Su gato le dio lecciones para ser feliz. Ahora ella te las comparte a ti

Cada día, a cada instante, tú puedes escoger qué emociones o actitudes tener ante los retos cotidianos. Lo que elijas quedará, hasta que decidas cambiarlo.

Marta Martínez Aguirre

El viernes en la mañana preparé mi mochila, desayuné a toda prisa y salí rumbo al colegio Teresita de Lisieux. Apenas abrí la puerta, la densa neblina cubrió toda mi visión. Mi gato Bilbo saltó por la ventana entreabierta y corrió hacia el frente de la casa. Mientras yo cerraba la puerta, él vino corriendo hacia mí, con sus patitas húmedas y su pelo completamente erizado. Del otro lado del enebro, un sapo enorme estaba atrapado entre unos ladrillos del cantero.

Mi gato de siete kilos, al sentirse seguro con mi presencia, saltó de mis brazos y empezó a escarbar la tierra, liberando al sapo, quien salió a toda prisa hacia unas plantas. No pasó mucho tiempo más cuando Bilbo empezó a correr de alegría por todo el terreno, celebrando su acto de bondad. Acaricié su lomo robusto de terciopelo negro y besé sus mejillas tupidas de lunas nuevas y magia angelical. Satisfecho, trepó a la ventana con su aire de acróbata viejo y ronroneó suavemente para despedirme. Imagino que en pocos segundos el resto de mis gatos estuvieron al tanto de su aventura mañanera.

Aprende a ser feliz, todos los días

La felicidad es el resultado de la actitud ante una vida cotidiana llena de amaneceres. Bilbo me enseña cada día un conjunto de valiosas lecciones para enfrentar la vida, con sus mañanas primaverales o de niebla intensa. Hoy quiero compartir contido algunas de sus enseñanzas:

Piensa en el sol

Quizás en tu diario vivir enfrentas retos y la neblina de las preocupaciones, temores e incertidumbres por lo general cubre tu perspectiva y te impide ver con claridad. Pudiendo vivir una vida placentera, te dejas vencer por el desánimo y te sumerges en la densa niebla que lo cubre todo. Pero recuerda que el sol está más allá de la niebla y, tarde o temprano, saldrá llevándosela consigo.

Cinco minutos en la naturaleza

Cada mañana Bilbo salta por la ventana abierta y sale, a pesar del clima, a recorrer el jardín. La mayoría de las veces lo acompaño hasta el frente de la casa y disfruto su desafío de corretearlo entre las plantas: él se esconde, abre sus ojos bien grandes y me sorprende saltando a mis pies. Bilbo posee cáncer en uno de sus labios y a pesar de su tratamiento invasivo, nunca ha dejado de hacer sus ejercicios matinales, incluyéndome en sus juegos. Jo Barton y Jules Pretty, de la Universidad de Essex en Colchester, Inglaterra, han descubierto que existe una amplia relación entre hacer ejercicio al aire libre y la mejora del ánimo y de la autoestima. Sus estudios demostraron que cinco minutos diarios en contacto con la naturaleza son suficientes para levantar el ánimo y la autoestima.

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Sentido del humor y actividades lúdicas

Hay investigaciones que demuestran que la risa combate el estrés, eleva el estado de ánimo y ahuyenta las emociones negativas. Las personas que poseen un humor sano, tienden a no sufrir de depresión, poseen mayor autoestima y son más felices. Asociado al sentido del humor está la necesidad de volver a jugar. ¿Sabes que es muy recomendable para la salud mental, que los adultos adquieran nuevamente el hábito de jugar como cuando eran niños? Juegos de mesa, juegos de improvisación como el “dígalo con mímica”, en el cual debes adivinar el nombre de la película, son actividades que deberían estar en tu agenda semanal.

Ayudar a alguien

Sin importar lo espesa que pueda ser la niebla, el bien es un valor que no se agota. Las buenas acciones, por pequeñas que sean y lo insignificantes que puedan parecer, generan una onda expansiva de bondad y dicha en el entorno y en quien las realiza. Ponte la meta de hacer un número determinado, pero realista, de buenas acciones cada día. Al cabo de un mes, habrás notado la diferencia: la neblina podrá cubrir tu diario vivir, pero no impedir que hagas tu vida más placentera.

Cada día, a cada instante, tú puedes escoger qué emociones o actitudes tener ante los retos cotidianos. Lo que elijas quedará, hasta que decidas cambiarlo. Ojalá no te quedes con la neblina. La felicidad, como el sol, siempre está. Y, finalmente, ¡gracias Bilbo! Tú no has ido a la universidad, pero sigues tu llamado a ser feliz y, con ello, me desafías a enfrentar la niebla cotidiana.

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Marta Martínez Aguirre

Marta Martínez es de Uruguay. Posee una licenciatura en Psicología, y un posgrado en Logoterapia. Ama todo lo que hace y adora servir. Es especialista en atención psicológica domiciliaria. Contacto: