¿Tu niño es gruñón o malhumorado? Felicidades, la ciencia ha descubierto el mejor de los atributos ligados al mal humor de tu hijo
La ciencia dice que tus renegadas valdrán la pena….
Fernanda Gonzalez Casafús
Según un estudio realizado por un científico australiano, que una persona sea malhumorada podría significar que su coeficiente intelectual sea más alto. Claro, no vamos a consolarnos con ésto y dejar que nuestro niño ande con la cara por el piso por cualquier cosa sólo porque “es inteligente”, pero al menos tendremos más herramientas para acompañarlo en su forma de procesar la información y gestionar sus emociones.
Según informa la BBC, el estudio estuvo a cargo del Profesor Joe Forgas, de la Universidad de Nueva Gales del Sur, en Australia y consistió en tomar varias personas en la que se incluía una gran mayoría de niños, a los cuales se les hizo ver una película determinada. Luego, debían pensar en hechos positivos y negativos de sus vidas para, de esta manera, lograr ponerlos de “mal” o “buen” humor.
Luego, se les dio una serie de ejercicios, según reporta la BBC, tales como juzgar la veracidad de ciertas creencias populares, o dar detalles de un hecho que hayan presenciado.
Los malhumorados superaron a los joviales
El resultado arrojó que aquellas personas que eran frecuentemente negativas y malhumoradas pudieron realizar las actividades de manera más exitosa: fueron mejores comunicadores, cometieron menos errores y tuvieron más capacidad de argumentación.
Humor positivo contra el humor negativo
Según esta investigación, mientras que el humor positivo parece promover la creatividad, la flexibilidad y la cooperación, el malhumor activa una forma de pensar más atenta y cuidadosa, haciendo que la persona preste más atención al mundo externo, tal explica Forgas en el estudio.
¿Entonces el malhumor es algo positivo en los niños?
Yo creo que no se trata de decir que el mal genio sea algo positivo para una persona, sino que simplemente su forma de ser pueda acarrear algunas consecuencias positivas, como dice la investigación. Pero no se trata de fomentar y alimentar ese malhumor en los niños, porque ningún niño disfruta viendo la vida en forma negativa. El estímulo constante de los padres y la buena disposición pueden ayudar a que el niño tenga una visión más clara y positiva de la vida o de determinadas situaciones
Más críticos
No sé por qué, pero en algún punto me identifico con este artículo. No me considero una persona malhumorada, pero sí suelo ser gruñona (pero como soy geminiana mis estado gruñón dura apenas unos minutos). Mi madre suele decirme en algunas ocasiones que deje de ser tan negativa; sin embargo ahora comprendo que en verdad, lo que hago es cuestionarme todo el tiempo acerca de las cosas, ser crítica y más reflexiva. No me dejo convencer demasiado rápido, y usualmente le veo el “pero” a todo. No sé si soy más inteligente, pero al menos ya tengo consuelo.
Más atentos
Ser gruñón trae sus beneficios, como podemos ver, tal menciona Forgas: “Los estados de ánimo negativos indican que estamos en una situación nueva y desafiante, y nos hacen estar más atentos y observadores”. Así, aquellos niños y adultos que se caracterizan por ser gruñones, suelen ser quienes están más alerta ante determinadas circunstancias, en contraposición a quienes están siempre muy alegres.
Ayudar a los niños gruñones
Como mecionábamos antes, no se trata de dejar que nuestro hijo ande por la vida de mal humor sólo porque “si la ciencia lo dice es porque es más listo”. Se trata de acompañarlo y ayudarlo a transitar las emociones cuando ese mal genio se pasa de la raya y comienza a influir en sus relaciones cotidianas, en la vida escolar y en la convivencia familiar. Hablar con ellos, darles aliento y darles a entender que estamos para ayudarlos, puede ser un gran aliciente para que recobren la calma y puedan expresar lo que les está pasando.
Si tú o tu hijo son gruñones o malhumorados, ya tienes un consuelo y puedes presumirte más inteligente. ¿Opinas también que los malhumorados son más inteligentes?