Si tu hijo consigue todo con sus berrinches, necesitas un refuerzo de aprendizaje

Los refuerzos de aprendizaje son una opción perfecta para hacer a tus hijos exitosos

Erika Gaytán

Cuando te entra la idea de convertirte en madre empiezas a pensar de qué forma lo vas a hacer, es entonces cuando recuerdas la manera en que fuiste educada, lo que no te gustaba que hicieran contigo, lo que crees que funcionó, lo que has visto con otras mujeres y sus hijos, lo que has leído al respecto y hasta quizá alguna película donde se trataba el tema.

Todo esto llega a tu mente y lo empiezas a analizar, desechas unas y otras las quieres llevar a acabo pensando que con eso será suficiente para poder criar a tus hijos de la mejor manera y hacerlo personas mejor preparadas, educadas y felices. Pero cuando ya tienes a ese bebé te vas dando cuenta que lo que todo lo que tú creías no es tan fácil aplicarlo.

En los primeros años de la vida de tu pequeño te enfrentas a situaciones que no sabes cómo actuar. Esto se presenta cuando tu hijo toma algo que no debe y no sabes si quitárselo o dejárselo, si se lo retiras puede hacerte un berrinche o ponerse a llorar por varios minutos, lo que muchas veces te lleva a dejárselo y argumentar “está chiquito y no me gusta que llore”, aunque en el fondo sabes que esta acción se puede repetir muchas veces más acarreándote más problemas en el futuro.

Refuerzo negativo

Es preciso entender que un refuerzo es una técnica psicológica que consiste en “premiar” la realización de una conducta con el fin de aumentar la probabilidad que ésta sea repetida. Existen dos tipos:

Es la desaparición de un estímulo aversivo (nocivo) para que el pequeño sepa que un mal comportamiento tiene consecuencia negativa y se presenta de dos formas:

1. Aprendizaje de evitación. Es el comportamiento que se adquiere con el propósito de evitar una situación o respuesta desagradable. Un ejemplo sería que el niño no va a poner su mano al fuego porque le arde.

2. Aprendizaje de escape. En este la conducta impide la aparición del estímulo aversivo. Por ejemplo el darle al niño lo que quiera para que deje de llorar.

Este refuerzo funciona cuando al retirarle al refuerza el comportamiento que desea, si se le quita un juguete porque antes se le dijo que recogiera algo que tiró, ya sabe que lo debe de hacer para obtener lo que quiere.

Reforzamiento positivo

Es una técnica mediante la cual se le proporciona un estímulo al niño por la realización de una conducta positiva. Este estímulo puede ser una recompensa por su actuar con algo que le guste, ya sea un regalo, un dulce, una palmada, una felicitación, jugar con él o un reconocimiento verbal a su actuar.

Esto puede ayudar a estimular al infante para que vuelva a repetir conductas positivas. Es importante no abusar de estas ´recompensas´, no hacerlas siempre con cosas materiales y procurar hablar con él y hacerle ver los beneficios que le proporciona.

El reforzamiento positivo es recomendable utilizarlo desde pequeño e irlo adaptando de acuerdo a su edad e intereses para que sepa que siempre va a obtener una recompensa favorable para él mismo en cualquier ámbito.

Estas técnicas psicológicas se han utilizado por muchos años y han demostrado su eficacia en la niñez y adolescencia, solo hay que conocer bien a los chicos y mostrar dureza al momento de aplicarlas. SI eres de las mamás que se les quiebra el corazón por verlos llorar, te aseguro que solo será al principio después al ver los resultados te sentirás orgullosa por ti y por tu crio.

Erika Gaytán

Oriunda de la tierra del taco, el mariachi y el folklore. Periodista de profesión y corazón. Por muchos años he tenido la fortuna de colaborar como docente en la educación de niños, adolescentes y jóvenes. La música, la enseñanza, la investigación, lectura y escritura son mis grandes aficiones.