Si tu hijo no se concentra en clase, lo puedes ayudar con estos consejos.
Si has escuchado la frase “no puedo concentrarme en la escuela” por parte de tu hijo, permíteme compartir contigo algunas técnicas de enfoque de atención para lograr éxito en los estudios.
Anders Peterson
Hace poco uno de mis hijos me hizo el siguiente comentario: “Papá, creo que es difícil prestar atención en la clase. ¿Cómo me puedo concentrar?” Me senté con él y tuvimos una buena charla sobre algunas distracciones del salón y qué podía hacer para evitarlas. Lo cierto es que probablemente tú, como padre, también tengas que contestar preguntas similares.
Tal como el autor Oscar Mota nos explica, los seres humanos somos capaces de establecer “diversos tipos de relaciones que en momentos extraordinarios pueden ser vividas como sociedades únicas, auténticos equipos que funcionan como una unidad”. Con base en esto, podemos establecer una asociación amistosa con nuestros hijos para ayudarlos a entender cómo enfocar su atención correctamente en la escuela al establecer conexiones entre situaciones de la vida real y lo que aprenden en la escuela.
En circunstancias neurológicas saludables, también puede ser normal tener dificultades para concentrarse, así que no te alarmes e intenta ayudar a tu hijo con algunos ajustes muy sencillos que lo ayudarán a mejorar su rendimiento escolar.
Un ejemplo a considerar
Si piensas en algún evento deportivo al cual hayas asistido, quizás el aspecto más sobresaliente que caracteriza a los participantes es la preparación física y mental que han alcanzado para cumplir con los requisitos de la competencia. De una manera similar, el enfoque de la atención puede recibir entrenamiento para concentrar la energía del pensamiento en lo que se debe aprender. A fin de comprender cómo podemos ayudar a nuestros hijos a concentrar su atención en los estudios, hay algunos aspectos que debemos entender.
Atención vs inatención
Por un lado, la atención puede entrenarse y fortalecerse a medida que realizamos pequeños ejercicios que agudizan nuestros sentidos, extienden nuestra memoria a corto plazo y activan nuestra capacidad de pensar. Por ejemplo, si tienes hijos en edad infantil o incluso adolescentes, podrías fomentar en ellos el ejercicio físico, practicar deportes o incluso aprender a interpretar un instrumento musical.
Por el contrario, la inatención (también llamado déficit de atención) ocurre cuando hay factores que distraen la mente de los conceptos que un individuo tiene que aprender o en los que se tiene que concentrar. De esta manera, si hay algo en el ambiente de instrucción de nuestros hijos que está interrumpiendo su habilidad de aprendizaje, es posible que experimenten dificultad con la capacidad de prestar atención a lo que deben aprender.
Los hábitos
La atención está directamente relacionada con los hábitos de vida saludables. A fin de evitar factores que podrían conducir a nuestros hijos hacia la falta de atención, es importante recordar que el caudal de atención en un niño, adolescente y cualquier persona puede mejorar con algo tan simple como practicar hábitos saludables en la vida. Según la autora Maribel Martínez, existen muchas técnicas y actividades recomendables para fomentar en el hogar porque les permite “entrenar específicamente su capacidad de atención”.
Practicar deportes fortalece la atención
Algunos deportes no sólo requieren que nuestros hijos sean vigorosos y se alimenten correctamente, sino que además les exige activar la memoria y desarrollar técnicas de trabajo en equipo (voleibol, fútbol, básquetbol). Ciertos juegos de memoria y otros interactivos, como el ajedrez, son poderosas herramientas para ayudar a los niños y jóvenes a mantener la atención y concentración por un determinado período de tiempo.
Descansar es importante
El descanso físico y mental también ayuda a elevar la capacidad de concentracióne. Algo que le expliqué a mi hijo durante nuestra charla es que si él tiene un buen descanso con horas apropiadas, es más probable que se pueda concentrar en las tareas de la escuela y que pueda entender lo que se espera de él en clase.
Las actividades extracurriculares y la memoria
La integración de la música, el arte y los idiomas es una buena idea para motivar a tus hijos a concentrar su atención y entrenarla de manera significativa. Por ejemplo, algo que me ha ayudado mucho con mi familia es el exponer a mis hijos a exhibiciones de artes plásticas, recitales de música o incluso tomar lecciones para aprender una segunda lengua. Aunque parezca demasiada información para adquirir al principio, lo importante es que lograrán dedicar diferentes segmentos de su mente para prestar atención a lo que es esencial.
Lo que realmente hace que incorporar estos hábitos en la vida de tu hijo les ayude a tener una mayor capacidad de concentración es que los libera de presiones excesivas en sólo unos pocos aspectos de su vida. En realidad, diversifica su actividad diaria, le da momentos de esparcimiento y lo libra del estrés.
Espero que estas ideas que he compartido te sirvan tal como me han ayudado a mí y veas los resultados positivos de ayudar a tu hijo.