Señales de que la relación ha terminado aunque sigan viviendo juntos
Estos comportamientos destrozan una relación, pero aprender de ellos hará que el amor en tu matrimonio sea restaurado por completo.
Adriana Acosta Bujan
Las señales siempre estuvieron presentes, eran obvias; sin embargo, tardé mucho tiempo en darme cuenta que el amor en mi matrimonio se estaba desvaneciendo como el humo. Tal vez no quería darle la razón a mi padre, cuando él me advirtió que la vida marital no era un juego y que me estaba precipitando al casarme, pues era adolescente. O tal vez fue, porque tenía miedo a sentirme fracasada, abandonada y sola.
“No hay peor ciego que el que no quiere ver”. Esta frase la escuchaba cada vez que mi padre y seres queridos me cuestionaban acerca de mi relación amorosa. Porque ellos descubrieron que mi esposo estaba saliendo con otra mujer, incluso, se percataron que él negaba estar casado ante los demás, solo por el qué dirán.
No puedo decir que haberme enamorado perdidamente del padre de mi hijo fue una equivocación, porque aprendí de los errores que los dos cometimos en aquel entonces. Gracias a ello, descubrí que tengo amor propio y que siempre tuve fortaleza y capacidad para cambiar las cosas y actuar antes de que fuera demasiado tarde.
¿Por qué se termina el amor?
Mi historia es un ejemplo de cómo el amor en una relación matrimonial se puede llegar a terminar aun viviendo juntos y pensando que todo marcha de maravilla. Pero, ¿por qué el amor acaba? La especialista Luoise Hay, en su libro “Sana tu cuerpo”, afirma que es porque nunca existió el amor, ya que se puede confundir ese sentimiento con enamoramiento.
Ella dice que es imposible amar a los demás si no nos amamos a nosotros mismos primero; ya que la carencia de autoestima obliga a las personas a buscar un compañero sentimental que cubra con las necesidades afectivas como el cariño, aprecio, reconocimiento, que no nos damos a nosotros mismos.
Incluso, el autor de “Los hombres son de Marte, y las mujeres de Venus”, John Gray, explica que el amor se termina cuando es imposible que la pareja logre comprenderse y aprovechar esas diferencias biológicas, físicas y psicológicas entre ellos. Sin embargo, afirma que a medida en que los dos se polarizan conociendo y respetando sus diferencias, la atracción, el deseo y la pasión no solo crecerán, sino que se volverán sostenibles con los años.
Un duro aprendizaje
Puedo confesar que sufrí mucho y que existieron momentos en que mi corazón estaba destrozado. Sin embargo, logré sanar y olvidar, para darme una segunda oportunidad en el amor.
Pero, ¿qué lecciones aprendí de esa terrible experiencia?, ¿por qué deseo compartir esas señales de desamor? Simplemente porque cuando existe un verdadero amor y un real compromiso en la pareja, se puede salvar la relación. Por ello, toma nota de estos signos que pueden ser cruciales:
1 Cada quien por su lado
Se despiertan juntos, pero cada uno agarra su camino y su día a día; tal vez cumpliendo con el rol y responsabilidades que les corresponden para tener una estabilidad económica. Sin embargo, ya no existen esos planes que los unen, esos eventos sociales o esos momentos significativos en los cuales los dos se ponen al tanto de lo que han experimentado en su vida cotidiana.
Incluso, han dejado de hablar de sus preocupaciones, dudas e inquietudes, por el solo hecho de no querer compartir nada; lo más triste es cuando se tienen que tomar decisiones importantes y no se participa a la pareja.
2 Sin metas
Es válido que todos tengamos metas y objetivos de manera particular; pero cuando se está en una relación matrimonial es fundamental tener metas en común. Cuando el amor termina y la relación va en pique, es posible que la causa sea por esos sueños o anhelos distintos. Es como si uno fuera conquistando y alcanzando logros de manera individual, sin involucrar a la pareja; incluso, puede ser que ya no exista motivación.
3 Estás pero no te siento
Llega a pasar que los dos están compartiendo todo, hasta la misma taza de café por las mañanas, incluso, el tiempo libre lo dediquen a criar a los hijos, teniendo un día aparentemente normal. Pero han dejado de tener esa cercanía física y emocional, la pasión disminuye y el romanticismo ha pasado a segundo plano.
Tal vez, la rutina y monotonía de la vida esté presente en su relación, sin embargo, ninguno de los dos hace nada por cambiarlo o remediarlo. Han dejado que la llama del amor se apague poco a poco.
4 Irritabilidad en la pareja
Lo que antes les hacia reír y estar felices, ahora es todo lo contrario; la pareja se vuelve más irritable y todos los defectos que él o ella tiene serán insoportables; tanto, que eso causará conflictos maritales frecuentes.
Incluso hasta las pequeñas cosas llegan a molestar; que si tu compañero deja tirada su ropa por toda la casa, que si mastica demasiado fuerte, que si toma agua de la jarra y no en un vaso, entre otras cosas.
5 No eres una prioridad
Disminuyen por completo las ganas de agradar a la pareja, de hacerla sentir protegida, segura y confiada; puesto que ya no es una prioridad. Ahora el compañero pensará más en satisfacer sus propias necesidades, pensará de manera individual y tendrá un comportamiento egocéntrico.
6 No hay diversión en la relación
Los gustos y aficiones que antes compartían al estar enamorados, ahora serán diferentes. Ya no existirán momentos de risas, diversión y alegría, ni esos planes que realizaban para compartir experiencias románticas e inolvidables. Ahora, la pareja encontrará otra manera de divertirse y distraerse sin involucrar al compañero. Incluso, llegará un momento en que el aburrimiento los invada, aun estando juntos.
7 Poca intimidad
Existen parejas que tienen intimidad solo por cumplir con sus necesidades fisiológicas, sin tener realmente el deseo o la pasión encendida. Lamentablemente, la pareja se dará cuenta de inmediato, al no sentir ese fuego que los había unido en cuerpo y alma cada vez que tenían un encuentro íntimo.
Cuando el amor termina, es lógico que las relaciones disminuyan y que no se logre llegar a esa conexión especial al estar con la pareja.
8 Se lastiman
En casi todos los matrimonios existen peleas, es normal. Pero, una señal que indica que el amor ha terminado es cuando los dos comienzan a lastimarse y herirse física y psicológicamente. Recuerda que cuando una persona no controla sus emociones negativas es fácil insultar, maldecir y odiar a quien se ponga enfrente, en este caso la pareja.
Muchas veces estas señales son muy obvias, por tal razón es recomendable que al ser detectadas en tu relación, te concentres para poner un remedio y así salvar tu matrimonio. Recuerda que existen muchas maneras para reavivar el amor como, la comunicación, el respeto y el compromiso.
También puedes pedir ayuda de un especialista para tener alguna terapia de pareja. Recuerda nada es imposible, cuando el amor es verdadero puedes vencerlo todo y ser feliz.