Si no tienes fe en ti, ¿quién más la tendrá?
Las cosas buenas empiezan por casa. Una frase conocida pero ¿cómo andamos por casa? ¿Te tienes fe? Te has preguntado ¿Cómo esperar de los demás algo que tú mismo no puedes darte?
Laura Abbott
La fe es la confianza que se deposita en algo o alguien. La confianza es la seguridad de que algo a alguien actuará de manera correcta. Pero, ¿Cuál es la manera correcta? Muchos se preguntan eso, otros tantos no y por eso andan por la vida dando tumbos.
A mi manera de ver, la forma correcta es la que te lleva a dormir tranquilo por las noches, sin resentimientos, sin culpas ni preocupaciones. Habrá otros que lo verán diferente, pero es su forma de vivir, no vamos a juzgarlos en este artículo; lo que importa es lo que lo que te pasa a ti y a tu fe.
No siempre logro lo que quiero: ¿te has preguntado realmente qué es lo que quieres? Libre de prejuicios y condicionamientos ¿verdaderamente te has preguntado qué es lo que quieres? Vives esperando aprobación, vives esperando el éxito financiero, vives muchas veces una vida que parece más corresponderse a otros y no a tu propia vida. Seguro quieres lo mismo que todos: Ser feliz. Sin embargo, ¿te has preguntado por dónde pasa tu felicidad? Seguro te sorprenderás con la respuesta y más que seguro no se corresponde con ninguna de las otras respuestas que puedan dar otro millón de personas porque el encuentro con la propia felicidad es tan personal como el color de tus ojos.
No sé si puedo lograr lo que quiero. Miles de personas se encuentran frente a esta duda. Miles de personas abandonan la acción antes de empezarla porque se sienten inseguros frente a sus propias posibilidades; sin embargo entre esas miles de personas hay algunas que no desisten y estas son las que marcan la diferencia, son las que perseveran, las que no se doblegan frente a un fracaso, son las que aumentan su voluntad y saben que si se esfuerzan pueden lograr sus metas. No son superhéroes, son personas comunes que han sabido superar sus propias limitaciones en pos de un objetivo, son como tú y yo así que no hay nada que puede separarte de ellos, solo tu propia voluntad.
No sé si puedo intentarlo. Ese es el primer error, quedarte en la duda. Si no lo intentas nunca sabrás los resultados. Si no te arriesgas nunca podrás ganar. Muchas personas se quedan en proyectos y palabras que nunca llegan a la acción. En cambio, si lo intentas, aunque no tengas los resultados esperados sabrás que por lo menos lo intentaste, algo muy distinto a decir: me hubiera gustado. Prueba una vez y verás que el sentimiento es muy diferente. Una batalla no es la guerra. Nadie va a juzgarte si te equivocas muchas veces hasta lograr el resultado esperado.
No me tengo fe: Esta frase es pocas veces dicha en voz alta y muchas veces dicha en silencio, de cualquier manera no sirve. No te conduce a nada. Simplemente te lastima y te hace preso de imposibilidades. No la digas, no la repitas y si eres consciente bórrala de tu vida porque no edifica y te conduce a los abismos. Seguro hay algo en lo que eres bueno, seguro que de alguna manera puede desplegarte tu talento. Apóyate en eso, confía. Ten fe en tus capacidades, aunque aún no estés seguro de cuáles sean. Todos tienen algún talento que puede marcar la diferencia. Ocupa tu tiempo y tu vida en encontrarlo, si es que aun no lo has hecho. Y si ya sabes cuál es, emplea toda tu energía en hacerlo trabajar en bien tuyo y en el de los demás.
Ten fe en ti mismo. Si no la tienes nadie más la tendrá. No podrás convencer a nadie de que eres capaz de algo si tú mismo no estás convencido. Por eso, trabaja en tu propio ser y tu voluntad. No le endilgues la culpa a nadie de aquello que no puedes alcanzar porque tu propia felicidad está en tus manos y en la confianza que puedas depositar en esta verdad. Si crees en Dios o en una energía superior estarás doblemente ayudado pero primero confía en ti. Empieza por ti, hazte feliz y después querrás hacer lo mismo por todos tus seres queridos.