Simplifica tu vida y sé muy feliz
Estos pequeños cambios en tu vida pueden hacer la diferencia entre tener una vida agobiante o una vida feliz.
Emma E. Sánchez
Hace unos pocos días me encontré con una buena amiga y quedé gratamente sorprendida: se veía hermosa, alegre y renovada. No pude resistir preguntarle qué había hecho, pues apenas hace unos meses se veía agotada, demacrada y hasta acabada. Mientras platicábamos, pude notar su alegría y ganas de vivir, tantas y tan intensas eran, que hasta decidí poner en práctica algunas de las cosas que me compartió está haciendo. A continuación, con gusto te las comparto, seguramente tú también querrás hacerlas y sentirte igual de feliz.
1. Usa ropa cómoda y que te haga sentir bonita
Aceptémoslo, hay ocasiones en las que usamos ropa o zapatos que nos hacen sentir incómodas, ya que nos aprietan o lastiman el cuerpo; nuestro humor cambia, nos estresamos y finalmente aparece el dolor.
Es por ello que te recomiendo que busques ropa cómoda así como bonita y arréglate para sentirte bien contigo misma. Si te es posible, poco a poco cambia tu guardarropa y haz cambios en tu cabello. Te aseguro que te sentirás muy bien y te verás mejor.
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2. No hay de otra: haz ejercicio y come mejor
Ya no podemos escaparnos de esto: debemos ejercitar nuestro cuerpo. Sal a caminar o a correr, únete a un grupo de baile, de zumba o toma clases de natación, ¡actívate! Tu cuerpo también te pedirá alimentación sana, así que bebe suficiente agua fresca, come verduras e inicia a hacer todo lo que ya sabes es necesario para mantener una buena salud. Con ejercicio y buena alimentación, tu tránsito intestinal mejorará, bajarás de peso, empezarás a desinflamarte, tu piel mejorará y te verás rejuvenecer.
3. Pon límites a tu trabajo
Organiza tu agenda: simplifica actividades y aprende a priorizar deberes. No te lleves trabajo a casa ni lleves los problemas familiares a la oficina. Ponte horarios para ir a la cama y levantarte temprano, verás que si eres fiel a tus convicciones, desarrollarás más habilidades para cumplir con tus tareas a tiempo.
4. Perdona y perdónate
Dice el refrán que guardar resentimiento, es como beber veneno esperando que le haga efecto a otra persona. Perdonar no es nada fácil, pero es indispensable para tener una vida feliz y sin pendientes. Si guardas algún resentimiento, no dudes en consultar un psicólogo, un ministro religioso o inclusive una buena amiga. Busca apoyo y trabaja en perdonar a quien te ha ofendido, pero sobre todo perdónate a ti misma. Todo es posible si tienes la voluntad necesaria para transformar tu vida y tu corazón.
5. Di “no”
No hay nada más dañino para una mujer que tener una relación con alguien que la descalifica, la humilla o no le ama. Decir “no” a relaciones dañinas, a personas que la hacen menos o no la valoran, es fundamental. Revisa tu vida y dile no a todo aquello que no te eleva, que no te inspira o te hace daño.
6. Ora, medita y agradece
Pocas cosas dan paz y confianza en esta vida, como el poder de la oración. Como parte de tu desarrollo armónico busca a Dios, procura su inspiración, siente su cuidado y goza de su amor por infinito por ti.
Una persona agradecida siempre reconocerá la mano de Dios y la generosidad de otros en su vida, eso le mantendrá humilde y dispuesta para ayudar a otros. El servicio a nuestros semejantes tiene un poder sanador que nos da la oportunidad de amar y ser muy amadas.
7. No todo es urgente
Toma unos instantes para revisar tus actividades, inclusive citas o aparentes emergencias que surgen en el día y resuélvelas conforme su prioridad lo amerite.
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Seguramente tú tendrás otras buenas ideas para hacer la vida más fácil y ligera, tanto que si nos dieran a elegir, volveríamos a venir a esta vida para volverla a disfrutar una vez más.