Si no sabes estar solo es probable que no te quieras ni tantito
Las personas más enamoradizas son las que aman menos. Descubre por qué.
Yordy Giraldo
Dicen que “es mejor solo, que mal acompañado”. Sin embargo, a muchos les cuesta aceptar la soltería a tal grado que ni siquiera alcanzan a cambiar su estatus de “en una relación” a “soltero”. ¿Para qué?, han de pensar, si más pronto que rápido están de nuevo “enamorados”, o lo que sea que eso signifique en el idioma de quienes ven el amor como una carrera de relevos.
No es crítica aunque el último comentario se haya leído un tanto rudo. Somos de tal o cual manera y se trata de aceptar lo que no podemos cambiar y cambiar lo que podamos y queramos, no de hacernos juicios sumarios. Nada más quería hacer notar lo obvio, y es que las personas más enamoradizas son quienes aman menos.
Sin embargo, no es que tengan corazón de condominio, este tipo de comportamientos responden más bien a necesidades y carencias afectivas que los hacen dependientes de estar en pareja. La culpa no es toda suya, o de las experiencias que los hicieron así. Socialmente nos han vendido la idea de que estar solos es malo. Que de seguro la culpa es nuestra por difíciles, enfermos o cualquier otra cosa que nos haga ver culpables.
Y también está la otra parte: la que sí es directamente responsable de que únicamente a través de terceros nos sintamos valorados, completos, queridos, y digamos siempre sí a todo lo que se nos acerque sin reparar en lo que eso dice de nosotros, o lo que termine provocando en nuestro fuero interno.
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Descubre por qué no sabes estar solo
Padeces anuptofobia
O lo que es lo mismo: miedo a estar solo. Una baja autoestima es la causante, por lo general, de este miedo, que es bastante común tanto en hombres como en mujeres, a quienes la idea de ser juzgados los hace conformarse a estar en pareja aún sin querer estar en esa condición.
Sentir que se cuenta con alguien
Experiencias traumáticas especialmente a edades tempranas hacen que se tenga la necesidad de sentir que no estamos solos en el mundo, que de ser necesario alguien dará la cara por nosotros.
No saber convivir con uno mismo
A veces, reconocer quiénes somos es más difícil de lo que parece, y el silencio de la soledad suele gritarnos esa verdad directo a la cara; de allí que nos guste tener la voz de un compañero que acalle esos gritos.
Expectativas ajenas
Existen familias que tienen muy marcada la idea sobre todo lo que es la hombría, y exigen a sus hijos que estén a la altura de sus expectativas; por ello, muchos caballeros son de la idea de que ser conquistadores es lo mejor.
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Una cosa es estar en pareja por amor y otra muy distinta, por temor. Este tipo de dependencias no se superan sin ayuda, porque su origen suele estar muy arraigado en conceptos como la idea que tenemos de lo que somos y de cómo debe ser nuestra vida. Si acaso eres alguien para quien estar soltero no es opción, pregúntate: ¿cuál vacío estoy llenando?
