Sobrellevar el aislamiento en tiempos del coronavirus

Cuando sientas que estar encerrado no tiene sentido, vuelve a informarte, mira las gráficas del resultado de tu aislamiento.

Danitza Covarrubias

Varios países estamos en la situación de estar en un encierro en casa para evitar un colapso de los sistemas de salud ante el avance del brote del coronavirus.

Obviamente, esta situación aleja mucho de la normalidad a las personas, donde todo su estilo de vida se ve afectada.  Los efectos que esto tiene a nivel psicológico son enormes, puesto que son varias las situaciones que se modifican, y solo por nombrar algunas te pondré las siguientes:

La rutina

La rutina provee una estructura que da certeza. Sabemos qué es lo que debemos hacer; qué sigue después de terminar una actividad. Quedan claros los tiempos también de descanso, o de ocio. En lo cotidiano, la rutina nos come y nos hace faltan espacios de aire y creatividad. Pero en este momento, la “nada” de horarios laborales y escolares pueden hacernos estar en el otro lado, necesitando estructura.

Las actividades fijas

Las obligaciones y responsabilidades pueden generar agotamiento, tales como el trabajo y el estudio. Sin embargo, no tener ninguna podría generar ansiedad, puesto que estas responsabilidades son una línea que delimita la nada. Es necesario siempre tener en la mira algo que contenga el infinito de posibilidades.

El intercambio social

Hay diferentes tipos de personalidad. Algunas se cargan de energía en la soledad y aislamiento. Otras, en el intercambio social. Como quiera que sea, ambas son necesarias para poder sobrevivir. En lo general, en el curso de la vida, las actividades son de manera social: la escuela, el trabajo, vivir en familia. Después en el descanso algunos eligen estar en silencio, otras eligen encuentros profundos de interacción.

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En este momento, las personas se pueden sentir obligadas por las circunstancias a convivir sin deseos de hacerlo, o por el contrario se pueden sentir aisladas cuando necesitan el contacto humano. Pueden tener la sensación de no tener la posibilidad de elegir libremente lo que necesitan en relación a su intercambio social.

Es importante afrontar estas situaciones buscando herramientas y recursos que nos permitan sostener nuestro estado emocional de la mejor manera. No solo por salud mental, sino que nuestro sistema inmunológico se ve comprometido, puede ser seriamente afectado. Para poder permanecer en las mejores condiciones de salud posibles, te propongo varias acciones:

1 Estructura tu nueva vida temporal

Esta situación de vida no es definitiva; sin embargo, es lo suficientemente prolongada para necesitar una estructura particular. Crea un horario con actividades específicas, tanto de las responsabilidades que aún debes realizar, como otras actividades que creas convenientes. Si vives en familia, pon horarios conjuntos de actividades compartidas, y otros individuales. Esto dará certeza y estructura a tu día a día. Evidentemente tienes en este momento el regalo de la flexibilidad, úsalo a tu favor.

Puedes poner en tu horario una hora específica para limpiar los controles, los celulares, los apagadores de luz, las perillas de las puertas, y todo aquello con lo que más entramos en contacto. Puedes lavarte las manos cada que haya un cambio de actividad en el horario que estableciste.

2 Higiene, alimentación, ejercicio

Cuidar qué comes, bañarte y vestirte en la mañana, y tener actividades en las que puedas mover tu cuerpo son esenciales. Para tener mente sana, también es importante cuerpo sano. Inicia el día -o finaliza- con un poco de ejercicio. Para lograr la actividad física tenemos el gran regalo de la tecnología, puedes poner videos de algo que te guste: pilates, yoga, ejercicios, baile.

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Si tienes escaleras, puedes subirlas y bajarlas en cierto tiempo. Puedes salir a la cochera o jardín a caminar a velocidad, incluso correr. Si la haces al inicio del día, báñate inmediatamente y vístete. Si lo haces al final, báñate y ponte las pijamas. Es importante estar vestido durante el día, para generar un cambio de sensación de estar en casa.

Estar dentro de casa limitará tu actividad física, por lo que es importante bajar en tu esquema alimenticio los azúcares y carbohidratos.

Y recuerda estar lavándote las manos.

3 Asume y nombra tus emociones

Para poder gestionar las emociones, es importante nombrarlas. Puedes hacerlo en conjunto con las personas con las que estás en casa. Si estás solo con los niños, puedes hacerlo en llamada, con otro adulto. También lo puedes poner por escrito a otras personas, o para ti mismo.

Después de tener claro cómo estás emocionalmente, puedes tener más claro qué necesitas hacer. Si estás triste, tal vez necesites llorar un poco. Puede ser que te encuentres molesto, puedes decidir hacer alguna actividad de alto movimiento corporal como ejercicio, o limpiar la casa, o mover los muebles. Si tienes miedo es importante puedas nombrar, cuáles son tus miedos y puedas buscar soluciones posibles, o información que te de elementos para tranquilizarte.

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Después de poder tener claras tus propias emociones, puedes acudir a los menores de los que estés a cargo, para poder ayudarles a ellos a nombrar las suyas. Si no pueden platicarlas, pueden dibujarlas. Para los niños, el dibujo y el juego es su manera de procesar lo que les pasa. Acompáñalos. Ayúdales a identificar su emoción, y con ello, su necesidad.

Lee también: No censures tus emociones, y aprende a aceptar los cambios

4 Si no puedes ir afuera, ve hacia adentro

Muchas veces nos topamos con la dificultad de no poder salir, cuando en general nos educan para hacerlo. Comienza a aprender a ir hacia adentro. Puedes hacer ejercicios de meditación¨; ayudarte del arte pintando, escribiendo, creando música; buscar el silencio contemplativo. Incluso, conectarte con ese ser supremo que te signifique esperanza, a través de la oración.

5 Realicen proyectos postergados por falta de tiempo

La rutina a veces nos come y no nos permite lograr proyectos importantes de la familia, o individuales. Algún libro que deseas leer, una pared que pintar, un álbum familiar… Son algunos proyectos que en este tiempo puedes tomar como el regalo de la oportunidad para hacerlo.

6 Conéctate con los tuyos

Es importante en estos tiempos especialmente refrendar los vínculos. Escríbeles -sea por redes o en cartas a mano y letra- a tus amigos, a tus familiares. Haz videollamadas; trata de conectarte de otras maneras con esas personas que son significativas en tu vida. Especialmente, busca conectarte con aquellos que sabes se encuentran solos en este momento, tal vez te necesiten.

7 Recuerda siempre que es temporal

Cuando empieces a sentirte cansado, desesperado, recuerda que esto es temporal, y que volverás a la rutina de antes. Y respira, respira mucho. Recuerda qué es eso que deseabas cuando no tenías tiempo de nada, y hazlo.

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8 Ante una crisis de ansiedad, respira, medita, sal

Si surge la ansiedad en ti, o en algún miembro de la familia, busquen ejercicios de respiración. Las plataformas tecnológicas tienen varias meditaciones que ayudan.

Salir al jardín, al patio, o incluso si es necesario en el auto a dar la vuelta aunque sea para que sientan que pueden sentir el aire, con la ventana abierta y que tienen aún libertad.

Tal vez pueda ser el momento para salir a comprar las provisiones necesarias -trata de que sea solo una vez por semana, y que justo sea el momento en el que necesites tomar aire.

Otra opción es buscar entrar en contacto con alguien, acompañarse a veces amortigua y disminuye la sensación.

Si estás con otras personas en el aislamiento, puedes pedirle que te abrace. Los abrazos generan una supresión en el sistema nervioso. Un abrazo con suficiente presión que sea agradablemente fuerte, y prolongado, disminuye incluso el pulso, ritmo cardíaco. Ayuda a tranquilizar, incluso si al principio no es agradable, es como una medicina a tomar.

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Busca ayuda profesional de ser necesario. Hay muchos que dan consulta en línea ante estos tiempos de crisis.

9 Recupera aprendizajes

Escenarios diferentes, generan experiencias diferentes. Estas experiencias diferentes también están acompañadas de aprendizajes diferentes. Recupera qué aprendes cada día, qué sí funciona, qué no. Qué aprecias y agradeces de esta circunstancia. Qué quisieras hacer diferente cuando termine.

10 Busca sentido

Cuando de pronto sientas que estar encerrado no tiene sentido, vuelve a informarte, mira las gráficas del resultado de tu aislamiento. Busca información sólida y de fuentes confiables que te ayuden a encontrar el sentido de estar encerrados. Mira los efectos positivos que tiene esta nueva realidad. Esto te ayudará a sobrellevarlo.

Esto terminará. La intención es que puedas terminarlo en las mejores condiciones posibles.

Y tu, ¿qué otras cosas recomiendas?

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Danitza Covarrubias

Danitza es originaria de Guadalajara, Jalisco, en México. Licenciada en psicología y maestra en desarrollo transgeneracional sistémico, con certificación en psicología positiva, así como estudios en desarrollo humano, transpersonal y relacional. Psicoterapeuta, docente, escritora y madre de 3. Firme creyente que esta profesión es un estilo de vida.