Vivir un día a la vez aunque el tiempo te parezca poco
"Cinco minutos bastan para soñar toda una vida, así de relativo es el tiempo". Mario Benedetti
Erika Patricia Otero
Desde hace un tiempo percibo que a medida que cumplo años, mis días, meses y años son más cortos. Justo esta mañana hablaba de eso con mi mamá. Entonces comenzamos a recordar cómo duraban los años escolares. Ambas coincidimos en que los días eran larguísimos; además, el tiempo desde que se iniciaba un año escolar hasta las vacaciones de mitad de año se hacían eternos. Lo mismo pasaba con las temporadas de descanso; las vacaciones de verano y navidad eran largas y los días “alcanzaban” para hacer todo lo que queríamos.
Sin embargo, ahora las cosas son distintas. No importa qué tan temprano despertemos y comencemos con las responsabilidades. Es mirar el reloj y darnos cuenta que el día pasó y no alcanzó para hacer todo lo que debíamos.
Es tal vez por esa razón tratamos de hacer más de lo que podemos. Esto hace que llevemos nuestro cuerpo y armonía al extremo. Vivir de esa manera lo que hace es que empecemos a vivir en constante estado de ansiedad por lo que no se alcanzó a hacer.
Es cierto que no sabemos qué pueda pasar al día siguiente; sin embargo, si empezamos así, enfermaremos inevitablemente.
“El tiempo es la cosa más valiosa que podemos gastar”
Teofrasto fue quien pronunció la frase que uso de título; con franqueza, le hallo mucha razón.
Las mamás suelen decirnos: ¡Ya estás perdiendo tiempo!” cuando nos ven acostados viendo tele o mirando el móvil. Pueda que esto haga que nos enojemos, pero la realidad es que tienen razón.
No sé si viste la película “In Time” (El precio del mañana); si no, te invito a verla. La trama de la película se basa en que el tiempo es la moneda de ese “universo”. Solo las personas que son dueñas de siglos de vida, tienen acceso a lujos y comodidades. Por el contrario, los pobres viven un día a la vez y en condiciones precarias. Esta situación lleva al protagonista, Will Salas (Justin Timberlake) a tomar una decisión desesperada.
Si lo ponemos de esa manera, la verdad es que parece extremo. Sin embargo, si se piensa un poco hay muchas personas deseosas de vivir más tiempo porque se les hace poco el que tienen para experimentar todo lo que desean.
Sí, todos queremos tener más tiempo. Unos para trabajar más; otros quieren poder viajar y conocer nuevos lugares y tener más experiencias. Algunos otros quieren vivir más tiempo para estar con su familia. Cualquiera sea la fuente de motivación, la verdad es que nadie sabe cuándo va a morir, eso es lo que lleva a muchos a vivir contrarreloj.
Hallar un justo equilibrio
Como ninguno de nosotros sabe cuándo dejará de vivir, lo único que podemos hacer es organizarnos y “Vivir un día a la vez”. Es cuestión de saber administrar el tiempo.
Nada sacamos con apurarnos para hacer mil cosas antes del mediodía. El resultado de ese sobresfuerzo es que a mitad de la tarde vamos a estar tan casados que no querremos más que irnos a dormir.
Por fortuna, nuestras vidas no van en función del tiempo como en la película. Esto es bueno porque podemos gastar nuestro tiempo en lo que queremos; sin embargo, si deseamos sacar provecho, lo que se debe hacer es organizarnos.
Algo que también acaba con nuestra paz es mirar constantemente el reloj. Si cada que sientes que va a llegar la 1 pm y aun no terminas eso que tu jefe te pidió, vas a colapsar.
No es que no tengamos suficiente tiempo
Admitámoslo, si nos organizamos bien, el día va a alcanzar para hacer todo lo que debemos. Lo que le pasa es que solemos poner excusas, y a veces ni cuenta nos damos de eso.
Otra cosa que es importante es que eso que “no entra en la agenda” y se posterga, es que no entra en la lista de prioridades. No es que no tengamos tiempo, es que no nos interesa hacer eso que no se hizo.
Lo anterior aplica a cosas tan importantes como pasar tiempo con los hijos, la pareja, pagar las cuentas, ir a visitar a los padres. Sé que es horrible, pero hay que decirlo.
Entonces, si lo que deseas es que el día te alcance para llamar a tus padres o pagar las cuentas, pues ponlos en tu lista diaria como una prioridad; créeme, tu día te va a alcanzar hasta para una siesta.
También eres importante
Ahora bien, no te excluyas de esas prioridades. Las personas solemos dejar de lado nuestra salud con la excusa de que siempre hay algo o alguien más importante.
Recuerdo ahora el caso de una mujer mexicana que tenía un canal pequeño en youtube. Un día sorprendió a sus seguidores con la noticia de que tenía cáncer en un estado muy avanzado. Lo triste es que reconoció que ella tenía la culpa porque tenía años sintiéndose enferma; sin embargo, decidió anteponer los hijos a su salud. El resultado es que murió muy joven y dejó a niños muy pequeños solos y al cuidado de su esposo. Lo que no pensó ella es que por no ponerse de prioridad, sus hijos ahora no pueden contar con ella.
Nuestra salud y bienestar no es algo que deba dejarse de lado como algo que no importa. Ésta, junto al tiempo, son cosas a las que no les podemos poner un valor en papel moneda. Por esto, haz que tu salud y darte gusto tengan un lugar importante dentro de tus prioridades, solo organízate.
Solo me queda decir que de nada te sirve vivir en estado de tensión por afán a que tu día te alcance. Recuerda la vieja frase de los abuelos: “Del afán no queda más que el cansancio”.