Si quieres divorciarte, entérate de las 8 cosas más difíciles que deberás enfrentar y de las que nadie habla
Si estás iniciando tu divorcio o tiene poco que finalmente quedaste divorciada, lo más seguro es que alguna de estas consecuencias te alcance por lo que debes identificarlas y evitar que te dañen en tu proceso de recuperación.
Emma E. Sánchez
No importa cuántos años duró el matrimonio, inclusive si hubo hijos o no, si son pequeños o ya son grandes. El divorcio es una metamorfosis muy dolorosa y traumática especialmente para la mujer aún hoy en día.
Haciendo a un lado las razones y motivos del por qué una pareja decide finiquitar su relación, comienza un tiempo largo de estrés, peleas. Problemas, gastos de dinero, pérdida de bienes y mucho daño emocional que no terminan con la firma del divorcio. De hecho, toda esta problemática se divide en tres partes:
a) La etapa de rompimiento de la pareja
b) El tiempo que tome el proceso de divorcio
c) La vida después el divorcio
Que es donde se viven muchas cosas difíciles y de las que poco se habla. Así que vamos a platicarlos:
Rechazo de tu círculo de amistades
Una vez que una mujer entra al grupo de las “divorciadas” es terriblemente discriminada por otras mujeres, especialmente por aquellas que siguen casadas y que anteriormente eran los matrimonios con los que salían juntos como parejas o grupos de amigos.
¿La razón?
Erróneamente, las casadas piensan que la amiga ahora que está “soltera” nuevamente irá directo a robarles a sus maridos. Sí así de absurdo pero es verdad.
La cosa empeora si la nueva soltera necesita ayuda con su carro y algún esposo corre a socorrerla ¡la amenaza imaginaria se vuelve real! Y la amistad desaparece. Poco a poco dejarán de invitarte a las reuniones, no asistirán cuando tú los invites y lo más doloroso será cuando alguien que tú considerabas una buena amiga de años, te diga que te quiere lejos de su vida y su esposo.
Necesidades físicas
Una mujer que ha estado casada y que ha vivido con su esposo por algunos años, al quedarse solo comenzará a sentirse sola en casa, al ir a dormir y las pequeñas cosas del diario vivir como tomarse de las manos, las caricias y la intimidad se echan mucho de menos y los problemas que los separaron de repente ya no se ven tan graves. Hay remordimientos, soledad e inclusive hay mujeres que haciendo a un lado su orgullo y hasta la dignidad vuelven a buscar a su ex esposo para suplicar por otra oportunidad, lo que no siempre es buena idea.
Agotamiento
Una mujer divorciada inicia una nueva vida básicamente sola pero con responsabilidades que corresponden a dos. Ahora a ella le toca hacerse cargo de los niños, de toda la responsabilidad de cuidarlos pues el padre solo los ve algunos días y como no es puntual con el pago de la manutención, ella debe regresar al trabajo o tomar horas extras y añade que el círculo de amigos y familiares se reduce.
El primer año después del divorcio es un año crítico para la mujer pues llega a experimentar mucho agotamiento, estrés crónico y hasta depresión.
Estar cerca de la familia, de seres queridos y una red verdadera de amistades es indispensable. Cuidar la salud, buscar tiempo para el descanso y hasta atender un grupo de auto ayuda, psicólogo o apegarse a su religión puede hacer la diferencia en la rápida recuperación y superar la transición.
Afectaciones en la economía
Está comprobado que los hombres son los que más pierden económicamente hablando en un divorcio, pero las mujeres no se quedan atrás. Llevar un registro de gastos y una administración muy rigurosa puede ayudar a que este rubro no te golpeé tan fuerte.
Celos, envidia y rencor
Una de las cosas más duras que puede experimentar una mujer divorciada es estar sufriendo las consecuencias del divorcio y ver que la ex pareja ¡le va de maravilla! Ahora se comporta como cuando soltero, bajó de peso, no se ve que sufra la separación y para rematar ¡ya tiene una nueva relación! ¡Es casi la locura! Es tal el choque de emociones y sentimientos que algunas mujeres inclusive llegan a cometer delitos y perder la razón.
Si en algún momento comienzas a experimentar celos, rencor o celos, habla con alguien y bajo ninguna circunstancia permitas que se aniden en tu corazón.
Enojo, mucho enojo
Esta es otra etapa que se puede llegar a vivir y de la que debes cuidarte si deseas conservarte saludable. Practica un deporte, sal a correr o practica el box, ya verás lo bien que te sentirás.
Vulnerabilidad
En medio de todo este mar de emociones que vive una mujer, no falta el hombrecillo que busque sacar ventaja de una mujer vulnerable o de una que quiera demostrar que ella también ya tiene pareja.
Por más sola o necesitada que te sientas, no cedas a la tentación de caer en relaciones esporádicas y vacías o donde solo él busque sacar ganancia de ti. Lo más recomendable es que dejes pasar un año sin alguna relación y te dediques a recuperarte a ti misma y sanar la relación con los hijos y entonces el amor llegará cuando deba llegar.
Tardar en encontrar el amor nuevamente
Cuando el tiempo pasa y todo comienza a tomar su lugar después del divorcio el nuevo desafío para una mujer es el verse sola. El darse cuenta que no hay ningún pretendiente, que no hay un caballero que desee formalizar y estar sola al final de cada día sin tener a alguien con quien platicar y compartir la vida puede ser lo más triste y lo más complejo de superar.
No te desanime ni pierdas la esperanza. Trabaja en el mejoramiento de tu persona y el servicio a otros pronto, esos sentimientos de soledad verás que desaparecen.
Identificar estas problemáticas te ayudarán a reconocerlas cuando lleguen y continuar con la vida con menor dolor.