6 razones por las que tu hijo logra dormir en la noche
Hay un número significativo de factores que pueden estar incidiendo para que tus hijos no peguen un ojo en toda la noche. Recuerda que un buen dormir significa un desarrollo saludable.
Marta Martínez Aguirre
Adela lleva tres noches que no pega un ojo, sus padres no entienden por qué no tiene energías para levantarse e ir al colegio. Cuando me contó el motivo de sus ojeras, juntas llamamos a sus padres para que les contara la verdad.
¿Puede una niña de seis años tener insomnio? La respuesta es sí. El insomnio infantil ocurre con más frecuencia de lo que imaginas. Hay un número significativo de factores que pueden estar incidiendo para que tus hijos no peguen un ojo en toda la noche. Algunos de los síntomas más comunes que te darán algunas pistas para saber si tu hijo no está durmiendo son: actitud negativa todo el día, irritabilidad, hiperactividad, agresividad, falta de memoria, poca concentración, tristeza y síntomas depresivos. Algunas causas del insomnio infantil son las siguientes:
1. Apnea de sueño
La misma se da cuando no respiran correctamente durante su sueño. Si observas que tu hijo está cansado por las mañanas aun cuando logró conciliar el sueño, esta puede ser una causa probable de insomnio infantil. Si sospechas que esto le podría estar pasando a tu hijo, consulta con su pediatra.
2. Estrés
Cada día aumenta el número de niños con estrés infantil, y los motivos que lo pueden estar desencadenando pueden ser variados: desde problemas familiares, pérdida de un ser querido –ya sea un familiar o una mascota–, sentirse presionados por el ritmo escolar, miedo a sacar malas notas, poco tiempo para recrearse. Cada niño reacciona de un modo diferente al estrés y uno de ellos es el insomnio.
3. Exceso de tecnología
La sobreexposición a los juegos de video, las largas jornadas frente al televisor, sumado a los alimentos chatarra, llenos de carbohidratos azucarados, son una combinación fatal que evita que tus hijos duerman bien. Tanta tecnología afecta la producción de la hormona melatonina, la que regula nuestros ciclos de sueño.En el Instituto Politécnico Rensselaer de Nueva York, llegaron a la conclusión de que “la prolongada exposición a este tipo de aparatos electrónicos, cuyas luces que emiten las pantallas provoca insomnio o interrupción del sueño durante la noche (sic)”. La luz, los sonidos y las imágenes son estímulos que tus hijos no pueden controlar adecuadamente, generando una sobreexcitación neuronal que produce un estado de vigilia y alerta. Por eso establece horarios y normas para estar en contacto con la tecnología.
4. Miedos infantiles
Los niños desde muy pequeños experimentan una serie de temores propios de las etapas evolutivas que atraviesan: desde miedo a que extraños entren en la casa y suceda algo, hasta los ruidos, la oscuridad del cuarto o los monstruos imaginarios. Con el desarrollo cognitivo estos miedos van cambiando dado que entre los 6 y los 11 años los niños comienzan a distinguir las representaciones internas de la realidad objetiva. Así los miedos en la etapa escolar comienzan a ser más realistas, como miedo a que a los padres les pase algo, sufran un accidente, al rechazo por parte de sus amigos, las peleas familiares, el fracaso escolar. Todos estos motivos generan suficiente ansiedad como para mantenerlos despiertos de noche. Por eso es necesario dialogar con tu hijo y analizar juntos a qué le teme, a fin de encontrar la forma de resolverlo.
5. Cambios en el hogar
Una mudanza, el desempleo de uno de los padres, el nacimiento de un hermano, un repentino divorcio, son algunos de los posibles cambios que generan mucha angustia y desasosiego. Los niños no siempre están preparados emocionalmente para enfrentar ciertas situaciones, ya que no poseen la madurez necesaria y no tienen las herramientas internas para sostener las situaciones que van a enfrentar y vivir. Cualquier cambio para el cual no se le prepara al niño es motivo suficiente para no pegar un ojo en toda la noche y ser un búho en el hogar.
6. Miedo a la muerte
Este es un miedo más habitual de lo que se cree. Los niños ante un familiar enfermo, un abuelo mayor, un hermanito que nace con dificultades, comienzan a realizar conjeturas sobre lo que puede ocurrir. Debido al bombardeo de noticias nefastas en los medios de comunicación, los niños comienzan a temer que algo suceda en el hogar. Por eso es aconsejable que les brindes a tus hijos toda la información que ellos puedan entender a su edad y personalidad, para evitar que el miedo a la pérdida les impida descansar adecuadamente y dormir sin preocupaciones.
El insomnio infantil es cada vez más frecuente pero por eso no debes naturalizarlo. Si tu hijo sufre de insomnio, pregúntate si alguno de estos motivos puede estar incidiendo y, si es así, ¡actúa! Recuerda que un buen dormir significa un desarrollo saludable.