¿Sabes lo que es la resaca social y cómo puedes combatirla?
El tiempo contigo mismo es tan valioso como el que pasas con las personas que amas.
Erika Patricia Otero
Hace un tiempo solía hacer ayuno. Era un ayuno estricto, sin consumir alimentos o agua. No era por un tema de salud o para adelgazar; era un ayuno por sacrificio espiritual (religioso) que me dejaba hecha polvo. No, no me gustaba hacerlo, pero lo hacía a regañadientes.
Desde luego, cuando se terminaba, me engullía de todo lo que encontraba. Las consecuencias eran terribles, pero no me importaba, necesitaba comer y beber agua. Lo hacía a sabiendas que iba a estar enferma con dolor de estómago y malestar una buena parte del día.
La resaca social es algo muy parecido a esto. La diferencia es que de lo que te atiborras es de contacto social; uno que luego de un “atracón”, te enferma.
Esto fue algo que muchas personas vivieron luego de la pandemia. Pasaron de estar aislados, a querer pasar mucho tiempo rodeados de la familia y amigos que hacía tiempo no veían. Sin embargo, luego se sintieron drenados; esto es lo que se llama resaca social.
Nadie podría imaginar que pasar tiempo con las personas que amamos pueda generar malestar, pero ocurre. Esas son las consecuencias negativas de los encuentros sociales permanentes.
¿De qué se trata la resaca social?
La resaca social es el agotamiento físico, mental y emocional; una especie de burnout, pero ocasionado por mantener encuentros sociales constantes. Dicho de otra forma, es el efecto adverso al tener una vida social muy activa.
Cuando interactuamos con otras personas, ponemos en marcha múltiples recursos psicológicos: cognitivos, sociales, de comunicación, etc. Relacionarnos socialmente implica que nos comuniquemos de múltiples formas, consientes e inconscientes. Como es de esperarse, luego de toda esa actividad física y psicológica, es natural sentirse desbordado.
Ahora, vale aclarar que no todas las personas van a pasar resaca social. Tampoco figura como un malestar real en ningún manual médico. Esta es más bien una manera de ilustrar una situación social real que muchos padecen; aún más cuando la persona es altamente sensible. Lo mismo nos ocurre a quienes somos introvertidos o muy solitarios.
Síntomas de resaca social
Pérdida del interés por estar en lugares llenos de personas
Esto ocurre después del primer encuentro social y sentir las consecuencias del mismo: la resaca social.
Imposibilidad de estar presente
Básicamente, se trata del deseo de retirarse de los eventos o reuniones rápidamente. Aunque la persona quiera estar presente y participativo en esos eventos, la realidad es que no se puede.
Malestar físico
Dolor de cabeza, ahogo, mareo e hiperestimulación, son los malestares comunes. Incluso, hay quienes padecen de dolor de garganta y pérdida de la voz.
Cambios de humor
Irritabilidad y fuertes deseos de estar solos.
Problemas para detenerse
Puede ser que tu cuerpo se sienta agotado, pero tu cerebro sigue funcionando a velocidades extremas. Lo que pasa es que se dificulta regresar a un estado de reposo; por esto, pueden haber problemas para dormir.
Formas de hacerle frente a la resaca social
Decir que no
Aunque parezca insólito, muchas personas batallan fuertemente con poner límites. Es como si sintieran que al hacerlo ofenden a alguien, cuando en realidad se están cuidando a sí mismos. Basta con hacerlo con asertividad, explicando las razones por las cuales quieres evitar ese evento. Es aplicar una especie de egoísmo sano, uno que implica cuidar de ti.
Elegir eventos prioritarios
Para las personas con muchos amigos, lo natural es verse bombardeada de muchas invitaciones para eventos sociales. Es cuestión de aprender a elegir eventos que de verdad sean importantes. Esto evitará la sobre estimulación social, y por lo tanto la resaca social.
Proponer diversas formas de encuentros
No porque sea navidad o año nuevo, a fuerzas debes ir a cuanta reunión de amigos y familia te inviten durante esas dos estresantes semanas.
Tienes derecho a planificar e ir a las que sean más relevantes. Tu cuerpo y mente te lo agradecerá.
Que el descanso sea un plan primordial
No es que dejes para ti el tiempo que “te sobra”; por el contrario, es dedicar para tu descanso un tiempo de calidad para hacer lo que sea que requieras para recuperar tu bienestar.
Luchar contra tus suposiciones de rechazo
A muchas personas les angustia el rechazo de sus seres queridos por decir “no” o abstenerse de ciertos eventos sociales.
Nadie va a dejar de quererte por negarte a ir a un evento familiar. Quizás te pregunten qué te pasa o la razón por la cual dejaste de ser una “mariposa social”, y es acá donde puedes abrirte y ser sincera sobre lo que vives. Muchos comprenderán que tiene razón y derecho a recuperar tu salud.
Aprender a manejar el tiempo
No hay nada de malo en designar tiempos específicos para poder compartir con diferentes amigos. No tienes por qué ir a la discoteca una noche y al otro día a un asado, para asistir al otro a una cena familiar; esto acaba con la energía de cualquier persona.
Es cuestión de aprender a ajustar la agenda y aprender a decir:” Muchas gracias, pero hoy no voy a salir. Me quedaré en casa”. Y si son tus verdaderos amigos y familiares que te aman, te van a entender.
Es un asunto de amor propio. De darte tu propio espacio, tiempo y lugar para hacer lo que desees contigo mismo. Te lo mereces y tu salud te lo va a agradecer.
Erika Patricia Otero
Psicóloga con experiencia en trabajo con comunidades, niños y adolescentes en riesgo.
