¿Te atormenta la culpa? 6 cosas que debes saber para dejar de afligirte
Eres el resultado del aprendizaje que obtuviste gracias a tus errores. ¿Qué tanto la culpa maneja tu vida?
Erika Patricia Otero
Culpa, todos nos hemos sentido culpables de algo que hicimos o dejamos de hacer. Para algunos es algo con lo que pueden lidiar, es como si no tuvieran remordimientos; sin embargo, hay otras personas a las que les cuesta librarse de la angustia que generan los sentimientos de culpabilidad.
Las razones por las que nos sentimos culpables van a cambiar de persona a persona; además, están ligadas estrechamente a nuestro patrón de valores y principios. Ya sea que esas “reglas” hayan sido las que te inculcaron, o una incorporación que hiciste a lo largo de los años, que las traspases va a generarte conflicto interno.
La culpa y su papel regulador social
Hay que dejar claro algo: de cada error que cometemos en la vida aprendemos una lección importante; eso pasa también cuando sentimos culpa.
La culpa actúa como un regulador social porque nos obliga a hacernos consientes de cómo nos relacionamos con los demás.
Funciona de esta manera:
Surge malestar al darnos cuenta que hemos hecho algo que genera daño a nosotros o a alguien más. Valga decir que no todos experimentamos sentimientos de culpa; las personas con perfiles psicopáticos o narcisistas jamás van a sentir culpa
Ahora bien, la culpa y los sentimientos negativos que experimentamos nos llevan a interiorizar y analizar la situación. A la vez, adquirir ese nivel de conciencia sobre nuestros fallos nos lleva a querer hacer un cambio; a querer mejorar como personas.
En un principio la culpa puede ser entendida como algo negativo; sin embargo, no lo es porque al llevarnos a mejorar adquiere un valor positivo para nuestras vidas.
El problema radica cuando no sabemos lidiar con la culpa. Quienes no la elaboran de manera correcta, van a estar dandole vueltas al problema una y otra vez. Van a estar arrepintiéndose constantemente y pensando en lo que pudieron hacer de manera diferente; y es ahí donde llega la angustia.
Entender la culpa te liberará de ella
Algo básico que debemos comprender de la culpa es que casi todos los seres humanos la experimentamos; por distintas razones, pero todos hemos estado en ese lugar.
Todos nos equivocamos, esto debería darnos un poco de consuelo; sin embargo, no debemos quedarnos en esto, tenemos que buscar la manera de resarcir el error y seguir adelante. Esto es lo que ocurre cuando no resolvemos los sentimientos de culpa; nos quedamos dando vueltas en el mismo lugar, llenos de angustia y muriendo lentamente.
Hay varios aspectos de la culpa que debes entender y aquí los expondremos:
1 Los sentimientos de culpa son necesarios
Los sentimientos de culpa nos hacen consientes de nuestros fallos y nos llevan a querer ser mejores personas.
Es cierto, la culpa puede ser angustiante; por eso, debes cuidar que no pase el límite. Hay que experimentarla como algo natural, sin hacer drama ni darle el control de tu vida.
Debes comprender que el fin de esos sentimientos incómodos es que seas consiente de tu falta y repares tu error.
2 ¿Es real o no?
A veces nos sentimos culpables por cosas tan inverosímiles como procrastinar.
Es justo que te sientas mal porque causaste dolor a una persona; sin embargo, sentirte angustiado por no poder hacer algo a la perfección, por ejemplo, es absurdo.
No es que le quiera restar importancia a estos asuntos; aun así, no puedes comparar causar sufrimiento, con una culpa malsana por algo que se sale de tus manos.
3 Pide perdón y reivindícate
Curar tus sentimientos de culpa pueden remediarse reivindicándote de tu error.
Puedes pedir disculpas de corazón a quien dañaste. También puedes hacer algo para resarcir tu falta; haciendo servicio o lo que sientas que puede reparar el daño. El punto es que lo hagas de corazón para que la acción merezca el valor que persigue: aprender y hacerte mejor persona.
4 No eres perfecto
Evidentemente nadie lo es; así que no tiene ningún sentido sentirse mal porque no se es un alumno perfecto, o el mejor padre. Cuando comprendas que dar lo mejor de ti es suficiente, serás más feliz.
5 Sé amable contigo
Solemos ser muy duros con nosotros mismos. Esto es dañino porque nos generamos mucho dolor.
Ser amable y comprensivo contigo mismo respecto a tus fallos te hará ser bueno. Esa bondad se expresará tanto en la manera como te profesas amor, y la forma como tratas a los demás.
6 Valora tus buenas acciones
No minimices tus buenas acciones por un error. A veces le restamos importancia a nuestros actos de bondad y damos más valor a los errores.
No se trata de justificar nuestras fallas y ofensas, pero sí de darnos cuenta que un error no determina la naturaleza de una persona. Es cuestión de reparar el daño, aprender la lección y jamás volver a tropezar con la misma equivocación.
Te invito como última opción a que hagas un autoexamen de conciencia. Piensa en la persona que eras hace unos 5 años y quién eres ahora.
Estoy segura que has cambiado mucho, y para bien. Esto no lo hubieras logrado jamás sin no hubieras aprendido de tus fallos pasados. Esa es la única manera de madurar y hacernos buenos seres humanos, tanto para nosotros, como para los demás.