Tu hija adolescente quiere irse de casa. ¡No te cruces de brazos y ciérrale la puerta!

Los padres sienten que son los culpables de estas decisiones, que erraron en la educación que les dieron a sus hijos, y la primera reacción es tratar de forzarlos a que cambien de opinión. Algo que no hace sino ahondar la distancia en la familia.

Yordy Giraldo

Un tema que espanta a todos los padres tiene que ver con el amor; pero con el amor que sus hijos comienzan a vivir. Y es que cuando dejan de ser niños para convertirse en jóvenes, no sólo tienen lugar los cambios físicos, sino también los emocionales. Por supuesto, el descubrimiento de nuevas emociones forma parte de estos cambios y el enamoramiento es la primera preocupación en estas edades.

A cualquier edad estamos vulnerables a los dictámenes de nuestro corazón. Pero cuando éste apenas se está estrenando en este tipo de vivencias, somos mucho más sensibles, y esto quiere decir, en el caso de los adolescentes, que toman decisiones precipitadas y equivocadas, como por ejemplo irse de casa cuando la situación y las circunstancias no parecen favorecerles.

Ante esta realidad, los padres sienten que son ellos los culpables, que erraron en la educación que les dieron a sus hijos, y la primera reacción es tratar de forzarlos a que cambien de opinión. Esto no hace sino ahondar más la distancia que este tipo de situaciones genera en la dinámica familiar. Cómo reaccionar puede hacer toda la diferencia para que los hijos se replanteen sus decisiones o, por el contrario, se aferren a ellas.

¿Cómo actuar cuando nuestras hijas quieren abandonar la casa?

Conversen, convéncela

Explícale, en el mejor tono posible, que ella es tu responsabilidad, que necesita enfocarse en cumplir con sus obligaciones de estudiante, crecer y madurar antes de inclinarse por una decisión de ese tipo. Los buenos argumentos, por lo general, convencen.

“Léele la cartilla”…

…Como se dice coloquialmente: establezcan reglas claras, dejen en claro los sí y los no dentro de casa, pero procura tomar en cuenta sus necesidades como la joven que ya es y que se está independizando.

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“Dale chance”

No necesitas echarle en cara a cada momento sus intenciones, más bien permítele que lidie con sus emociones, así como hay cosas que necesitan hablarse, hay otras que deben interiorizarse. Dale espacio.

Preocúpate por ella

Muchas veces los hijos se alejan porque sienten que los padres son incapaces de entenderlos, de modo derriba esa idea interesándote por ella y apoyándola en lo que puedas. Habla también con su pareja, que le quede claro que tu hija no está sola.

Convivan sin pelear

Las peleas constantes nada más provocarán que tome la puerta de la calle más rápido. Ten en cuenta que aún no tiene la madurez necesaria para ponerse en tu lugar, sería lo ideal, pero no lo esperes, la edad y circunstancias son diferentes.

Suele suceder que cuando se dan estas situaciones los hijos no hablan sólo de su amor, sino que sale a relucir el resentimiento que guardan, lo que explica a la perfección que encuentren en la persona “amada” el argumento para salir (escapar) de algo que yo no les satisface, por lo general, por problemas previos en el hogar y que poco tienen que ver con estar enamoradas; la prevención, entonces, es la verdadera respuesta.

El primer amor tiene la costumbre de llegar y poner todo de cabeza. Ellas, como adolescentes, son incapaces de ver más allá del presente. El mundo entero gira alrededor de lo que sienten en ese momento, por lo que pretender que piense diferente es poco probable y poco inteligente. La recomendación es que se sienta amada y comprendida, pero sobre todo cómoda en su propia casa, para que sepa sin lugar a dudas a dónde pertenece.

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Yordy Giraldo

Yordanka Pérez Giraldo, Cubana de nacimiento, mexicana por elección.