Síndrome de la mujer maltratada: Mensajes destructivos de la violencia doméstica (1 de 2)
El conocer y entender los síntomas de los efectos de la violencia doméstica, es un paso de suma importancia para tomar la decisión de romper estos mismos y salir adelante.
Denhi Chaney
Cualquiera que ha sido víctima de la violencia doméstica sufre de consecuencias, tanto físicas como emocionales. Después de largos años de abuso, los mensajes que este ciclo destructivo manda, empiezan a ser internalizados y causan gran dolor para aquellas que luchan por no creer en ellos. Aun así, es difícil luchar en contra de mensajes que no entendemos y que han sido propagados por largos períodos de tiempo. Este artículo explica cuáles son esos mensajes y los síntomas.
El termino oficial de la víctima de violencia doméstica es “síndrome de la mujer maltratada”. Se le da esta denominación a aquella mujer que ha sido víctima de abuso físico, sexual, emocional, o psicológico por largo tiempo. Si ese es tu caso, el entender tu condición es elemental para poder recuperarte y romper esos mensajes de una vez por todas. Los síntomas de tal condición son los siguientes:
Síntomas de estrés pos-traumático
Entre los círculos profesionales se ha determinado que el “síndrome de la mujer maltratada” es una categoría especial de estrés pos-traumático. Esto quiere decir que la persona revive los episodios de violencia una y otra vez en su mente, aunque eso ya haya quedado muy atrás en el pasado. Esta sensación también se puede manifestar en forma de pesadillas. De la misma forma implica que sonidos, imágenes, o personas que sean similares a un episodio violento provocan una reacción de ansiedad y terror, e usualmente provocan que esta persona sienta que está viviendo la situación nuevamente.
Depresión y ansiedad
La persona sufre de un estado de tristeza, enojo, y debilidad. Esto al poco tiempo deriva en que la persona sienta ansiedad ante la más mínima provocación.
Somatización
Es normal que la persona sienta dolores de cuerpo, aun cuando las heridas del episodio han sanado completamente, lo que se atribuye a dolores emocionales manifestados de forma física; en otras palabras, el cuerpo responde al trauma que está viviendo.
Problemas sexuales
Muchas veces la violencia doméstica no solamente implica abuso físico, sino también sexual. Por lo mismo, es frecuente que quien ha sufrido de esta violencia, experimente ansiedad con un simple beso, e usualmente se sienten presas de su propio cuerpo y la forma en que literalmente está siendo usado. Esto no les permite tener una vida sexual sana y placentera.
El entender los síntomas es importante. Sin embargo, es todavía más importante estudiar los “mensajes internalizados”, ya que los síntomas provienen de estos. Esos mensajes internalizados son los siguientes:
No valgo nada
El mensaje más importante y también el más doloroso que una persona abusada recibe, es que en efecto no vale nada y por eso es abusada. El no valer nada implica todo lo que la persona es: su personalidad, su falta de talentos, su aspecto físico, ama de casa, esposa, madre etc.
Es mi culpa
La mayoría de las víctimas piensan que si fueran mejores esposas, parejas, madres o tal vez más atractivas nada de esto pasaría. Por ejemplo, es muy común escuchar frases de este tipo: “Fue mi culpa, yo sé que le gustan sus camisas planchadas de cierta forma y no lo hice así, entonces provoqué su enojo.” Las excusas siempre llegan y todas tienen algo en común: nunca es su culpa sino la nuestra.
El miedo es normal
El sentir miedo constante se vuelve algo tan natural, que el no sentirlo es percibido como algo anormal. Las víctimas creen que el miedo es solamente su realidad y que no existe otra forma de vivir.
Nunca voy a encontrar a nadie más que me ame
La víctima cree fielmente que su pareja las ama, y como han internalizado que no valen nada, es fácil convencerse de la necesidad de permanecer con él, ya que nunca nadie más las va a amar como él. Y no es que se trate de excusas y más excusas para esconder la realidad, sino que son una suerte de trampas inconscientes que la mente se pone a sí misma para protegerse.
No puedo dejarlo, soy demasiado débil
Uno de los mensajes más dañinos es aquel de creer que no lo podemos dejar, ya sea porque decimos que lo amamos, o tenemos demasiado miedo para considerar la idea; de cualquier forma nos consideramos demasiado débiles para tomar la decisión.
El conocer los síntomas y los mensajes que la violencia doméstica provoca en la víctima es un paso de mayor importancia; sin embargo, es transcendental tomar la decisión de mejorar y derrotar estos mensajes pues ninguno de ellos es cierto. La segunda parte de este artículo te ayudará a romper estos mensajes y ayudar a la mujer que padece de violencia doméstica, a darse cuenta de que tiene mucho más valor de lo que imagina. Por lo mismo, si conoces un caso de ese tipo, hazle un favor y compártele este artículo y el siguiente.