Lo acepto: me casé con un bueno para nada

Nunca tiene empleo, no produce ningún bien a la familia, no ayuda y sí genera gastos y consumo. ¿Qué hacer cuando tu esposo no colabora en el hogar de ninguna manera?

Emma E. Sánchez

Paty se enamoró de Jaime perdidamente. Él era simplemente perfecto: amoroso, sencillo, con tiempo para ella. Jaime era un soñador con muchas esperanzas, ánimo y buena voluntad. Se casaron con la idea de, una vez juntos, trabajar, establecerse y cumplir todos sus sueños y ambiciones. ¡Juntos construirían su mundo ideal!

Pero el tiempo pasó y algunos sueños se fueron quedando en el pasado. Al principio Paty fue muy comprensiva con Jaime. Cada vez que él salía a buscar empleo, ella le recordaba lo mucho que lo amaba y todo lo que confiaba en que tendría éxito. Si él regresaba agotado, ella lo reconfortaba. Luego, cuando él conseguía empleo, al poco tiempo era despedido —una y otra vez— por una u otra razón. Ella comenzó a notar que él realmente no ponía de su parte, inventaba excusas y pretextos, negocios que nunca funcionaban y mil razones para no colaborar en casa.

La familia de Paty, al principio con discreción, le hacía ver que a su esposo no le gustaba trabajar; ella lo justificaba una y otra vez y hasta llegaron a tener problemas por inmiscuirse en su matrimonio. Pero finalmente su propia conciencia le hizo ver con claridad el problema: ella se casó con alguien que no estaba dispuesto a salir adelante y sí a que le mantuvieran sin dar nada a cambio. ¿Te suena familiar esta historia? ¿Qué hacer en estos casos?

1. Enfrentar la situación

Este es el primer y más difícil paso a dar, pues hay que hablar las cosas de frente y sin miramientos. Busca el mejor momento para hablar con tu esposo a solas y con calma. Busca usar un tono de voz claro y firme; respira, que no te gane el sentimiento. Anota las excusas y los pretextos, busca que la comunicación sea muy honesta y clara porque de esto dependerán los acuerdos que se tomen y las metas que se deberán cumplir.

Algunas mujeres aceptan vivir de maneras con las que no están de acuerdo, solo por no tener el valor de hablar y decir las cosas que no les parecen. Recuerda: no puedes ni debes sentir miedo, nadie puede amenazarte u obligarte a hacer algo que tú no desees.

Advertisement

Relee: 10 tipos de hombre con quienes nunca deberías casarte.

2. Hacer ajustes o cambios

Hay tantas parejas en el mundo, como formas de organizarse. Si a ustedes les funciona y están de acuerdo ambos, es correcta. La sociedad nos dice cómo hacer o cómo vivir, de ello tomamos lo mejor y lo aplicamos a nuestra propia vida. La clave es que tú y tu esposo se sientan cómodos con lo que juntos hacen y que uno no sea la carga del otro.

Existen familias donde la mujer es proveedora y el hombre se queda en casa para asear, preparar alimentos y criar a los hijos. Tal vez no sea lo común, pero si les funciona y son felices, no hay mucho más que decir. El problema es cuando uno de los dos siente que toda la responsabilidad solamente recae en él, pues genera insatisfacción y mucha frustración, dando por consecuencia que la familia se desintegre. Haz los cambios que se requieran para que tu familia sea feliz.

3. Delegar responsabilidades

No tienes que ser tú la única que lleve todo el peso y la responsabilidad, aprende a delegar, y esto incluye esposo e hijos. Cada persona puede contribuir a la estabilidad y economía según sus posibilidades, a veces solo es cuestión de ser claro, firme y decidido en la organización del hogar. Se dice que para que exista un abusivo, debe existir alguien que lo permita. Si quien no trabaja tiene la vida resuelta, ¿para qué va a trabajar? Hay que ser muy cuidadoso en revisar si tú misma no estás fomentando que tu pareja no colabore en el hogar.

Relee: Lo tuyo, lo mío y lo nuestro.

Advertisement

4. ¿El divorcio es una opción?

Sinceramente, no lo creo. Especialmente cuando es más lo que vas a perder que ganar. La mayoría de los matrimonios que ha pasado por este tipo de experiencias tan pronto “ponen las cartas sobre la mesa” comienzan a arreglar sus situaciones y progresan. Cuando la pareja no es capaz de ponerse de acuerdo es conveniente buscar ayuda profesional o guía y apoyo de especialistas, líderes religiosos y familiares.

Relee: Un divorciado te dice por qué decir no al divorcio.

¿Es complicado salir delante de esta problemática? Un poco, pero nada que no se pueda lograr. De hecho, una vez que pasen el trago amargo, se encontrarán así mismos como una pareja más fuerte y madura. Vale mucho el esfuerzo.

Toma un momento para compartir ...

Emma E. Sánchez

Pedagoga y Terapista familiar y de pareja. Casada y madre de tres hijas adultas. Enamorada de la Educación y la Literatura. Escribir sobre los temas familiares para ayudar a otros es mi mejor experiencia de vida.