Vivir lejos de tus familiares puede acercarte aún más a ellos
Esto es lo que pasa cuando cambias de residencia, criando a tus hijos lejos de tus familiares.
Adriana Acosta Bujan
La ciudad donde nací y crié es maravillosa, llena de historia, cultura, costumbres arraigadas y gente amigable. Fue ahí donde conocí el amor y desamor, la alegría y tristeza, los retos y fracasos, y descubrí mis fortalezas y debilidades. En esa ciudad tuve la fortuna de conocer a mis amigos, esposo y convertirme en madre.
Sin embargo, por alguna razón, mis pensamientos y anhelos estaban enfocados en poder vivir en otro lugar, rodeada de naturaleza y cerca del mar. Con el paso del tiempo, llegó a mi vida la oportunidad que tanto había orado, esperado y trabajado, cambiar de residencia.
Fue cuestión de una conversación que tuve con mi esposo, en la cual los dos decidimos aventurarnos para tener otro estilo de vida, una vida más tranquila y con oportunidades laborales que nos brindaran mayor estabilidad económica. Así fue el comienzo de mi gran viaje sin retorno.
Lo que dejas atrás
Tal vez fue la emoción que invadía mi corazón, el espíritu aventurero o el darme cuenta que mi sueño estaba por cumplirse, ya que nunca pensé que dejaría todo, literalmente todo para empezar una vida desde cero. Mi esposo, hijo y yo, dejamos familiares, amigos, trabajos y casi toda una vida llena de recuerdos valiosos, que al final de cuentas eran las bases con las que fuimos criados.
Muchas personas dejan sus lugares de residencia por millones de razones, puede ser por trabajo, por alguna situación personal o simplemente porque así lo han decidido; sin embargo, con la euforia y emoción que provoca pensar en una nueva vida, se resta importancia a los sentimientos que se generan al dejar a los seres queridos.
No es tan terrible
Por fortuna, ahora con el uso de la tecnología y teniendo acceso a internet podemos estar en contacto con nuestros familiares y amigos, aunque vivan en el otro lado del mundo. Gracias a ello, las familias que residen en lugares lejanos, no les afecta tanto la idea de tener una separación definitiva con sus seres queridos.
Claro, existen momentos en los cuales se desea y necesita tener la presencia de los padres o amigos, sobretodo en esas situaciones en las cuales estamos abatidos, con problemas, o nos sentimos desorientados, ya que no es lo mismo realizar una llamada que tener un abrazo reconfortante. Sin embargo, debemos aprender aceptar la realidad y a valorar lo que se tiene en el presente.
Un nuevo estilo de vida
Criar a los hijos lejos de los abuelos, encontrar nuevas amistades y un trabajo estable en un lugar totalmente nuevo donde no conoces a nadie, puede resultar un tanto complicado, sin embargo con el paso del tiempo; todas las cosas se acomodan.
Por ejemplo:
1 Valoras más a tu familia
Como decía mi abuela, la familia debe estar formada por tu esposo, hijo y tú, los demás pasan a ser familiares. Cuando te encuentras lejos de tus seres queridos, comienzas a valorar más la presencia de tu familia; se crea un vínculo muy especial y afectuoso, ya que tu vida gira alrededor de ellos, así como todas tus acciones estarán enfocadas pensando en su bienestar.
Empiezas a darle un significado valioso a cada charla que tienes con tu esposo, a cada juego que compartes con tu hijo, ya que cada momento se vuelve especial y representativo, lo cual provocará que el amor y la unión familiar sean más sólidas.
2 Más fuerte
Puede ser que te encuentres pasando por una situación complicada, ya que es parte de la vida. Sin embargo, al saber que no cuentas con la presencia de tus familiares, te volverás más fuerte y valiente de lo que creías serlo. Dentro de ti nacerá ese instinto de supervivencia, el cual te llenará de energías para enfrentar los problemas o nuevos desafíos.
Incluso, existirán momentos en los cuales no tendrás la necesidad de compartir tus agobios o cosas que te aflijan para buscar un consejo, puesto que en un cerrar y abrir de ojos, tú los habrás resuelto.
3 Ayuda externa
Tal vez llegues a pensar que sin la ayuda y presencia de tus seres queridos la vida será complicada. No estará tu mamá o papá para que cuiden de tus hijos cuando quieras salir con tu esposo y escapar de la rutina, o no tendrás esos amigos de la infancia con los cuales solías divertirte.
Sin embargo, cuando estas en un nuevo lugar, empiezas a conocer y valorar la ayuda de personas que no tienen un vínculo familiar contigo y es ahí donde aprenderás el significado de la verdadera amistad, incluso te sorprenderás al saber que existen muchas personas en este mundo que brindan ayuda de manera desinteresada sin esperar recibir nada a cambio.
4 Amas tu independencia
Tal vez en tu adolescencia o juventud anhelabas escapar de casa porque tenías distintas maneras de pensar que tus padres, y no estabas de acuerdo con esas reglas que debías cumplir en casa. Cuando vives en otro lugar lejos de tus familiares, comienzas a amar tu independencia, esos momentos donde te encuentras en soledad, así como tus propias reglas, entre otras cosas.
Existirán momentos que te sientes en el sillón de tu sala y comenzarás a sentirte feliz, tranquila y orgullosa de todo lo que has logrado; amarás tu vida y privacidad.
5 Matrimonio más sólido
Tu esposo y tú saben que solo se tienen el uno al otro para salir adelante y enfrentar cualquier situación buena o mala que la vida les presente. Por tal razón, el amor en tu matrimonio será más sólido, fuerte y exitoso. Tendrán mayor compromiso, responsabilidad y lealtad de manera mutua para alcanzar sus metas y ser felices.
Quiero pensar que nadie está obligado a hacer algo que no quiere; por fortuna la mayoría tenemos la capacidad de elegir y tomar decisiones pensando en nuestra felicidad. Por tal razón, si tu mayor anhelo es vivir en otro país o lugar lejos de tus seres queridos, o tu pareja ha tenido la oportunidad de cambiar de residencia para lograr una mejor calidad de vida, aprende a aceptar y amar esas decisiones, ya que estoy segura que la vida con tu familia es el regalo más valioso que tienes.