Cómo superar el reto de ser tú mismo
“Al fin y al cabo, somos lo que hacemos para cambiar lo que somos”. Eduardo Galeano.
Yordy Giraldo
Me ha pasado que en ocasiones pregunto una dirección y las personas, aunque no sepan, me dan indicaciones que lejos de ayudarme, me pierden aún más. Otras tantas veces he terminado enojada con contratistas, porque les pido tiempos de entrega y ellos dan fechas alegres que a primera instancia los hacen quedar bien, para luego quedarme mal.
Todo esto me ha llevado a tratar de encontrar una explicación. La que encuentro es que a las personas les cuesta mucho decir que no, admitir que no saben, o sentir que defraudan expectativas. Quizá en este punto pienses: “¡Qué lindas personas!”, pero en la vida real, cuando decimos o hacemos cosas solo para quedar bien, lo que al final sucede es que quedamos mal con otras personas y nos dañamos a nosotros mismos.
Quienes actúan solo para satisfacer a terceros a toda costa, solo consiguen dejar en claro carácter y convicciones débiles. A veces, ser nosotros mismos es lo más complicado y, sin embargo, lo más necesario cuando se trata de sentirnos a gusto en nuestra piel.
Ser auténticos, la meta que todos deberíamos tener
No pocos adultos y muchos jóvenes van por la vida imitando conductas dañinas. Tal vez se deba a una falta de identidad propia, por lo que optan por copiar la de otros, con la esperanza de que eso les dé una personalidad. Por ejemplo: en últimos días, en las redes sociales, se han hecho populares vídeos de lo que llaman “el reto Kylie”. Éste consiste en introducir la boca dentro de una botella, para que la succión les deje los labios gruesos, como los de la menor de una muy famosa familia de reality shows norteamericana.
El resultado son chicas a las que parece que les hubieran golpeado el rostro, y que en su afán de notoriedad, hasta lo presumen difundiendo las imágenes. Este es solo uno de tantos ejemplos que dan constancia del daño que implica no aceptarnos con nuestras virtudes, pero sobre todo, con nuestras limitantes.
Cómo ser tú y ser feliz con ello
Por eso, aquí comparto contigo algunas ideas que podrían ayudarte para ser quién eres, y disfrutarlo al máximo:
1. No trates de ser perfecto
En todo caso, trata de ser una buena persona. No lastimarte, ni lastimar a los demás es el mejor comienzo.
Sé el mejor padre imperfecto del mundo
2. Reconoce tus errores
Cometer errores es la manera más efectiva de desarrollar nuestras habilidades, aunque solo si no te das por vencido y reconoces que es normal no tener todas las respuestas.
3. Respeta lo que te hace diferente
De ser posible, incluso puedes usarlo para hacer de eso, tu sello personal. Si tú te amas, atraerás ese mismo sentimiento hacia ti, por parte de quienes te rodean. La confianza es un gran atractivo.
4. Ego y autoestima no es lo mismo
No los confundas. Tu ego va en el sentido de construir una imagen de lo que quieres que los demás piensen de ti. Tu autoestima, en cambio, es lo que tú piensas y amas de ti. Controla lo primero y refuerza lo segundo.
5. No bases tus decisiones en lo que crees que otros quieren
Primero que nada, procura estar convencido de lo que vas a hacer. Así, incluso si te equivocas, al menos tendrás la certidumbre de que hiciste lo que a tu juicio era lo correcto.
6. No temas ser tú
Eres lo que eres, y esa realidad ni tú ni nadie puede cambiarla. A veces nos limitamos por temor a que no nos acepten. No hacer daño debe ser nuestra primera regla y junto a esa, en el mismo nivel, atrevernos a ser lo que nuestra conciencia nos dicta.
Cuando negarte a ti misma te destruye a ti y a tu relación
7. Trátate con amor
Sé amable, comprensivo, cariñoso contigo mismo. Por lo general, somos nuestros peores críticos. No nos damos siquiera el beneficio de la duda, es imposible ser crueles con nosotros mismos y pretender estar a gusto con lo que somos.
8. Expresa lo que piensas
No seas ofensivo, sólo honesto. De esa manera, podrás hacer ambas cosas: hablar con la verdad y no ganarte enemigos en el proceso.
Como siempre, entre decir y hacer la distancia es kilométrica y en ocasiones insalvable. Sin embargo, si ya llegaste hasta este punto de la lectura, eso me hace pensar que sientes que no estás siendo realmente tú y que deseas un cambio. Y lo que es mejor: que estás dispuesto a intentar algo diferente. Un paso a la vez, un cambio a la vez, pero sobre todo la constancia es el secreto del éxito en cualquier empresa. En el proceso no olvides que “somos lo que hacemos para cambiar lo que somos”.