Cómo fracasar en 10 sencillos pasos
No es fácil perseguir los sueños. Lo que sí es fácil es perder el camino. Aquí te decimos cómo asegurarte de nunca realizarlos.
Rafael Vázquez
He notado que quienes lamentan no haber realizado sus sueños, tienen la mayoría o todas las siguientes características. Si quieres unirte al club de los que no se han realizado en la vida, he aquí la fórmula:
1. Nunca abandonan a la masa
Cuando Homero Simpson era un joven pre universitario, le dijo a su padre que estaba enamorado de una chica hermosa. Su padre entonces lo reprendió diciéndole: “No sueñes alto, aspira al auto chocado, al trabajo mediocre”. La excelencia es un camino muy solitario. Si lo que te gusta es ser siempre parte de la masa, tener seguros a todos tus amigos y nunca ser visto como el extraño o el que no pertenece al grupo, entonces nunca sobresalgas, no busques la excelencia.
2. No son perseverantes
Las personas exitosas invierten demasiado tiempo en trabajar, disciplinarse, y hacer cosas cotidianas que parecen no conducir a ningún lado. Mi madre aguantaba dos horas diarias oyendo las mismas partituras que mi hermano estudiaba en el piano. Déjame explicarlo: la gente oía en el recital una vez la pieza interpretada bella y perfectamente, que mi madre escuchaba millones de veces horrible y atropellada, mientras la interpretaba mi hermano. Si así era con mi madre, que sólo escuchaba, ¿cómo habrá sido para mi hermano? Solo él sabe.
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3. No son humildes
Hace poco impartí dos cursos a alumnos del primer año en la universidad, y estaban tan felices de estar en esa escuela en particular, que creían que ya lo sabían todo. Alguien les había dicho que por el solo hecho de ser estudiantes de esa carrera, se habían ganado el derecho de ser tratados como colegas, y ellos tomaron esa muestra de respeto como una investidura académica no oficial. En otros casos, son personas a quienes lo que tienen, nunca les ha costado e incluso nunca lo han deseado. Si quieres alcanzar tus sueños, debes saber que no sabes nada.
4. No construyen relaciones personales sólidas
Y por lo tanto, también fallan al momento de hacer redes de trabajo (networking). Voy a confesarte algo: cuando el anterior jefe de contenidos de familias.com me buscó para escribir en la página, yo fui muy grosero con él y le dije que colaborar aquí no contribuía directamente con mis aspiraciones como escritor. ¡Vaya error de mi parte! Afortunadamente, dos meses después, lo busqué y le pregunté si la oferta seguía en pie. He aquí el recuento de lo que logré: un trabajo constante como escritor, una plataforma internacional para publicar y difundir mis ideas, un lugar en el que puedo dar un servicio de índole intelectual y ética y, por encima de todo, un amigo y colega.
5. Se defienden de los consejos en vez de tomarlos
La asesoría, retroalimentación, consejo y/o consulta puede ser muy irritante, frustrante y darte la sensación de persecución. Si crees que es demasiado molesto recibir consejo, recházalo. Te garantizo que no crecerás: lo he visto. Tengo una regla personal: “Agradece todos los cumplidos, pero desconfía de ellos. Odia la retroalimentación, pero confía plenamente en ella.”
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6. Son muy dispersos
Se distraen demasiado. Y eso, hoy, es mucho más fácil con las redes sociales. Tengo alumnos que pasan cinco horas frente a la computadora ¡sin poder escribir una página de un ensayo!
7. Culpan a todo de sus fallas
Nunca asumen su responsabilidad: no tenían suficiente dinero, no querían desafiar o molestar a sus padres / hermanos / cónyuge, los hijos demandan mucho del tiempo, y otras razones, cuando lo único que realmente cuenta es que uno ha sido quien ha tenido la decisión en la mano, más de una vez.
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8. No creen que sea posible
Cuando tomo un nuevo grupo de bachillerato (preparatoria o instituto o secundario), pongo a los estudiantes a trazar un proyecto de vida, para que se fijen un camino que los lleve a conseguir sus sueños. El semestre pasado, un chico se me acercó para decirme que no quería escribir nada, porque sentía que llegar a trabajar en la NASA sonaba a algo descabellado e imposible. No estoy seguro de haberlo convencido de lo contrario, a pesar de que le mostré el camino práctico que lo podría poner en la NASA antes de acabar su pregrado.
9. Evitan involucrarse
Y más ahora que están de moda las mediocres doctrinas de despojarse de todo apego emocional, la indiferencia es la mayor discapacidad de nuestra era. Si quieres cumplir tus sueños, debes amarlos y amar todo lo que te conduzca a ellos. No te despojes de ellos como de un calcetín viejo.
10. Creen que no se merecen lo que quieren
Hay una especie de comportamiento intuitivo: la gente solita suele alejarse de aquello que no merece. Lo pondré en estos términos: muchas personas andan por la vida consiguiendo todo lo que quieren, mientras tienen esa persistente voz que les recuerda que no lo merecen (a veces es cierto, pero otras no lo es). Hasta que los hace reventar y destruyen todo aquello por lo que lucharon.
El pasaje de un libro que algunas personas consideran sagrado, resume en palabras certeras y contundentes: “Porque el poder está en ellos (refiriéndose a todos los seres humanos) y en esto vienen a ser sus propios agentes, y si los hombres hacen lo bueno, de ninguna manera perderán su recompensa.”
