¿Tu hijo no te escucha? Esto es lo que puedes hacer para lograrlo
Así como tu mereces un buen trato, tus hijos también.
Erika Patricia Otero
Una situación con la que lidian muchas madres, es tratar de que sus hijos pongan atención a lo que se les dice. Pero es que detrás de un “mi hijo no me escucha” o “mi hijo se hace el sordo”, hay mucho más que un niño que no quiere hacer caso.
Expertos en neurociencia explican que la falla puede radicar en aquello que hace que el niño se sienta motivado a actuar. Para llegar a esta conclusión se llevaron a cabo varias investigaciones, y todas concluyeron lo mismo: un niño está más dispuesto a actuar cuando sus padres le dan la autonomía y libertad.
Pese a estos descubrimientos, ellos reconocen que aún falta mucho para comprender las funciones cerebrales que hacen que un niño tenga interés en prestar atención en algo.
Pero aparte de los descubrimientos hechos, también pueden estar pasando una de estas cosas:
–Tu hijo es un poco “caprichoso” y quiere hacer su voluntad.
–Está replicando la forma en la que lo ignoras en ocasiones (imitando tu comportamiento con él).
–O estés fallando en la manera en la que te comunicas con él.
Por otra parte, hay que dejar claro que los niños son hábiles en hacer de cuenta que las cosas no son con ellos. Algo que también suele molestarles es la manera cómo les llamas a atención o cómo les pides que lo hagas; sí, porque tus hijos también se enojan contigo.
Cualquiera sea la situación que se esté presentando en tu casa, hay maneras de cambiarla y hacer que las cosas mejoren para todos.
Aquí puede estar la falla
Primero que todo ten en cuenta algo: ¿Cómo deseas ser tratada?, ¿Cómo te gusta que se dirijan a ti o te pidan un favor? Pues bien, háblale a tus niños como te gusta que te hablen a ti.
Las anteriores preguntas te harán cuestionarte acerca de la manera como le pides a tu hijo que haga algo; estoy segura que te darás cuenta en qué parte de tu comunicación con tu hijo estás fallando.
Ya con eso en cuenta, puedes poner en practica los siguientes cambios al hablarle a tus hijos.
Frases positivas que puedes decir a tu hijo para que atienda tus pedidos
1 En lugar de decirle de manera airada: “¡Ve a recoger tus cosas ya!” puedes decirle “¿Necesitas que te ayude a recoger tus juguetes?”
Es fácil enojarse cuando tu niño no obedece al momento que tu le pides que haga algo; pero recuerda que tú deseas que tu hijo te quiera y respete, no que te tenga miedo.
Cuando gritas y das ordenes como un general, lo que vas a lograr es que tu pequeño obedezca por temor y no porque te respete y desee en realidad obedecer.
2 Evita decirle :”¡Deja de llorar y vete a la cama!” y mejor dile: “Llora, desahógate” y luego, “Por favor, ve a dormir”
Es usual que los niños pierdan interés en ir a dormir temprano cuando están entretenidos jugando; pero deben tener un horario, de lo contrario será un problema al día siguiente que se levanten para ir a la escuela, y acá es donde surge el problema.
Acompaña la frase con un comportamiento acorde. Antes de la hora ideal para que vayan a la cama, puedes hacer que una hora antes comiencen a recoger sus juguetes y vayan a bañarse para que se relajen; y luego, ir a dormir no será una batalla campal.
3 Deja de decirle “¡¿Por qué te estás lamentando?!” y dile: “Cálmate, respira profundo, y ahora sí, dime ¿Qué es lo que deseas?”
Los niños suelen llorar cuando desean conseguir algo; un postre o un juguete. El punto es que cuando no lo consiguen a la primera, optan por llorar más fuerte, y al llanto le añaden gritos que te hacen sentir vergüenza e incluso rabia.
Antes de perder la calma, respira profundo, ponte a su altura y míralo a los ojos y pregúntale qué es lo que le hace llorar de esa manera. Cuando el niño consigue decir lo que quiere ya es tu elección si se lo das o no.
Quizás no se lo des por darle una lección y que aprenda que debe pedir las cosas de manera amable y sin hacer berrinche. En este caso, explícale que no se lo das por consecuencia de su comportamiento, y que el “castigo” seguirá si vuelve a comportarse de igual manera.
4 No le digas “Sé un buen niño”, mejor dile: “Respétate y también respeta a tus amiguitos”
Toda madre quiere que su niño sea bueno, nada de malo hay en ello; pero tú quieres que lo sea espontáneamente y no de manera forzosa porque si no habrá represalias.
Si le enseñas a tu pequeño que al respetar a los otros niños, él será respetado, comprenderá que es la manera correcta de comportarse y no porque es un convencionalismo.
Dile también que cuando le traten mal otros niños, acuda a ti para enfrentar la situación pues tu estás ahí para apoyarlo.
5 Por favor no le digas:”Deja ahí que yo lo hago”, mejor dile: “Hazlo, me encantaría ver como lo haces”
Con la primera frase (y aunque parezca muy agresivo) le estás diciendo a tu hijo que es un inepto; y créeme, nadie se siente feliz siendo tratado de esa manera. Además de eso, estás destruyendo su amor propio y seguridad, y si lo amas no quieres que eso pase ¿O si?
Permítele que haga sus propias tareas o presentaciones escolares, que arme figuras con lego, que organice su habitación como desee; solo dile que si necesita de ayuda, estarás ahí para colaborarle.
La intención de las frases positivas es que cambies la manera cómo le hablas a tus hijos, que saques la frustración y no te dirijas a ellos con rabia, sino con amor.
Estas frases ayudarán a que tu hijo se sienta motivado a actuar y no forzado a hacerlo, y tú sabes que a la fuerza no se hace nada con gusto.
Yo espero que esos 5 ejemplos te ayuden a encontrar una guía para cambiar tu actitud y así mejore tu relación con tus hijos.