Su bebé lloraba sin parar y cuando le quita el calcetín se dan cuenta del terrible error que habían cometido
La importancia de estar atentos ante la insistencia de los más pequeños puede salvarles la vida y aliviarlos de un gran dolor.
Fernanda Gonzalez Casafús
Los padres sabemos cuánto nos preocupa que nuestro hijo tenga fiebre. Más aún si es bebé, pues el peligro es mayor. También sabemos que cuando llora es porque algo le sucede. La importancia de atender los llantos de nuestros hijos radica en que puede salvarlos de algo peligroso, como le pasó a un bebé en Kansas, Estados Unidos.
Según reporta el sitio Newsner, Molly era una sana bebé que había nacido 7 semanas antes de lo esperado, pero aún así estaba en perfectas condiciones de salud, y en casa juntos a sus padres. Lloraba asiduamente como cualquier bebé cuando tiene hambre, sueño, gases o dolores de barriguita. Pero un día, y cuando ya tenía 5 meses de edad, lloraba mucho y no había nada que pudiera calmarla.
Llantos y fiebre
Aún recuerdo cuando mis hijos eran menores a un año, que los llantos formaban parte de la vida cotidiana; pues en muchos casos, les costaba conciliar el sueño, o sufrían de algunos dolorcitos. También recuerdo lo mal que me sentía como mamá si no podía calmar su inquietud.
Scott y Jessica Walker,los padres de la pequeña Molly notaron un día que la bebé estaba muy caliente; tenía fiebre. Entonces, comenzaron a quitarle la ropa para darle un baño de agua tibia, como es recomendable hacer en primera instancia para bajar la temperatura corporal. La bebé lloraba tanto que pensaron que se debía al malestar que le generaba la fiebre.
Pero notaron algo fuera de lo normal
Según lo expresado en el sitio ABC news, Scott contó: “Molly estaba gritando, llorando, a pesar de que ya había sido alimentada, cambiada y no quería ni su chupete”. Sin embargo, se dieron cuenta de su calcetín derecho estaba mojado y el calcetín izquierdo estaba seco. Su pie estaba sudando. Y cuando quitaron el calcetín vieron lo que le estaba ocasionando tanto llanto descontrolado.
Un pelo
La bebé tenía un pelo alrededor de uno de los deditos de su pie, haciendo un torniquete. La sangre no podía pasar y se estaba hinchando cada vez más, provocando un gran dolor. Jessica, quien trabaja como enfermera, rápidamente reaccionó y utilizó un instrumental específico para remover el pelo atascado con la mayor presición posible, y para que la niña no sienta más dolor aún.
Algo bastante normal
Al parecer, y luego de que los médicos observaran el pie de Molly, los padres se enteraron que este sindrome es más común de lo que se cree y se llama “síndrome de torniquete del dedo”, y sucede cuando un pelo se enreda a un dedo provocando una presión tal que la sangre deja de circular.
Según la especialista Julie Gallombardo, médica del Departamento de Pediatría de la Universidad de Nueva York, dijo que la condición puede causar una infección grave y que un niño puede perder un dedo como resultado, según lo reportado por Daily Mail
Estar atentos a lo que los niños comunican
Situaciones como éstas son muy peligrosas, pues los niños cuando no pueden hacer uso de la palabra utilizarán el llanto y su propia gestualidad para captar la atención de sus padres. Si los padres o cuidadores presenten hacen caso omiso del llanto del pequeño, estas situaciones pueden tornarse muy estresantes y dolorosas para el niño.
Hace unos días, mi hijo de 2 años me dijo que algo le molestaba en el pantalón. Como yo sé que a él le encanta andar por casa como Dios lo trajo al mundo, pensé que era una de sus tácticas para quitarse la ropa y no volver a ponérsela. Al principio le dije “no te quites el pantalón”. Pero luego, insistía. Entonces, bajé cuidadosamente su ropa y encontré que tenía una pequeña astilla de madera que le estaba pinchando la nalga. Se me cruzaron muchas cosas por la cabeza, y me agradecí a mí misma estar atenta ante el reclamo de mi hijo, pues podría haberse clavado esa astilla e infectarse.
Revisar y controlar a los bebés
Es fundamental que, como padres, y ante el llanto constante de nuestros hijos tomemos como medida revisar detalladamente toda la piel del niño. Quitar toda la ropa y el pañal facilitará ver en deteniemiento si el niño tiene algo que lo está molestando. Asimismo, hay que controlar la ropa que usa, pues una simple etiqueta o la misma tela puede estar causando alguna molestia o reacción alérgica.
Siempre atiende el llanto de tu hijo. Y si aún, habiendo revisado cada partecita de su cuerpo y habiendo chuequeado que no tiene ni hambre ni sueño, continúa llorando, llévalo de inmediato al médico.