Soluciona de una vez por todas los problemas de sueño de tu hijo adolescente; 7 secretos infalibles
Tu hijo necesita dormir y dormir a profundidad para poder completar esta etapa de desarrollo físico e intelectual. ¿Lo está haciendo como se debe?
Emma E. Sánchez
Con frecuencia digo que los adolescentes, para las madres, son nuestros bebés por segunda vez, sólo que ahora pesan más de 70 kilos y muchas veces son ¡más altos que sus padres! Sin embargo, tienen las mismas necesidades de afecto, atención y deseos de que los dejemos hacer las cosas por ellos mismos -buscan independencia y libertad-, tienen la necesidad de los mejores alimentos para su desarrollo procurando que descansen, que duerman para que recuperen las energías y la famosa hormona de crecimiento termine de hacer lo suyo.
Un adolescente debe dormir entre ocho y nueve y media horas por noche, pero las nuevas condiciones de vida a las que se enfrentan nos dicen que esta nueva generación no está durmiendo, muchas veces, ni cinco horas corridas. Entre tantas actividades que realizan, el abuso de las tecnologías y la facilidad de tener acceso las 24 horas del día a videojuegos, películas y demás distractores, junto con padres permisivos y la carencia de límites en el hogar, tenemos como resultado jovencitos con trastornos y consecuencias de serias hasta graves en su salud y desarrollo.
En serio, ¿mi hijo debe dormir tanto?
¡Los adolescentes son unos flojos!
En esta etapa de vida, tu muchacho debe dormir lo necesario porque, de no hacerlo, puede presentar problemas como:
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Sobrepeso
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Falta de concentración
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Bajo desempeño académico
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Accidentes viales (si ya maneja)
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Y es proclive a enfermarse más
¿Cómo puedo saber si mi hijo necesita dormir un poco más?
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Lo ves adormilado todo el día y en la escuela los profesores te dicen lo mismo
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Sus olvidos son continuos
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Anda de mal genio, se enoja e irrita con facilidad
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En la noche no puede dormir, o se despierta una y otra vez
Siete sugerencias para ayudarlo
1. Rutina para ir a la cama
Igual que cuando era un pequeñito, pero ahora mediante el afecto y el diálogo -no regaño-, debemos invitarlo a seguir una rutina para ir a la cama, ya sabes: todos los días a la misma hora, que por la tarde hagas sus actividades, luego establecer horario para cenar, asearse, tomar un baño, relajarse e ir a la cama con la luz apagada y sin el celular encendido.
2. El levanto también es hábito
Lo mismo: una hora fija para despertar, disponer una alarma agradable -tal vez musical-, con tiempo suficiente para desayunar y no andar a las carreras.
3. Adiós a la cafeína
Ni café o alguna otra bebida energizante por la noche o el resto del día. Los adolescentes activos, que practican algún deporte o que tienen muchas actividades, a veces comienzan a utilizar bebidas energéticas cuyos componentes alteran su organismo; es preferible evitarlas a toda costa.
4. La cama sólo para dormir
En su recámara puede haber un escritorio o un área para trabajar y hacer tareas, pero la cama debe estar únicamente relacionada con dormir, de tal manera que al llegar a ella, llegue el sueño también. Cuida que su habitación invite al descanso, que pueda oscurecerse, que esté ventilada y no haya ruidos altos o en exceso.
5. Tomar algo calientito antes de ir a dormir
Un té o un vaso de leche tibia, pero nunca café, ¡ya lo hablamos!
6. Relajarse, platicar
Cuando era pequeño lo llevabas a la cama con un cuento y oraban juntos. Retoma el buen hábito: platiquen de situaciones agradables y busca que el día cierre en paz. El adolescente necesita seguridad y saberse amado y aceptado, pues su mundo y su cuerpo están de cabeza.
7. Acudan al médico si tu hijo presenta
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Sonambulismo
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No duerme
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O duerme todo el día
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Tiene muchos movimientos involuntarios cuando está dormido
Dormir es una necesidad que tenemos, y moriríamos si dejara de funcionar como se debe, por eso es tan importante estar al pendiente de que tu hijo adolescente duerma con tranquilidad y lo suficiente.