Tu piel refleja tu estado de estrés: Pon atención a estos síntomas
El cansancio, el ritmo de vida ajetreado, el paso de los años o algunas situaciones cotidianas pueden llegar a afectarnos y ese estrés se reflejará en nuestra piel provocando distintos tipos de enfermedades o molestias.
Fernanda Gonzalez Casafús
El cuerpo es como una esponja para nuestras emociones. Nuestra piel muestra los primeros síntomas de estrés cuando apenas aparecen. El cansancio, el ritmo de vida ajetreado, el paso de los años o algunas situaciones cotidianas pueden llegar a afectarnos y ese estrés se reflejará en nuestra piel provocando distintos tipos de enfermedades o molestias.
El rostro particularmente es el primer lugar donde nuestra piel muestra los síntomas de estrés. Así como cuando estamos felices y descansados nuestra piel se ve tersa y radiante, cuando alguna preocupación constante nos persigue el cuerpo lo hace notar y aparece alguna mancha, algún granito, alguna verruga. El estrés no sólo provoca cambios en nuestra piel sino que todo nuestro organismo se ve afectado. El cabello, las uñas y la piel suelen mostrarnos cuando algo está funcionando mal.
Urticarias y dermatitis
Es bastante frecuente que ante una situación de estrés repentina o un momento de mucho nerviosismo nos tome por sorpresa una incipiente urticaria y comencemos a rascarnos. Ésto sucede porque el cuerpo segrega cortisol y adrenalina, hormonas que afectan directamente a nuestra piel. Puede aparecer un prurito intenso o moderado que casi siempre provoca un enrojecimiento de la piel o ardor. Si esta situación se presenta a menudo el médico podría sugerir un antihistamínico, auqnue si la picazón no es de origen alérgico es conveniente intentar controlar esa reacción del cuerpo ante la situación de estrés. Las técnicas de relajación y respiración consciente podrían ayudar.
Acné
El acné fundamentalmente se produce por un exceso de cebo en el rostro, sin embargo puede agravarse debido al estrés. Muchas personas se quejan de que justo un día antes de un evento muy importante se brotan con pequeños granitos. No es casualidad, ya que en un momento de estrés el cuerpo produce un exceso de cortisol que, en combinación con el cebo del rostro puede generar más acné de los habitual. Una vida más tranquila, algunas técnicas de relajación y una correcta limpieza del rostro podrían aminorar el problema.
Psoriasis
Esta enfermedad de la piel se manifiesta a través de escamas rojizas que se diseminan por todo el cuerpo, pero principalmente en brazos, codos, rodillas y cuero cabelludo. Provoca mucha picazón y ardor luego de rascarse y aparece generalmente en momentos de mucha tensión emocional.
Caspa y alopecia
Cuando vives situaciones estresantes durante algún tiempo relativamente prolongado el cabello suele verse perjudicado y empieza a debilitarse y caer. El estrés no es el único factor de la caída del cabello pero sí puede acelerar el proceso. Por otra parte, la caspa también es una manifestación de un estado de tensión, y está relacionada con el exceso de cebo en el cuero cabelludo.
Flacidez facial
El paso de los años hace que las fibras de la piel dejen de tener la firmeza que tenía. Ésto sucede luego de los 35 años aproximadamente, que es cuando baja la producción de elastina y colágeno. El estrés cotidiano puede agravar esta situación. Intenta beber más agua, ingerir alimentos sanos y vitaminas, y descansa bien para tonificar la piel del rostro.
Es importante conectarnos con nuestro propio cuerpo para deshacerse paulatinamente del estrés que nos invade cotidianamente. La clave está en no dejar que los problemas pequeños nos invadan y nos aquejen. Se trata de darle la dimensión correcta a las cosas para sanar nuestro cuerpo y entrar en sintonía con nuestro espíritu. El cuerpo es el envase del alma, pero debemos cuidarlo día a día. Nuestra piel refleja nuestro interior; ayudala con pensamientos positivos y sanos y vive una vida plena, para una piel y cuerpo sanos.