Su hija le pedía ayuda llorando, y ella no la ayudó. El motivo de esta madre te dejará pensando
A veces creemos que ayudamos a nuestros hijos, cuando en verdad sólo coartamos sus experiencias
Fernanda Gonzalez Casafús
Los niños pequeños suelen frustrarse demasiado rápido cuando algo no sale como ellos quieren. Entonces, se dan por vencidos y piden ayuda de inmediato. Puedes acudir rápidamente y solucionar su problema, o puedes dejarlo que se frustre, aprenda, y vuelva a intentarlo.
Lauren Lodder es una madre oriunda de Texas, Estados Unidos, quien comparte en facebook las vivencias de su maternidad. Uno de sus posteos se hizo viral, pues detalló paso a paso un día entero en la vida de su hija, cuando intenta realizar actividades que no hace a la perfección, pero donde su madre no sólo no se involucra, sino que se niega a ayudarla cuando su hija se lo pide. Y su razón es tan poderosa como polémica.
La mayoría de nosotros no siempre tenemos paciencia cuando vemos a nuestros hijo luchando con algo que no pueden hacer. Puede ser una tentación atar los cordones de sus zapatillas cuando él se toma más tiempo del que tú esperas, o puedes querer bajarlo de la silla cuando te está ayudando en la cocina y cae más harina en la encimera que dentro de la olla. Sin embargo, como padres, hay algo muy valioso que podemos hacer: tener paciencia, y ayudarlos a ser ellos mismos.
Una decisión que divide las aguas
Lauren cuenta en su publicación cómo su hija luchaba con sus cordones y lloraba pidiéndole ayuda, ya que ella no lograba atarlos. La madre se negó y le dijo que ella podría hacerlo. Y así con otras cosas más, como cuando le pidió que la ayude con la tarea de matemáticas, o cuando le pidió que suba a su habitación para darle un vaso más de agua antes de dormir. En todas las ocasiones su madre dijo “no”, y el motivo, es que lo que esta madre espera es criar una hija independiente, autónoma y con confianza en sí misma. Sólo que, para muchos, la forma es bastante extremista ¿Lo es?
“Sus manitas revoloteaban sobre largos cordones blancos. Un lazo flojo colgaba inerte por el costado.” ¡Este zapato es malo! ” la niña gritó, golpeándolo con su mano. “¡Simplemente hazlo mamá!”, dijo. “No, es tu zapato”, le respondí. Suspiró y se quejó. La dejé luchar”, cuenta Lauren en su publicación.
“Nuestros hijos no vivirán con nosotros para siempre, no siempre estaremos allí para solucionar sus problemas, ayudarlos a evitar errores o atarse los zapatos, y aunque pudiéramos, no deberíamos”, escribió a modo de reflexión. Y su posteo generó tanto asombro entre sus seguidores, que se hizo viral, invitando también a la reflexión a cientos de padres, quienes pueden o no estar de acuerdo con su forma de enseñarle la independencia y autoconfianza a la pequeña.
“No esperaba que mi publicación fuera tan polémica, pero parece que algunos padres no están de acuerdo con mi estilo de crianza. Sospecho que fue mi uso de la palabra ‘lucha’. Para algunos, parece tener una connotación negativa. Ella tenía que poner algo de esfuerzo en su trabajo. Ella comete errores y aprende de ellos “, dijo Lauren según ABC News.
Ayudar o no ayudar
Para muchos padres puede llegar a ser extremista la forma en la que Lauren cría a su hija. Sin embargo, es cierto que muchos padres, en el afán de socorrer a sus hijos ante algún pedido, terminan por invalidar sus propias capacidades y evitan que sus hijos tengan experiencias de aprendizaje importantes y necesarias. Si esas experiencias no se dan en la infancia, luego serán mucho más difícil de sobrellevar en la vida adulta. En este sentido, Lauren dijo: “Para cuando mi hija llegue a la universidad, quiero que sepa que continuaré apoyándola y que la amaré en todos los sentidos, pero sus logros son sus logros y sus fracasos son sus fallas, y debe ser responsable de ello”.
Lauren cree que el problema es que los padres temen que si su hijo no soluciona algo de inmediato, lesionará su confianza en sí mismos, mientras que en verdad, sucede todo lo contrario, ya que el aprendizaje ocurre durante el período de prueba y error. La mujer, quien tiene además otra hija dijo que siempre llevó a cabo el mismo estilo de crianza: “Cuando eran bebés, no los recogía cada vez que se dejaban caer. Les dejo aprender a confiar en sus propias capacidades”, explicó.
La mujer admite que ve en su hija toda la confianza y la autonomía en muchos aspectos de su vida. “Si no puede alcanzar algo, no me grita que venga a buscarlo. En cambio, resuelve el problema: agarra una silla o se sube al mostrador. Si comete un error,ella lo intenta una y otra vez, y otra vez hasta que lo logra. Para ella, el logro es la recompensa “, dice.
Estar allí para los hijos
Esta madre admite que ella estará allí para sus hijos. Reconozco que se debe tener un gran coraje y valentía para llevar adelante este tipo de crianza al extremo. Más de una vez he sucumbido al pedido de mis hijos cuando los veo demasiado cansados o frustrados tras intentarlo, pero, en líneas generales, también trato de que ellos mismos lo logran. Y debo decir que las veces que dejo que intenten solucionarlo solos es cuando más éxito obtienen.
Concuerdo con esta madre en que los niños deben saber que ellos mismos pueden lograrlo. Por ello, es tan importante mostrarles que ellos mismos pueden hacer cosas por sí mismos, como atarse los cordones, o ponerse las zapatillas, las medias o los abrigos, sin ayuda de nadie. De todas formas, cuando mis hijos me piden ayuda nunca respondo con un “no” rotundo, pues no quiero que tengan la sensación de que no quiero ayudarlos, sino que me acerco y los aliento a que lo hagan por sí mismos, y casi siempre lo logran.
¿Coincides tú con la forma de crianza de esta madre para criar hijos independientes?