¿Tu hijo se niega a hacer sus tareas?: 5 formas de motivarlo a realizar sus labores escolares
Si al llegar la hora de hacer la tarea, tu hijo no para de llorar y tú no paras de gritar, esto sin duda puede interesarte.
Elizabeth González Torres
Es probable que, uno de los momentos más desafiantes a los que te enfrentas día con día, sea la hora de supervisar que tu hijo haga sus labores escolares. Sin duda, esa incómoda parte de la tarde, en la que debes pedir a tu pequeño que te muestre su cuaderno de tareas, puede resultar bastante desagradable tanto para él como para ti.
Quizás, sin saber cómo, has llegado al punto en que, más que un momento de aprendizaje para tu hijo, consideras estas horas como un momento de tortura y desesperación mutua. Probablemente, entre gritos, llantos y algunas advertencias de castigos, has logrado sobrellevar este tipo de vicisitudes en lo que va de la vida académica de tu pequeño.
Sin embargo, comprender que las tareas no deben convertirse en un motivo de tensión y enojo entre ustedes, les ayudará a mejorar no solo el rendimiento escolar de tu hijo, sino tu relación con él. Llegar al conocimiento de que esos minutos del día pueden ser, verdaderamente productivos y divertidos para ambos, cambiará por completo su perspectiva respecto a las “aburridas” labores escolares.
A continuación te comparto 5 formas en las que podrás motivar a tu hijo para que realice sus tareas, con verdadero júbilo y sin aburrimiento.
1. Haz dinámico y divertido el momento de hacer la tarea
Con algo de música de su preferencia, así como con pequeñas dinámicas que promuevan sus capacidades de comprensión, análisis, memorización y demás, lograrás despertar en tu hijo el gusto por cumplir con sus deberes escolares.
Inventar o crear sus propios juegos que lo ayuden a realizar sus tareas, divertirse y al mismo tiempo, reforzar su aprendizaje, será una forma de terminar con esas tardes llenas de frustración para los dos.
Incluso, permitirle tener algunos lapsos de relajación entre tarea y tarea, le ayudará a desarrollar una mayor concentración tanto física como mental.
2. Elabora un cuadro que proyecte su progreso escolar
Si está en tus posibilidades, elabora un cuadro mensual en donde tu hijo pueda ver -constantemente- los avances académicos que ha logrado por cumplir con sus tareas. En dicho cuadro, podrías también resaltar, día a día, si ha tenido la disciplina de hacer cada uno de sus deberes escolares y, quizás, las calificaciones obtenidas respecto a los mismos. Esto, más allá de representar un motivo de estrés o presión para tu pequeño, debe significar para él una motivación que lo impulse a mejorar día con día.
3. Reconoce su labor periódicamente
Recuerda que todos y, en especial los niños, requieren imperiosamente el reconocimiento de su trabajo. Ya sea mediante una tarjeta de felicitación, un paseo o un chocolate por mes o por cada entrega de calificaciones, hazle sentir que su esfuerzo y disciplina están siendo reconocidos.
¡Ojo!, lo mejor es que dichos reconocimientos sean lo más sencillos -económicamente hablando-, pero significativos para él. De esta manera, llegará el momento en que comprenderá que, después de todo, el mejor obsequio derivado de su esfuerzo, es su propio conocimiento y preparación adquirida.
4. Conversen sobre sus sueños y aspiraciones
No importa cuán pequeño pienses que es tu hijo para tener sueños y aspiraciones por las cuales trabajar, habla con él respecto a las mismas. Aunque no lo creas, un niño de 6, 8 o 10 años, puede tener más metas y anhelos que un adulto.
Al estar experimentando y reconociendo el mundo en el que viven, la mayoría de los niños tienden a imaginarse como personas exitosas. Un bombero valiente, un arquitecto creativo o un abogado inteligente, es la forma en como ellos tienden soñarse para el futuro.
Por lo anterior, es importante que le recalques a tu pequeño que, su esfuerzo y dedicación en cada tarea, lo acercará al cumplimiento de sus sueños.
5. Reconoce su esfuerzo en casa y frente a los demás
Finalmente, una de las formas más efectivas de lograr que tu hijo se sienta motivado a realizar sus tareas, es reconociendo en casa y en todo lugar, su tenacidad y disciplina. El simple hecho de saberse como un niño responsable e inteligente -ante su familia y las personas que lo rodean- reforzará su anhelo de ser un mejor hijo y estudiante.