Transforma la crisis de los 50 en tu segunda juventud
Sin duda llegar a los 50 para la mujer es una etapa llena de desafíos físicos, emocionales, y sociales, descubre cómo transformar esta etapa en tu segunda juventud.
Viviana Domínguez
La “crisis de los 50” en la mujer
Todos pasamos por diferentes etapas en la vida de acuerdo a la edad, pero de acuerdo a los expertos la “crisis de los 50” en la mujer (y en el hombre también), es considerada una de las más importantes y determinantes en la vida de las personas.
Un artículo publicado por La Revista, explica a través del Psicologo Clinico David Aguirre Farfan que “la madurez provoca que el cuerpo empiece a cambiar, no sólo en la textura de la piel o el funcionamiento de los órganos, sino en la forma de pensar y de hablar”, dejando en evidencia que el cambio no es sólo en lo físico sino en la forma de encarar la vida.
Las personas a media edad, se cuestionan casi todo lo que han realizado durante los años anteriores, y tratan de medir todo en resultados logrados, lo que implica mayor frustración y autocrítica.
Sin ser la excepción, a mis 55 años, he pasado por todas las emociones, desde tristeza por el tiempo que pasó y aquellas cosas que no concreté, por no disfrutar de mi figura cuando fui joven y me sentía esbelta y radiante, llegué a cuestionarme si la carrera que elegí había sido la apropiada, y un día llegué a pensar que ya estaba en el último ciclo de la vida de la adultez a la vejez.
Por supuesto que por eso a esta etapa se le llama “CRISIS”, y cuando me di cuenta de esto todo comenzó a cambiar, no por arte de magia, sino por arte y poder de mujer.
Características físicas y emocionales de esta etapa
Físico y emocional
El principal y gran cambio físico de esta etapa es por supuesto la “menopausia”, que trae consigo un remolino de cambios hormonales, que causan muchas incomodidades y cambios a la mujer.
Siempre digo “que suerte que a mi me tocó pasar la menopausia sin una pareja”, porque soy intolerable en la cama, hasta que me duermo, doy vueltas, me tapo y destapó, duermo en el medio, a veces con mucha ropa y otras con poca, voy al baño a cualquier hora de la noche y me duermo cuando finalmente el sueño llega.
Claro que hay mujeres que tienen la suerte de tener una pareja comprensiva que la apoya y acompaña en todas estas incomodidades, o también llegan a un acuerdo para minimizar las disconformidades, pues la “menopausia” no perdona casi ningún aspecto de la mujer a saber:
- Se extiende entre los 40-60.
- Los cambios hormonales son significativos.
- Presencia de “bochornos’
- Disminución del deseo sexual.
- Cansancio, mareos.
- Incontinencia urinaria.
- Irritabilidad, ansiedad.
- Depresión e insomnio.
Cómo vuelves a encontrarte a ti misma
Después de enfrentar la “crisis” como tal decide dos cosas, una vivirla tal como viene, y construir una estrategia para encarar la vida de otra manera.
Edad: Una de las cosas que más me pesaban era la realidad de estar a la mitad de la vida. Un día en un templo Budista había visto una pintura hermosa con las etapas de la edad de las personas y me impresionó observar que de acuerdo a esa obra de arte, me encontraba exactamente en la recta final. Cuando cambie esa imagen de mi mente, y la transformé en que aún me quedaban muchos años más para vivir y disfrutar, volví a sentirme joven.
Familia: Cuando se llega a esta etapa, por lo general los hijos ya están crecidos, quienes viven sus propias vidas, es el tiempo de ellos de “producción”, y a veces aún se tiene algún hijo adolescente, que por lo general complica un poco más la situación ya que se juntan las etapas de la adolescencia con la de la menopausia.
En mi caso las dos situaciones están presentes, por lo que en un momento me sentí abrumada de no disfrutar del contacto seguido con mis hijos mayores, y por otro lado sacar energía para el adolescente que aún vive en mi casa.
Cuando acepté que todos estamos en distintas etapas de la vida muy importante, me relajé, y al comenzar este año simplemente propuse que durante todo el año, el día de sus cumpleaños nos juntamos en la casa y compartimos el pastel. Por otro lado disfruto más de la familia extendida, cómo sobrinas, nietos sobrinos, mi propio nieto y hermanas.
Volver a ser una misma: Todas las dificultades y cambios vividos en esta etapa me llevaron a desnudar mi ser, y volver a encontrarme a mi misma, volví a recordar los sueños que tenía, la importancia de cuidar mi cuerpo por una mejor salud, y empezar a disfrutar la vida plenamente, ya que lo más difícil de entender es que AHORA SÍ SE PUEDE.