Supera el odio hacia tus padres
Muchos cargamos con los dolores del pasado; sin embargo, todos tenemos la posibilidad y la responsabilidad de sanar, de romper esa cadena, por nuestro bien y por el de generaciones por venir.
Denhi Chaney
No es fácil escribir un artículo como este, porque escribir acerca de nuestros padres siempre será un asunto complicado. Como mencioné en el primer artículo de esta serie (“¿Por qué odio a mis padres?”), el sentir odio hacia nuestros padres es un sentimiento confuso y doloroso; aunque a veces esté justificado, porque todavía de adultos seguimos sintiendo el sufrimiento de aquello que sobrevivimos de niños. Sin embargo, el propósito de este artículo es decirte que no tienes que vivir con ese odio para siempre, que es posible sanar. No existen excusas para vivir con la carga de estos sentimientos; repito: aunque de algún modo sean justificados, es nuestra decisión el sanar de ellos.
Es importante mencionar que el sanar lleva bastante tiempo, porque, decía ya, se trata de nuestros padres. Ten paciencia con tu proceso, que es de talante individual y único; no dudes de tu capacidad de lograrlo aun cuando parezca en suma difícil. Ten presente que algo que vale la pena siempre precisa de nuestro mejor esfuerzo, y esta no es la excepción. A continuación te presento algunas sugerencias para empezar con este proceso:
1. Infórmate de la vida de tus padres
Muchas veces nuestros padres repiten el abuso y negligencia que ellos experimentaron en carne propia, porque no han sanado de esas heridas. Aunque esto no justifica sus acciones, sí te provee de información el saber que el abuso no tiene nada que ver contigo, y que se transmite y practica de generación en generación. En pocas palabras, a veces no podemos exigirles a nuestros padres lo que ellos nunca aprendieron a hacer y a dar.
2. Decide perdonar
Este es tal vez el paso más difícil; mas el perdonar es un regalo que te das a ti mismo y tiene poco o nada que ver con tus padres. El perdonar te proporciona paz y felicidad, pues el conservar rencor no te beneficia, y no cambia el pasado: es energía tirada a la basura.
3. Escoge ser un miembro transitorio
El miembro transitorio es aquel que decide romper la cadena de abuso que se va de generación en generación, y el primer paso para lograr esto es sanar de nuestras propias heridas, ya que muchas veces, al no hacerlo, nos vemos en la tentación de cometer el mismo error.
4. Enfócate en lo que has aprendido
Aunque todos queremos padres que nos apoyen y nos demuestren su amor y de esa forma aprender, también debemos de aceptar que uno aprende de lo que no recibió.
Decide sanar el día de hoy, y no ser presa del error que tus padres cometieron. Te prometo que los resultados se verán en ti y en decenas de generaciones por venir.