La cocina y su higiene: consejos para mejorar la salud de tu familia

No hay mejor inicio de un programa nutricional familiar, que la limpieza de la cocina. Aquí te cuento por qué y cómo hacerlo.

Adriana Acosta Bujan

La higiene, como hábito adquirido, es un motor poderoso para la salud. Lo mismo sucede con la cocina y la nutrición familiar. En la industria del turismo, existe toda una gama de estándares de limpieza a aplicar en cocinas a nivel industrial, a fin de evitar enfermedades y contaminaciones en los comensales y en el mismo personal que labora en estos lugares.

Recientemente aprendí estas reglas después de una visita a un restaurante de un hotel donde había trabajado mi esposo. Allí me señalaban las cosas que debía hacer el personal para evitar la contaminación de los alimentos antes de servirlos, y todo comienza en la cocina… al igual que sucede en nuestra casa.

Por nuestra cocina circulan a diario todo tipo de alimentos y bebidas; también personas que entran y salen, que vienen y van a la calle, al jardín, que juegan con el perro, el gato, que barren, que reparan cosas. También en la cocina se fríen, se hierven, se cortan alimentos y simplemente pensamos que con un trapo que pasemos, ya limpiamos nuestra cocina. Nada más erróneo. Por ello, a continuación te comparto estos consejos para mantener siempre una cocina libre de contaminación.

1. Limpia las superficies de la cocina

En una cocina normal, en el mismo lugar picamos pollo, verduras, quitamos tierra y descongelamos alimentos. Por ello, es importante contar con agentes antibacteriales, tanto para asear las manos, como para limpiar superficies. Para esto, podemos usar agentes limpiadores basados en cloro para eliminar perfectamente la mayoría de las bacterias y gérmenes. También es importante mantener limpios y secos el fregadero, el escurridor y los objetos de uso cotidiano en la cocina. Limpia y desinfecta el bote de basura y su alrededor.

2. Cambiar los implementos de limpieza

¿Desde cuándo limpias con el mismo trapo, ese que te regaló tu abuelita hace dos años? Sin importar lo que hagas, debes cambiar regularmente tus trapos de limpieza de cocina. Lo mismo debe hacerse con las esponjas, estropajos y fibras que utilices para limpiar trastes y utensilios, ya que albergan un sin número de contaminantes (gérmenes y bacterias). De un tiempo a la fecha es muy común encontrar las toallas de papel reciclado como una gran opción de limpieza, en sustitución de los trapos de cocina.

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3. Mantener seco todo en tu cocina

La humedad es el peor enemigo de la limpieza de la cocina. Por ello, es importante mantener todo seco y sin humedad. Una vez que se laven los platos, hay que secarlos; una vez que se utilice el fregadero, hay que secarlo también. Seca las superficies de tu cocina donde hayas limpiado verduras, frutas, etcétera. Mantén tu cocina seca y evitarás la proliferación de hongos y sarro.

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4. Lava tus manos constantemente

La primera fuente de contaminación de cualquier cocina, son las manos de quien ahí está. Después de todo, constantemente tocamos monedas, llaves, control remoto, perillas de puertas, computadora, manijas, billetes, ¡y todo tiene bacterias y gérmenes que llevamos a los alimentos! Ten siempre a la mano jabón, cepillo de manos y un gel antibacteriales para lavar tus manos y no contaminar nada en tu cocina.

Ahora sí, una vez que sabemos que la limpieza está presente, podemos preparar higiénicos y nutritivos platos para nuestra familia. Finalmente, la nutrición de nuestra familia es lo más importante y todo comienza con la limpieza de nuestra cocina. ¿A poco no?

Relacionado con el tema, te invito a leer: Consejos para una cocinar rápido y saludable

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Adriana Acosta Bujan

Adriana Acosta estudió comunicación, es madre y abuela, y actualmente se dedica a la enseñanza e investigación a nivel universitario en Puerto Vallarta. Publica sus escritos esperando que ayuden a las personas que leen sus útiles vivencias.