¿Lo tuyo es mío, lo mío es mío, o cómo le hacemos?
No sólo de amor se vive, así que aprende a llevar las finanzas en pareja y evita problemas en tu matrimonio.
Lizette Morante
Mi abuela suele decir que cuando la falta de dinero entra por la puerta, el amor sale por la ventana. No sé si el dicho parezca superficial, pero sé que tiene mucho de verdad. Esto se debe a que cuando decidesvivir en pareja, no puedes solo enfocarte en el plano afectivo dejando de lado la parte financiera, pues muchas veces eso traerá problemas al matrimonio. No porque éste se base en las cosas materiales, sino porque tener estabilidad en este aspecto le da tranquilidad a tu día a día.
Por lo mismo, es necesario que antes de dar ese paso tan importante, hables claro con tu pareja y determines la manera en que se llevarán las finanzas en la nueva familia. Es especialmente importante si ambos trabajan, pues el dinero que solía ser para uno solo, de pronto te deberás compartirlo.
Es fundamental que antes de dividir los gastos, hagan juntos unpresupuesto familiar que incluya los gastos fijos al mes, como vivienda, alimentos, servicios para el hogar, gasolina o transporte y agregar gastos extra, pero que no dejan de ser importantes como el entretenimiento, ahorro y un fondo para emergencias. Una vez que sabes a cuánto ascienden los ingresos y gastos, opta por alguno de los modelos de finanzas compartidas que te presento a continuación:
Todo a mitades
Aplica sobre todo para parejas con ingresos similares, ya que las aportaciones serán equitativas. La idea es que cada quien pague la mitad de los gastos; es decir, 50% de la renta o hipoteca y la mitad de gastos por servicios (agua, luz, gas, Internet), alimentos, ropa y entretenimiento. De igual forma, se aporta la misma cantidad para ahorro y para el fondo de emergencia.
Mismo porcentaje
Si tienen sueldos dispares, pueden establecer el porcentaje que ambos darán para los gastos de la casa, ya sea 40%, 50%, 60% o la cantidad con la que alcancen a cubrir todos los gastos. Así, ambos estarán aportando una misma cantidad pero en proporción a sus salarios, por lo que tendrán cierta cantidad de sobra para sus gastos personales.
Todo para todos
Esta variante para muchos representa un verdadero trabajo en equipo y tiene la gran ventaja de que fortalece la confianza y los lazos de pareja. La idea es aportar el sueldo íntegro a una misma cuenta y a partir de ese fondo común, repartir el dinero para todos los gastos. Eso sí, es importante que cuando alguno quiera comprar algo que se sale del presupuesto, lo hablen claramente para llegar a un acuerdo.
Lo tuyo es tuyo y lo mío es mío
Un esquema que he visto aplicado en algunas parejas es que cada quien se haga cargo de sus gastos. Es decir, el pago de la renta o hipoteca se divide a la mitad, ya que ambos viven ahí y lo demás se hace según el consumo. Cada quien paga sus alimentos o despensa, sus servicios, ropa, entretenimiento y ahorra lo que decide. Aunque es un enfoque práctico, lo cierto es que quita el sentido a la idea de un presupuesto en pareja, sin embargo, para algunos puede funcionar.
Gastos específicos
En esta variante, entre los dos deciden qué gastos cubrirá cada quien. Por ejemplo, si alguien hace el pago de la casa, la otra parte se encarga del gasto de alimentos o servicios. En cuanto a entretenimiento, cada quien paga por lo que quiere hacer: si tú quieres ir a una obra de teatro, tú pagas el boleto de ambos. Si tu esposo quiere ir a un concierto, será él quien te invitará. La elección de los gastos que cada quien cubrirá se puede hacer dependiendo de los ingresos de cada uno.
Recuerda que cada pareja funciona distinto en todos los aspectos, y el financiero no es la excepción. Por ello, quizá lo que funcione para tus amigos o vecinos no sea lo mejor para tu matrimonio. Eso sí, no olvides hablar del tema financiero de manera abierta, ya que esto les evitará como pareja muchos problemas a futuro.