‘Tenía el poder de hacerla feliz o destruirla’, hombre cuenta cómo usó a su ex y la DESTRUYÓ
Su historia NO es una excepción. Su experiencia nos muestra los 5 errores que cometemos y el poder que le damos a alguien más de destruirnos.
Mariel Reimann
Terminar una relación es difícil, especialmente cuando no somos nosotras las que estamos decidiendo que la relación ha llegado a su fin. Mientras tratamos de digerir el dolor de la ruptura, la mayoría de nosotras se aferra a cualquier posibilidad que haya de que las cosas no se terminen.
En un artículo titulado “5 cosas que las personas fuertes y respetables NUNCA hacen luego de terminar una relación”, el autor comparte cómo destruyó a su ex novia cuando le dió una ‘segunda oportunidad’.
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¿Por qué las personas fuertes y respetables NUNCA harían esto?
1. Seguir en contacto
“Sabía que la relación estaba terminada, pero decidí pretender que las cosas estaban bien hasta que tuve el coraje de terminarla, y fue PEOR de lo que creí que iba a ser”, explica Matt Hearndon.
Él sabía que terminar esa relación iba a ser difícil, y por eso postergó ese momento lo más que pudo. Luego del huracán de emociones que tuvieron lugar cuando él la dejó, al poco tiempo, los dos se volvieron a contactar. Al poco tiempo “los textos iban y venían, los chistes que teníamos como pareja y las conversaciones comenzaron a fluir. De repente todo se sentía igual que antes, como si no hubiéramos terminado”.
La falta del ‘duelo emocional’ y la separación física real, no le permitió a ninguno de los dos absorber que las cosas habían, efectivamente, terminado.
2. Seguir teniendo intimidad
“La intimidad entre los dos, era la mejor del mundo, la mejor que jamás haya tenido. Yo disfrutaba del poder que ejercía sobre ella”.
Una cosa llevó a la otra, y ella un día le dijo que extrañaba tener sexo y que no quería ir a un bar para encontrarse a alguien y terminar con un desconocido. Su ex, muy ‘servicial’, le ofreció solucionarle el problema, y esta vez, sin el compromiso de estar juntos como pareja, los dos gozaban del beneficio del sexo.
“¿Cómo podía negarme a tener sexo con ella, sabiendo que era el mejor sexo del mundo y que yo no estaba obligado a hacer nada más?.
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3. Aprovecharse de ella
Para él era obvio que ella tenía sentimientos por él, y que tener sexo con él era una forma de estar en contacto, con la esperanza de que las cosas terminaran nuevamente en una relación.
“Ella nunca me dijo qué era lo que en realidad quería. Yo sabía que ella quería volver conmigo, y también sabía que yo NO quería ser su novio, nunca más, sin embrago… decidí aprovecharme de ella y seguir gozando de los beneficios del sexo”.
Él sabía que lo que estaba haciendo estaba mal, sin embargo, prefirió seguir haciéndolo para evitar el mal rato y pasarla bien a costa del inevitable sufrimiento en el futuro de ella.
4. Regresar a la relación
Sí, efectivamente, él cuenta en el principio de la historia que si de algo estaba seguro, era de que él NUNCA volvería con ella.
“Estábamos por tener sexo y ella se puso sentimental y me dijo que le gustaría estar conmigo de nuevo. Yo me puse emocional y le dije cuanto la quería. En ese momento decidimos regresar oficialmente como novio y novia. Como siempre, tuvimos el mejor sexo del mundo, pero cuando terminamos, yo me sentía terrible”.
Él explica que él no sabía que lo que había hecho era incorrecto, pero que lo hizo por que a él le gustaba el poder que sentía, el poder que ella le daba, para: “Hacerla feliz cuando él quisiera o destruirle el corazón” (también a su antojo). Y eso es exactamente fue lo que hizo.
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5. Elegir el camino más fácil, en lugar del correcto
“Era mucho más fácil mantenerme en contacto con ella, seguir teniendo sexo con ella, aprovecharme de ella, volver con ella… Yo sabía cuáles eran los pasos correctos, pero pretendí no saberlos y hacer lo que era más fácil”.
Las cosas regresaron al mismo punto en el que se encontraban antes, y él terminó por segunda vez con ella. En sus palabras “fue peor que la primera vez, todas las lágrimas, y todo el dolor volvió a su lugar”.
Mujeres, respetémonos más. No nos ofrezcamos de plato de segunda mesa, si un hombre no quiere estar con nosotras, el que pierde es él. Salgamos corriendo de su lado lo más rápido posible y no les demos el poder de hacernos felices o destruirnos en el momento en que ellos quieran.