Una historia para quienes, no o sí, creen en que la vida tiene un plan maravilloso si sólo sabes esperar

Lo que le pasó a esta pareja sólo se explica con la ¿fe?, ¿el destino?. Una historia que te estremecerá el corazón y te cargará de esperanzas o de amor por tu esposo.

Mariel Reimann

Por ahí dicen que no hay que andar escuchando detrás de las puertas o las conversaciones ajenas, pero a veces, cuando trabajas en un lugar en el que todos están juntos en el mismo lugar, es inevitable escuchar lo que los demás dicen.

Según lo publicado por Fox 13, esta historia que no sólo ha cambiado la vida de todos sus protagonistas, sino que también ha cambiado la historia de quienes la conocen, cuenta cómo una de esas conversiones que ‘no’ o tal vez ‘sí’ debíamos escuchar hizo la diferencia entre la vida y la muerte.

Christopher Dempsey, 38, comentó que mientras estaba tomando su descanso en su trabajo escuchó cómo uno de sus compañeros hablaba de que su prima necesitaba un trasplante de hígado urgente.

Eso fue todo lo que él necesitaba escuchar para ofrecerse a que le hicieran las pruebas de compatibilidad con alguien a quien él nunca había visto antes, y de quien no sabía nada; sólo que estaba luchando por su vida.

“Pensé, si a mí me estuviera pasando esto o a alguien de mi familia, me gustaría que alguien lo hiciera por mí”

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Simples palabras, pero llenas de coraje.

Por el otro lado estaba Heather Krueger, 27, quien estaba en estado 4 de enfermedad de hígado, sin saber nada luchaba por un minuto más de vida.

Ninguno de los dos sabía lo que se escondía detrás del árbol que les tapaba la visión del bosque más hermoso que verían en sus vidas

Se conocieron para hacerse los análisis de compatibilidad, y efectivamente eran compatibles.

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Las reuniones para juntar fondos comenzaron y el tiempo que pasaban juntos también, hasta que Dempsey, comenzó a darse cuenta que Heather le gustaba, que él se imaginaba pasando el resto de su vida con ella.

El amor fue mutuo y recíproco. El trasplante se hizo exitosamente en un Hospital de Illinois.

Christopher le propuso matrimonio a Heather 8 meses después y 19 meses luego del trasplante sus vidas se habían unido para siempre.

Cuando el árbol, no nos deja ver el bosque

En la vida podemos encontrar muchos árboles que pueden tomar muchas formas: un problema, el rompimiento con tu pareja, la infidelidad, la falta de amor de tu pareja, el divorcio, los sueños frustrados, lo que tenías y ya no tienes más, etc.

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Ese árbol ocupa toda nuestra visión

Digamos lo que digamos, cuando algo nos preocupa o nos duele, nuestro cerebro tiene la ‘mala costumbre’ de sólo enfocarse en eso. ¿Por qué lo hace?, bueno la respuesta es simple, lo hace por que está tratando de sobrevivir, e instintivamente sabe que sí resolvemos el problema encontraremos paz otra vez, sin embargo, las cosas no siempre funcionan así.

Cuando más nos concentramos en el árbol, más nos alejamos de la solución

Si Christopher hubiese estado concentrado en su propio árbol (que estoy segura que tenía al menos uno), nunca hubiera prestado atención a esa conversación que le cambiaría la vida para siempre.

Tratar de no concentrarse en el árbol no se trata de reemplazar ese problema con algo que nos distraiga

He aquí un secreto. Muchos de nosotros entendemos que si nos pasamos pensando en un problema, las cosas sólo empeoran, entonces decidimos ‘distraernos’. Nos anotamos en una clase nueva, salimos con amigas, nos vamos de viaje, pero aunque ayuda, no sirve del todo. El árbol sigue allí en la parte más remota de nuestra mente y regresa cada vez que deja de haber ruido en nuestra vida, y regresa con más poder.

¿Cómo dejamos de ver el árbol para ver la belleza del bosque que la vida nos tiene preparado?

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Es simple, debes moverte de enfrente. Debes RENUNCIAR, debes ir por el costado y dejar a ese árbol detrás de ti. Ese árbol ya cumplió una función en tu vida y ahora es el bosque de alguien más. Y no te preocupes, tú también tienes un bosque preparado para ti, sólo debes darle a la vida, a Dios, al universo, o en quien tú creas, que te deje ver tu bosque y que de ayude a caminar alejándote de ese árbol.

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Mariel Reimann

Mariel Reimann estudió leyes en la Universidad de Córdoba, Argentina y vive en Salt Lake City, Utah. Es madre de dos hijas que son la luz de su vida.