Vuelve a ser niño esta Navidad
Si la Navidad te tiene aburrida, es tiempo de que la veas con diferentes ojos.
Denhi Chaney
Con el paso del tiempo, y ahora siendo madre de familia, he aprendido a apreciar la etapa de la niñez como un verdadero tesoro. Si lo pensamos bien, somos niños por un tiempo muy reducido de nuestra existencia, porque la mayor parte de los años los vivimos como adultos. Sin embargo, nuestra niñez tiene la capacidad de dejar una huella que nos afecta por el resto de nuestros días, ya sea buena o mala. Lo que sí, es que independientemente de la situación, todos los niños perciben de lo más sencillo algo mágico, son capaces de ver lo hermoso en la rutina y lo espectacular en lo mundano.
Muchos vemos la Navidad casi con cinismo: una excusa más para gastar dinero, o quizás un tiempo en el que el estrés es el único regalo que recibimos. Sin embargo, si hacemos el esfuerzo por percibir esta Navidad a través de los ojos de un niño, quizás nuestro cinismo se convierta en algo distinto, y por primera vez en mucho tiempo podamos disfrutarla y sentir el “espíritu navideño” que tantos anhelamos experimentar.
En ese sentido, te comparto tres sugerencias para que esta Navidad vuelvas a ser niño y que de nuevo sientas la magia de esta temporada:
1. Observa un árbol de Navidad
Si hay algo que los niños consideran mágico es observar un árbol de Navidad. ¿Cuántas veces has visto a un pequeño sentado frente al árbol, al que ve y ve casi sin parpadear? He visto a muchos niños haciendo eso, y me he llegado a preguntar si están viendo algo distinto a lo que yo veo, puesto que no tengo la misma reacción ni la sonrisa que ellos tienen. La diferencia es que yo sólo veo el árbol, y ellos en verdad lo observan: se toman su tiempo con cada luz, cada motivo decorativo, cada bolita que brilla, con la estrella en la punta, con los moños; en fin, se toman su tiempo en observar la delicadeza y la belleza de cada árbol de Navidad, porque para ellos el árbol es un objeto hermoso, digno de ser admirado.
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2. Disfruta el mensaje de la música
Muchos sabemos la letra de las canciones populares que escuchamos cada año, no las olvidamos; pero ¿nos hemos puesto a pensar en las palabras, en su significado, en la música y los instrumentos que la acompañan? Pues un niño es capaz de sentir la emoción de un villancico y hasta ponerse a bailar, o también ponerse a cantar con toda la emoción una canción acerca de Jesús como si él mismo la hubiera escrito o vivido.
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3. Ponte en contacto con tus emociones
Un niño no tiene miedo a demostrar cuando algo lo conmueve, y lo lleva hasta las lágrimas o cuando algo lo pone tan feliz, hasta brinca. De la misma forma, podemos dejar que nuestras emociones nos eduquen y nos ayuden a sentir magia cuando ponemos el árbol y lo decoramos, cuando comemos en familia, cuando cantamos y pensamos en el verdadero significado de la Navidad.
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Un niño no lo sabe todo, ni conoce todas las respuestas a las miles de preguntas que tenemos, pero lo que sí sabe es cómo ser feliz cada Navidad, cómo disfrutar, cómo sentir amor, cómo dar y cómo recibir también. Siempre será una buena idea aprender de los niños, en especial cuando esto nos ayuda a disfrutar y a ver con nuevos ojos una temporada tan especial como la Navidad.