Tú padeces Ihunch y no te has dado cuenta
Los niños comienzan a padecerlo pero los adolescentes y adultos son los más afectados. ¿De qué se trata este nuevo mal? ¡Necesitas leer este artículo!
Emma E. Sánchez
Así me dijo el médico hace unos días cuando fui a consultarlo por un terrible dolor de espalda que me impedía moverme. Tras revisarme, repitió: Tú padeces Ihunch. “¿Cómo?” -Pedí que me lo repitiera, porque no entendí exactamente cuál era mi padecimiento-. Como si el médico hablara con un preescolar, repitió:
-Tú padeces Ihunch y no te has dado cuenta-. Te platico todo esto porque a ti, como me pasó a mí, tal vez te pase lo mismo:
El Ihunch es un término realmente nuevo que se está popularizando entre los fisioterapeutas, quiroprácticos y algunos psicólogos y su nombre surge de la mayúscula relacionada a la marca de la manzana que ha popularizado a nivel mundial dispositivos electrónicos (“I”) y al término en inglés “hunch” que significa “joroba” y lo que todo junto quiere decir es algo así como: “La joroba que se forma por la mala postura que adquirimos cada vez que revisamos, trabajamos y leemos en nuestros dispositivos electrónicos”.
En diciembre del año pasado, el New York Times publicó un artículo muy interesante donde menciona que Ihunch no solo tiene que ver con la mala postura que adquirimos al ver nuestros teléfonos, sino que también menciona el efecto emocional que produce el estar constantemente con la cabeza agachada y los hombros hundidos.
La cuestión es, que las personas que hemos venido usando estos aparatos inteligentes los últimos años, hemos desarrollado esta “joroba inteligente” y ahora nuestro cuerpo ya lo está resintiendo considerablemente.
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Los síntomas
1. Dolor crónico en espalda y cuello
Esta es la parte fácil de este nuevo trastorno: el malestar físico. Al permanecer tanto tiempo con la espalda curva y la cabeza inclinada, nuestros músculos se agotan, se cansan y presentan inflamaciones, contracturas y frecuentes torceduras.
2. Mal tránsito digestivo
Al sentarnos constantemente mal, oprimimos de manera frecuente nuestro intestino y estómago ejerciendo una presión tal que les impide realizar sus movimientos de manera normal y si a esto le añades, las muchas horas que pasamos sin actividad física regular y la mala alimentación, tenemos la combinación mortal del sedentarismo que nos lleva a la obesidad.
3. Sentimientos de tristeza y desaliento
La parte en realidad difícil es la siguiente: si le pedimos a cualquier persona que describa la postura física de alguien alegre, animoso, lleno de energía y feliz, describirán a una persona erguida, con una buena postura donde se destacan los hombros hacia atrás, el vientre recogido, el pecho lleno de orgullo y una gran sonrisa en el rostro, pero si les pedimos describan una persona deprimida o triste, hablarán de una persona cabizbaja, encorvada, los hombros hacia abajo y sin hacer contacto visual. Y esa descripción es exactamente la que corresponde a alguien con las características del Ihunch. Nuestra postura influye en nuestro estado de ánimo. Sí, aunque tú no lo creas.
Después de platicar todo esto con mi médico, me recomendó unas inyecciones de vitaminas para fortalecer mis nervios y la enorme recomendación de cambiar mi postura al usar mi celular, la cual es fácil: sube tu celular a la altura de tus ojos, ponte derecha y cada que lo recuerdes, cambia tu postura y echa los hombros hacia atrás.
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La próxima vez que estés en una sala de espera, un restaurante, o el camión, voltea a tu alrededor y observa a la gente cómo su postura no es la idónea mientras mira su celular o tableta. Entonces recuerda este artículo y corrige tu postura.
Emma E. Sánchez
Pedagoga y Terapista familiar y de pareja. Casada y madre de tres hijas adultas. Enamorada de la Educación y la Literatura. Escribir sobre los temas familiares para ayudar a otros es mi mejor experiencia de vida.
