Sugerencias de una neurocientífica para resolver el dolor de cabeza
Marilú Ochoa Méndez
Somos máquinas perfectas, capaces de las más bellas obras de arte, de los actos más compasivos y de los avances técnicos y científicos más asombrosos.
En un día, podemos jugar, atender pequeñitos, resolver un problema laboral, tener una cita romántica y sacar a pasear al perro. Pero existe algo que puede detenernos y hacernos el día pesado y avasallador: el dolor de cabeza.
No es quitarlo, es resolverlo
Con tantos recursos que contamos, y con el peso cotidiano de nuestras actividades y obligaciones, lo primero que se nos ocurre, es deshacernos del dolor con una pastilla.
Pero lo que la investigadora Amanda Ellison, profesora de Neurociencia de la Durham University recomienda en The Conversation, es buscar soluciones a largo plazo, que resuelvan el padecimiento, no paliativos momentáneos y a la larga peligrosos.
Primero, conocerlo
Antes de eliminar el dolor, o suavizarlo, se nos recomienda observarlo. Dónde se origina y qué lo hace más intenso, son grandes pistas para ubicar a qué se debe esta común molestia:
“El dolor en la cara y la frente son marcadores de dolor de cabeza relacionado con los senos nasales, mientras que la sensación de un taladro neumático en algún lugar de nuestro cráneo suele ser migraña“, según indica el texto.
Su origen te va a sorprender
Estos dolores se originan por una vasodilatación en la cabeza. Conforme esos vasos cercanos al cerebro crecen, lo que para nosotros es dolor, es el llamado de atención de los receptores cerebrales a la amenaza de un rompimiento de estas venas.
Esto sucede porque: “la sangre es tóxica para el tejido cerebral y, por lo tanto, se mantiene separada a través de la barrera hematoencefálica. Si un vaso sanguíneo tiene fugas o se rompe, esto da como resultado una hemorragia y la muerte del tejido cerebral en el que se filtra la sangre“, según reseña el estudio citado.
Esto nos muestra claramente por qué es tan importante hallar la causa de los dolores de cabeza, en vez de solo esconderlos detrás de un ibuprofeno.
Consejo 1: Piensa más allá de tu cabeza
Es claro que los dolores de cabeza se producen ahí, pero nota por favor que pueden ser provocados fuera de ella. La doctora Ellison, quien lleva más de 20 años investigando sobre el tema, nos dice que:
“Si vemos el dolor de cabeza como algo aislado de nuestro cráneo, nunca entenderemos realmente su causa, nuestra experiencia o cómo podemos mitigarlo mejor“.
Una mala postura, cierto tipo de alimentación, encontrarse sentados mirando fijamente el ordenador, son algunos casos de situaciones fuera de la cabeza, que nos afectan y producen este dolor.
Consejo 2: Presta atención al dolor
Si hablamos de que esta molestia se genera por una ampliación de los vasos sanguíneos cercanos al cerebro, tiene sentido que usemos ibuprofeno o paracetamol para evitar el dolor, porque estos medicamentos también desinflaman.
Pero normalizar la costumbre, e ignorar las causas de este padecimiento, pensando que porque no duele ya, se ha solucionado es un gran error.
El dolor está ahí por algo, prestémosle atención.
Es común que -si pensamos que el dolor está ahí por estrés- la solución sea tomar una copa de vino tinto. Sin embargo, el alcohol, para ser procesado por nuestro riñón, requiere agua. El cerebro, que está formado por un 70% de agua, la presta para esta función. Esto ocasiona entonces una sobrecarga para el órgano, que justamente, había lanzado un alarma para ser liberarse, no ser exigido.
Consejo 3: Utiliza los analgésicos naturales del cerebro
El cerebro posee analgésicos naturales, neuroquímicos que al potenciarse, no solo eliminan la vasodilatación, sino que restauran el balance químico de este importante órgano.
La serotonina y la oxitocina, así como la dopamina, logran este efecto: “Reírse de una comedia, disfrutar de la compañía de un buen amigo o disfrutar de un poco de intimidad con una pareja aumentará estas hormonas en varios grados“, sugiera la doctora Allison.
La sugerencia es entonces, que -al experimentar este dolor- y reconocer si no se debe a una enfermedad o deshidratación, poses tu mirada en tu vida, en tus actividades y alimentación. Seguro ahí, encontrarás lo que tu cabeza te grita, y ahora sabes descifrar.
Algunos datos curiosos
Para complementar lo que hasta hoy hemos aprendido al respecto, te comparto diez datos curiosos de la cefalea:
1 Sufrir dolor de cabeza de manera frecuente hace que tengas menos tolerancia a sufrir y soportar otras dolencias.
2 Si tu cuerpo está acostumbrado a cierta dosis de cafeína diaria, el no recibirla puede generar dolor de cabeza.
3 El cerebro, en realidad, no puede doler (arriba veíamos que lo que interpretamos como “dolor” es el riesgo de que su tejido esté en contacto con la sangre).
4 La conocida “cruda” o resaca después de una ingesta alta de alcohol, se produce porque esta bebida es vasodilatadora.
5 El dolor de cabeza es más común en las mujeres, y suele aparecer en las personas por primera vez entre los 15 y los 30 años.
6 Una de cada tres personas con dolor de cabeza es más propensa a sufrir depresión.
7 El trastorno neurológico que más personas lleva a consulta médica es la cefalea.
8 Las endorfinas tienen un límite en su producción en aquellos que sufren migraña.
9 El pretexto común citado en libros y películas de las mujeres para rechazar la intimidad sexual no tiene sustento científico, la relación conyugal, al generar endorfinas, lo disminuye o elimina.
10 Un adulto de cada veinte sufre con excesiva frecuencia dolores de cabeza, y se conforma con automedicarse, en vez de tratarse con el especialista.
Como ves, un dolor de cabeza es un tema que requiere atención y cuidado. Si la información te parece útil, ¡comparte!