Su infidelidad me salvó la vida
A veces amas tanto a alguien, que es difícil entender cómo ha podido engañarte. Pese a eso, pasado el tiempo te das cuenta de que nada mejor pudo haberte ocurrido en la vida.
Erika Otero Romero
Carolina tuvo una relación con un hombre que creía que la amaba de la misma manera que ella a él. La relación no era reciente, ella lo conocía de años y creía saber mucho de su vida y su historia como para darle su confianza. Sin embargo, después de un tiempo de haberse comprometido, las cosas empezaron a ir mal. Carolina se dio cuenta de que él se estaba viendo con una mujer con quien había tenido una relación bastante turbulenta en el pasado, pero al confrontarlo acerca de esos encuentros, él le restó importancia y negó tener algo que ver con la otra.
Carolina empezó a desconfiar de él y cualquier cosa que le decía la hallaba sospechosa, pues algo le decía que no era honesto, y no se equivocó. Días después, tomó la decisión de dar por terminada la relación. Y no fue sorpresa para ella darse cuenta de que él deseaba lo mismo, así que el choque emocional no resultó tan duro.
Luego de un tiempo, sin embargo, la sorprendió el hecho de que él quisiera regresar con ella; por fortuna, ese mismo día ella se enteró que cuando empezaron su relación, él llevaba un tiempo saliendo con la mujer con la que ella lo había visto antes; por si todo esto fuera poco, la mujer estaba embarazada de él. Sí, sus sospechas habían sido confirmadas.
Carolina ahora está agradecida de no haberse casado con él. Descubrir que había sido una burla para su pareja, le hizo sentir una mezcla de enojo y alivio, una rara y liberadora combinación que la llenó de fortaleza para poner distancia de por medio.
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Su infidelidad la salvó
No es extraño para Carolina encontrarse pensando en cómo hubiera sido su vida de haberse casado con él, lo engañada y maltratada que estuviera hoy. Por eso, si algo tiene que agradecerle a la vida y a la infidelidad del tipo es que eso la salvó de haber cometido el peor error de su existencia.
Así como Carolina, muchas mujeres y hombres a diario sufren a causa de una infidelidad. Si eres una de esas personas, lo mejor que puedes hacer es reconsiderar la razón de tu dolor, ya que esa persona que te engañó no merece ni por un segundo tu sufrimiento.
Es momento de que pongas atención a estos tres aspectos que quizás ahora no estás en capacidad emocional de ver, pero que después de un tiempo te harán sentir mucho alivio mental y emocional:
1. No merece tu sufrimiento
Debes hacerte consiente de que si te hubiera amado, jamás te hubiera engañado. Quién ama, no lastima y antes que engañarte, lo que hace, si es que ya no siente lo mismo por ti, es ser sincero contigo y alejarse de ti, pero jamás cae tan bajo como para llegar al punto de verte la cara.
Lo que más te conviene es distanciarte todo lo que puedas y si, por cosas de la vida, debes verlo más veces de las que deseas, muéstrate como una persona digna, atractiva y feliz, aunque el dolor te coma por dentro. Haz que ese engaño sea una especie de cargador de batería que te impulse a alcanzar tus metas y a ser una mejor versión de ti misma.
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2. Todo pasa por algo
El futuro no es posible conocerlo, pero ten la seguridad de que nadie que obre mal tendrá días venideros exitosos o felices. No se trata de venganza, sino de que todo lo que haces, tarde o temprano, tiene la recompensa que se ha ganado.
Deja que el tiempo pase, y sana. Ocupa tu tiempo en servir a otras personas, ya que cuando ayudas a los demás de manera directa te estás ayudando a ti misma; además, no tienes por qué sentirte mal por algo que no has hecho. Sé feliz.
Si hubiera sido para ti estar con esa persona, todo se hubiera puesto a favor de esa relación. No lo fue, y es por algo.
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3. Mereces a alguien que te valore
Por experiencia puedo decirte que quien te ha engañado muchas veces, buscará la manera de entrar de nuevo en tu vida. Por fortuna, tratará de hacerlo cuando tus heridas ya hayan sanado y tu autoestima se haya recuperado.
Depositar de nuevo tu confianza en quien te ha engañado es una cuestión muy difícil, no sé si imposible pero sí muy improbable, y a no ser que haya demostrado que de verdad se la ha ganado, esa oportunidad no se la otorgues. Eso sí, perdona, porque el perdón es un regalo que primero te haces a ti misma y luego, a quien te lastimó.
Con todo, siempre tendrás la oportunidad de conocer a alguien más e iniciar una historia de amor que puede llegar a ser la indicada. No te apures y continúa adelante.