Tu hijo podría tener esta enfermedad y tú no saberlo
¿Tu hijo es de talla pequeña? ¿es común que no tenga apetito? ¿se enferma con más frecuencia de lo "normal"? Esta enfermedad engloba síntomas como éstos y que puede padecer tu hijo, sin que lo sepas.
Marilú Ochoa Méndez
Por lo general, creemos que es común que un niño haga berrinches y esté irritable, que tenga una talla inferior al promedio y que no quiera comer. Las abuelas suelen decir que son cosas de la edad, que ya se les pasarán, pues al fin y al cabo son niños. Sin embargo, es importante poner atención a esto, ya que pueden ser síntomas de una enfermedad renal de reciente diagnóstico y que es importante tratar en cuanto es detectada, ya que afecta el correcto desarrollo de nuestros hijos.
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El problema es que muchos de estos síntomas pueden esconderse en los rangos de normalidad, por lo que podemos perderlos de vista. Hacer esto, implicaría no atender una enfermedad importante llamada Acidosis Tubular. ¿Me acompañas a conocer de qué se trata?
¿Qué es la Acidosis Tubular Renal?
De acuerdo a kidshealth.org, cada vez que nuestros órganos internos realizan alguna función, como digerir alimentos o curar tejidos dañados, en las células del cuerpo se generan reacciones químicas. Estas reacciones producen ácidos que van al torrente sanguíneo.
Generalmente, los riñones extraen el exceso de ácido de la sangre pero, ciertas enfermedades, defectos genéticos o medicamentos pueden dañar la capacidad de éstos para realizar tan importante tarea. A la larga, esto puede provocar que se acumule demasiado ácido en la sangre y causar serios problemas. Cuando esto sucede, se desarrolla una afección que se denomina renal tubular acidosis (acidosis tubular renal, RTA).
En estas circunstancias, una consecuencia natural es que el cuerpo busque generar un equilibrio para nivelar la acidez en el cuerpo, concentrando las defensas del organismo en esta función. De esta manera, los niños se enferman más seguido. Mi hijo mayor presentó esta enfermedad y para nosotros era muy frustrante ver que no había terminado aún el tratamiento de una infección de oídos, cuando volvía a presentar fiebre y debíamos extender los días de su antibiótico.
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¿Cuáles son los síntomas?
De acuerdo a la Asociación Mexicana para el Estudio de la Acidosis Tubular Renal, A.C, la enfermedad puede presentar un cuadro distinto en cada enfermo, pero pueden presentarse algunos de los siguientes síntomas:
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Retraso en el desarrollo: Estatura y/o peso bajos.
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Náusea y/o vómitos.
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Falta de apetito (llamado Hiporexia), dificultad para masticar.
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Estreñimiento en la mayoría de los casos o diarrea.
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Falta de tono muscular, llamado Hipotonía, que lleva a retrasos en el desarrollo motriz.
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Retraso en el Desarrollo Psico-Motor (DPM) por ejemplo, en el lenguaje.
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Infecciones urinarias frecuentes.
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En algunos casos, depósitos de calcio en los riñones, llamado Nefrocalcinosis.
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En casos graves, raquitismo.
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También se asocian la irritabilidad, bajo peso al nacer y algunos casos de sordera.
¿Por qué es tan importante tratar esta enfermedad?
Existen consecuencias a corto y mediano plazo si no se detecta y atiende esta enfermedad. El sitio Kidshealth.org, nos orienta al respecto haciendo las siguientes observaciones:
“A corto plazo, la ATR puede afectar el crecimiento del niño y provocar piedras en el riñón, fatiga, debilidad muscular y otros síntomas. A mediano o largo plazo, si la acidosis no se atiende puede provocar problemas como enfermedad ósea, enfermedad renal e insuficiencia renal”.
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¿Cómo se trata la enfermedad?
El especialista médico para atenderla es el nefrólogo, quien indicará una batería de estudios a realizar, entre los que se encuentran el bicarbonato en orina y en sangre, una gasometría venosa, electrolitos séricos y si él lo considera pertinente, un ultrasonido de riñón, para ver si existen depósitos de calcio. Una vez realizado el diagnóstico, el médico indicará a cuál de los cuatro tipos de ATR corresponde el diagnóstico (la más común es la acidosis proximal) e indicará los pasos a seguir.
El tratamiento en general es muy sencillo, pues hay que administrar una dosis monitoreada de bicarbonato de sodio o de citratos de potasio, para ayudar al cuerpo a encontrar su equilibrio y alcanzar su correcto desarrollo. Es preciso respetar las dosis y horarios indicados por el médico.
Se recomienda tener un tipo de alimentación alcalina, evitar el consumo de conservadores, productos demasiado azucarados y privilegiar frutas, verduras. En algunos casos, es preciso también asistir a terapia psicomotriz, pues puede presentarse debilidad muscular que retrase o dificulte el desarrollo de la lectoescritura o el desarrollo de algunos deportes.
¿Es curable?
En la mayoría de los casos, la administración de las soluciones de bicarbonato o citratos ayuda de tal manera al equilibrio del cuerpo, que la enfermedad remite, es decir, el cuerpo logra su equilibrio por sí mismo.
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Ahora que conoces la enfermedad, te invito a estar al pendiente y a compartir esta información. Estar informadas es la mejor manera de lograr un desarrollo completo para nuestros hijos.
Te invito a releer: Y tus riñones, ¿cómo se encuentran hoy?