¿Tienes que pedir perdón y no sabes cómo? Entonces este artículo es para ti

¿Te es difícil perdonar? y ¿te es aún mas difícil ofrecer una disculpa? ¡Este artículo es para ti! 6 sencillos pasos para fortalecer tus relaciones personales mediante la humildad y el perdón.

Emma E. Sánchez

Aceptar que cometemos errores a veces resulta fácil, pero el pedir perdón u ofrecer una disculpa se vuelve muy difícil, casi siempre porque no sabemos cómo hacerlo. Si deseamos tener relaciones fuertes y efectivas en el núcleo familiar, con nuestros amigos o en lo laboral, debemos esforzarnos. Aplicar estos pasos te ayudarán a perdonar y a ser perdonado sincera y fácilmente:

1. Acepta y asume con responsabilidad tus actos

Inicia diciendo, “Yo hice esto…”, “Me equivoqué en aquello…”, “No debí hacer….”; y la más difícil, “Fue mi culpa…” Si lo haces así la otra persona bajará la guardia; pero si no aceptas con sinceridad que te equivocaste, no será fácil dialogar y restaurar la confianza.

2. Sé claro y específico

Si solo dices, “Me equivoqué…”, es un buen principio, pero si dices con exactitud en qué erraste es aún mucho mejor, “Me equivoqué… al decirte que era este precio, cuando en realidad era otro, por eso te afectó tanto el costo total”.

3. Explica a la persona lo que sucedió contigo y qué te hizo cometer el error

Cuando conocemos y entendemos las razones y motivos de las personas comenzamos a empatizar con ellos, lo que nos lleva a la comprensión. Explica tus motivos, pero recuerda No justificarte.

4. Pide disculpas sinceramente

Si es genuino el sentimiento, la disculpa sanará y hará sentir mejor a quien hemos lastimado; si aún no has aceptado que cometiste un error y estás convencido de ello, será mejor que mantengas tu boca cerrada, pues el ofrecer una disculpa que denota falsedad, que se da por mero trámite o que simplemente no es sincera, provocará mayor enojo o dolor a quien hemos afectado u ofendido.

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5. Compensa o repara el daño hasta donde te sea posible

A veces ni siquiera hay que explicarlo, solo corrige lo que estuvo mal: repara, lava, paga, dedica tiempo, haz lo que tengas que hacer para restituir lo mejor que se pueda y sin que este intento lastime más a la persona ofendida o cause mayor problema.

6. NO presiones, deja que pase un poco de tiempo

Respeta el tiempo y los procesos de cada persona, permite que el efecto sanador del tiempo haga su parte.

7. Perdona

Cuando alguien te haya lastimado o dañado de cierta manera elige perdonar a la brevedad. Al hacerlo te fortalecerás y ayudarás al ofensor; pero, sin lugar a dudas, el mayor beneficiado serás siempre tú. Puede ser que nunca te ofrezcan una disculpa o te pidan perdón, pero el simple hecho de que tú perdones te salva de la amargura, del resentimiento y del dolor; tu cuerpo y tu mente serán liberados de esos perniciosos males del alma. Perdonar es un don divino que podemos cultivar.

Recuerda que una pieza clave del perdón incluye una gran parte de humildad y de amor. Al pedir perdón con sinceridad nos será mucho más fácil perdonar a otros, nos volvemos más comprensivos hacia la naturaleza humana y nuestros lazos afectivos se tornan más fuertes y tolerantes. El progreso personal inicia bajo la mirada del agradecimiento y el deseo ferviente de no volver a lastimar a los que amamos. Hoy es un gran día para revisar nuestra conducta y ofrecer una disculpa a quien, tal vez, por descuido, hemos lastimado con nuestra indiferencia u olvido.

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Emma E. Sánchez

Pedagoga y Terapista familiar y de pareja. Casada y madre de tres hijas adultas. Enamorada de la Educación y la Literatura. Escribir sobre los temas familiares para ayudar a otros es mi mejor experiencia de vida.