¿Tu hijo batalla con matemáticas? Este artículo es para ti

“Tarea de matemáticas para la casa” es una frase que a muchos padres aterra porque significa volver a aprender. ¿Necesitas ayuda? Aquí te dejo algunos tips infalibles.

Diana Brante Morales

Si hay algo que me gusta, es tener el privilegio de moldear mentes jóvenes y llenarlas de conocimiento. De acuerdo a estudios de especialistas, hasta los seis años de edad nuestros hijos son como “esponjas”, ya que absorben todo lo que sucede a su alrededor: tanto lo bueno como lo malo. Es en esta edad, justamente, cuando más nos necesitan para apoyarlos y motivarlos a desarrollarse en plenitud. Por fortuna, he podido compartir y desarrollar distintas técnicas de aprendizaje considerando los gustos y aptitudes de quién las recibe. En mis años mozos, preparé a varios adolescentes para que rindieran su PSU (Prueba de Selección Universitaria, en Chile), que corresponde a un “filtro” con el que las universidades pueden elegir a sus alumnos.

Por otra parte, los días viernes por las tardes, voy al colegio de mi hijo para apoyar la clase de matemáticas. En más de una oportunidad me he dado cuenta de las facilidades y dificultades que se presentan para poder brindar la ayuda necesaria a los niños. Cada uno tiene su propio método con que es capaz de asimilar el contenido enseñado, por lo que al momento de enviar “tareas” para que las desarrollen con sus padres, no se puede exigir que la hagan de una sola forma. Después de cada clase me quedo unos minutos, en caso que algún papá o mamá quiera hacer consultas sobre la materia que se ha trabajado, pero termino siendo yo quién se acerca a ellos a explicarles. En una oportunidad me dijeron: “A mi hijo no le gusta la educación convencional”; en otra escuché: “No deben tener pruebas y tareas la misma semana”. Y en ambos casos me quedó claro que la elección del colegio había sido errada.

Lo cierto es que los padres a veces no nos preocupamos por buscar las “fórmulas de aprendizaje” que requieren nuestros hijos, y solo intentamos cumplir con las exigencias del colegio para que no reprueben: seguir las instrucciones al pie de la letra, sin importar si han analizado lo que hacen; repetir ejercicios una y otra vez hasta que salgan correctos; leer primero el resumen, las preguntas y luego el libro. Sin embargo, esto no siempre ayuda a nuestros hijos a aprender y resolver sus deberes escolares de manera satisfactoria.

Si tu hijo tiene dificultades para aprender matemáticas, o no le gusta hacer sus deberes escolares, aquí te dejo tres consejos que te ayudarán a lidiar con estos problemas, sin generar en casa una guerra nuclear:

Motivación

En general, a los niños no les gusta hacer tareas, pero sí jugar. Si abordamos los deberes como juegos o conllevan premios, será más fácil que los hagan de forma eficiente. En mi caso, trabajo con caramelos que voy repartiendo a quienes completan un ejercicio, mantienen el orden o guardan silencio para escuchar a los demás.

Lugar de estudio

El espacio físico debe ser el adecuado para el tiempo de estudio (máximo una hora, de corrido) o la realización de las actividades escolares. Por ejemplo, la habitación donde se encuentran los juguetes generará distracciones, pero el comedor o el estudio pueden funcionar, ya que están diseñados para adultos.

Diferentes métodos de enseñanza

Dado que no somos todos iguales, es imposible que nuestros cerebros trabajen de la misma forma. Por eso, la mejor forma de ayudar a nuestros hijos es descifrando cómo procesan mejor una instrucción. Un ejemplo bien básico son las restas, donde puedes decir “x menos y”, “cuánto le falta a y para llegar a x” o si le cuesta un poco más, utiliza un dibujo donde puede tachar las unidades que se han restado.

Todos los padres deseamos que nuestros hijos sean mejores de lo que hemos podido ser nosotros. Para esto, debemos entregarles los valores y conocimientos adecuados para construir su futuro. Constancia, dedicación, esfuerzo y superación, son solo algunas de las cualidades que nuestros hijos pueden obtener a través de nosotros.

Diana Brante Morales

Me gusta comenzar cada día como un nuevo día, darme la oportunidad de ser feliz y sonreír por las cosas básicas. Dar sin esperar nada a cambio. Siempre sorprenderme.