Si limpias el chupete de tu bebé con tu saliva, estás cuidando la salud de tu hijo
Es una práctica que muchas madres hacemos.
Fernanda Gonzalez Casafús
¿Quién no ha chupado el chupete de su bebé cuando se ha ensuciado o caído al piso? Las madres solemos hacer esto, y aunque muchas veces nos han dicho, o hemos escuchado, que era una costumbre anti higiénica y nociva para la salud del bebé, ahora los expertos nos dan la razón.
De acuerdo a una investigación publicada en la revista científica Pediatrics, cuando una madre chupa el chupón o chupete de su hijo, lo está ayudando a prevenir y reducir el riesgo de alergias y asma. La exposición a las bacterias que hay en la boca de la madre son cruciales para generar los anticuerpos necesarios y así prevenir las alergias.
Aunque esto suene como un triunfo para las madres, lo cierto es que los expertos indican que aún se necesitan investigaciones más detalladas para deducir la correlación potencial que existe en esta práctica.
El estudio
La investigación se llevó a cabo con 184 bebés, eligiendo aquellos que eran propensos a sufrir alergias, es decir que tenían alguno de sus padres alérgicos. Los expertos preguntaron a los padres cómo limpiaban el chupete de sus bebés, y llegaron a la conclusión que los bebés cuyos padres colocaban el chupete en su propia boca, eran menos propensos a sufrir asma y algún tipo de alergia.
Específicamente, aquellos bebés cuyos padres chupaban su chupete para limpiarlo, tenían un 63% menos de probabilidades de tener eczema y un 88% menos a tener asma que los hijos de los padres que limpiaban el chupete con agua corriente.
Los expertos aseguran que ésta no es una práctica cien por ciento segura, y que no necesariamente prueben que limpiar el chupete con saliva de los padres proteja a los bebés en su totalidad de sufrir alergias.
Una práctica que conlleva otros riesgos
A pesar de la gran ventaja de reducir el riesgo de alergias, lo cierto es que cualquier pediatra recomienda que el chupete del bebé debe lavarse correctamente y no con la saliva de la madre.
Cuando colocamos el chupete de nuestro hijo en nuestra boca, existe la posibilidad de transmitirle caries y otras enfermedades. La mamá puede estar resfriada, o tener aftas y llagas en la boca, o algún tipo de enfermedad, y el bebé puede estar expuesto a todo ello.
Claro que cada madre sabrá cuándo podrá realizar esta práctica, y de seguro no lo hará cuando se encuentre enferma, pero es bueno tener siempre presente que aunque este hábito tenga sus beneficios, también conlleva sus riesgos.
Qué son las alergias
La alergia es la respuesta inmunitaria de nuestro sistema inmunológico ante ciertas sustancias. A estas sustancias, se las conoce como alérgenos.
Los alérgenos desencadenan en el sistema inmunitario una serie de reacciones que indican que el cuerpo está rechazando esa sustancia. Así, dependiendo del tipo de alergia, puede manifestarse a través de estornudos, rinitis, eczemas, dermatitis, etc.
De acuerdo a la organización Healthy Children, algunos de los alérgenos más comunes son:
- Polen
- Moho
- Ácaros del polvo doméstico
- Caspa de animales y saliva (gato, perro, caballo, conejo)
- Químicos utilizados en la industria
- Algunos alimentos y medicamentos
- Veneno de las picaduras de insectos
Síntomas
Cuando un bebé o niño manifiesta una reacción alérgica ante alguna sustancia, el cuerpo reaccionará de diferentes formas, según sea el tipo de alergia. Es por ello que es muy importante prestar atención a estas reacciones, y acudir al médico para su posterior tratamiento:
Algunos síntomas pueden ser:
- dificultad para respirar
- lagrimeo o picazón en los ojos
- tos
- picazón en la nariz, la boca, y la garganta
- secreción nasal
- picazón y sarpullidos en la piel
- hinchazón alrededor del rostro o la garganta
Otras formas de evitar alergias
Si tú o el padre de tu hijo son alérgicos, hay una posibilidad de que tu hijo también lo sea. Mientras tanto, también hay ciertas alergias que los niños pueden desarrollar, al estar expuestos a ciertas sustancias.
Si queremos evitar las alergias, debemos ventilar siempre bien la casa, pero también mantener las ventanas cerradas en épocas de polen, y cuando el viento hace que éste vuele demasiado.
Cambiar las sábanas al menos una vez por semana, mantener limpias las superficies y los pisos, y cuidar la higiene de las mascotas, es fundamental para evitar las reacciones alérgicas.
Mientras tanto, si notas que tu bebé es alérgico a alguna sustancia o alimento en particular, trata de evitar el contacto con el mismo, y acude a tu pediatra para que te de las indicaciones pertinentes.
Aliviar las alergias en los bebés y niños
Cuando el médico descubre que un niño es alérgico a ciertas sustancia, podría recomendar comenzar algún tipo de tratamiento. Mientras tanto, otras alergias, como por ejemplo la alimentaria, pueden evitarse al suprimir los alimentos que la provocan.
Hay algunas acciones que podemos llevar a cabo para aliviar los síntomas o mejorar la alergia, aún si el niño está tomando algún tipo de medicación.
El suero fisiológico, por ejemplo, es un elemento inocuo, que puede ser utilizado para enjuagar los orificios nasales y los ojos, y erradicar así aquellas partículas que provocan la alergia. Los vaporizadores también pueden ser beneficiosos para humidificar el aire y ayudar a que la mucosidad fluya.
La alergia es cosa seria
Aunque la mayoría de las alergias pueden ser tratadas de forma habitual y pueden controlarse sin mayores problemas, se debe prestar atención a las reacciones, para que no se desencadene un shock alérgico, llamado anafilaxia.
Algunas personas que comen ciertos alimentos o que son picadas por ciertos insectos pueden desencadenar este shock alérgico que puede ser mortal si no se trata en los primeros minutos.
Si tu hijo es alérgico a algún alimento, es fundamental que leas las etiquetas de todo los alimentos que ingiera, para evitar el riesgo.
Cuidar a nuestros hijos de los insectos y de ciertos alimentos potencialmente alergénicos, reducirá el riesgo y nos evitará mayores problemas. No olvides siempre consultar con tu médico de cabecera,pues él te sabrá decir cómo tratar adecuadamente las alergias.