Sanar una ruptura amorosa toma tiempo, pero no toda la vida
Sanar un corazón herido toma tiempo, pero te llena de sabiduría.
Erika Patricia Otero
“Un día ya no extrañas ni esperas que llegue un mensaje o una llamada.
Un día, así como cualquiera,
se convierte en el mejor día de tu vida para comenzar de nuevo”.
Jorge Muñoz
Todos pasamos por la horrible experiencia de dar por terminada una relación. Dependiendo del lado que estés, ya se trate de que seas quien da por finalizada la relación o si eres la persona a la que le dicen que ya no le quieren, la situación duele diferente.
Yo estuve en ambos lados. Desde mi experiencia duele más recibir la noticia de que ya no desean estar en una relación contigo.
Es doloroso porque no sabes qué pasó, qué llevó a la persona que amas a decidir que ya no quiere estar contigo. Miles de preguntas te asaltan, el dolor se convierte en rabia, ira y rencor. Todo lo que deseas es que te den una razón para poder cerrar el ciclo y comenzar a recuperar la estabilidad de tu vida.
No digo que quien desea “cortar” la relación amorosa no sufra, no. Lo que pasa es que quien decide “romper”, tiene razones para hacerlo; en cambio, la ruptura toma por sorpresa a la otra parte.
Una relación puede darse por terminada por muchas razones. Hay razones frívolas, otras son situaciones serias y peligrosas, pero también hay razones arteras. La situación siempre es algo personal, y muchas veces ni son conocidas por su pareja.
Como sea, no vamos a negar que es muy importante aprender a sanar las heridas que deja un ex en tu vida. Esas son tan profundas como haya sido el daño que la otra persona haya causado.
¿Todo lo cura el tiempo?
A veces sí y otras no. Algunas personas piensan que el tiempo cura todas las heridas del amor. Algunas otras piensan que lo que pasa es que uno se acostumbra al cambio y aprende a aceptar lo que no puede modificar.
Yo prefiero pensar que somos nosotros mismos que gracias a la madurez y la experiencia, sanamos solos. Sí, es cierto que nos acostumbramos al cambio y a la soledad, pero no podemos negar que el tiempo obra su magia.
El duelo en la ruptura
Llamamos duelo al dolor que se vive tras la pérdida de un ser amado. Es una forma de despedida y aceptación de que todo llegó a su fin.
Es necesario e inevitable pasar por esta etapa porque permite cerrar un ciclo y comenzar de nuevo. Y esto bien sabes que no es ni simple ni fácil, que además no importa cuanto lo niegues o te hagas el tonto va a doler, porque toda pérdida duele.
Superar la ruptura por medio de “rituales”
No es necesario decir que no es lo mismo perder a alguien porque falleció. Cuando alguien a quien amas muere, lo que deseas es perpetuar su recuerdo a pesar del dolor; en cambio, cuando se trata de una ruptura, lo que deseas es darle fin y pasar la página para poder seguir adelante.
Es por eso que muchos terapeutas recomiendan hacer algunos “rituales” para facilitar el cierre y procesar de manera más fácil el fin del amor.
Algunos rituales que pueden llevarse a cabo, y que personalmente recomiendo porque los puse en práctica, son:
1 Escribe cartas sin destinatario
Escribe una carta, poema o lo que mejor te salga plasmado en ella todo lo que sientes, piensas y deseas.
Lo que se pretende con esto es decir lo que no pudiste decirle de frente. Tranquilo, no es que vayas a enviarla, por eso puedes escribir todo que se te cruce por la mente y el corazón.
Luego, si deseas guardarla en algún lugar donde sepas que la vas a olvidar, o quémala si prefieres.
2 Dona o destruye aquello que te cause dolor
Como lo que te propones es olvidarlo y sacarlo de tu vida, puedes regalar los regalos o cosas que te recuerden la relación.
Es lo mismo que con lo anterior; vas a cerrar un ciclo que es doloroso y solo deseas seguir adelante.
3 “Habla” con él o ella
No es que literalmente vas a hablar con él o ella cara a cara. En psicología se conoce como la técnica de la silla vacía.
Solo vas a sentarte e imaginar que lo tienes frente a ti y le vas a preguntar y decir todo lo que quieras. Imagina también que te responde, sea que sepas o no las respuestas, solo imagina que hay una respuesta a todos tus interrogantes. Luego de un rato, cuando ya te sientas satisfecha y te hayas desahogado, solo despídete cortando todo como hubieras querido que finalizara.
Esto puedes hacerlo una vez o tantas como sientas que es necesario. Por lo general solo basta con una vez para zanjar el asunto, pero nunca se sabe.
4 Cambia tus hábitos
Supón que salías a correr todas las mañanas en su compañía; pues bien, si deseas síguelo haciendo pero por otros caminos, o cambia radicalmente y ve a un gimnasio.
El punto al que deseo llegar es a que des un giro importante a tu vida y te alejes de todo lo que solías hacer. Puede garantizarte que luego de un tiempo, cuando ya hayas sanado, puedes volver a hacer las mismas cosas o ver las mismas películas y ya no habrá un lazo emocional que te una a esa persona.
Advertencia
Siempre existirá la tentación de querer volver a verlo o hablar, pero es cuestión de tener tanta dignidad y amor propio como sea posible.
Arréglate para ti, y disponte a ser feliz; ese es un paso muy importante para sentir que puedes con todo.
Rodéate de amigos, pueden ser los mismos o tal vez otros. Solo procura que no hayan encuentros, y si los hay, solo vete; no importa que piense que no lo superas aún. Una sana distancia evitará muchos malentendidos.
Desde mi propia experiencia puedo decirte que todos podemos sentir cuando las cosas no van bien en una relación. Hazle caso a ese sentimiento y te vas a evitar muchas decepciones y dolores que no necesitas en tu vida.