Los beneficios de escribir un diario personal
¿Sabías que escribir acerca de ti, de las cosas que te suceden, de cómo te sientes y de lo que piensas, puede llegar a ser una gran terapia?
Emma E. Sánchez
Comencé a escribir sobre mi vida cuando cursaba el quinto año de primaria y por sugerencia de mi maestra. En aquel entonces, mis padres regresaban a vivir juntos tras algún tiempo muy caótico de estar separados, en un intento más de ellos por mantener unida a la familia y no divorciarse. Imagino que mi maestra, que conocía mi problemática y buscaba ayudarme, tuvo la gran idea de animarme a escribir lo que me pasaba: “Escribe todo lo que quisieras decir, cómo te sientes y lo que piensas, luego, ¡rómpelo! La obedecí en todas las recomendaciones que me hizo, excepto en una: romper mis escritos.
El consejo de mi maestra se convirtió más adelante en el hábito de escribir un diario personal, lo cual me ayudó a sobrellevar los problemas de casa, la adolescencia y la juventud, a desarrollar un talento y a descubrir una manera de ayudarme a mí misma e inspirar a otros.
Sobrellevar los problemas
Sin importar la etapa de la vida en la que te encuentres, siempre hay situaciones complejas o tristes por las que debemos pasar. Escribir puede ser para ti la oportunidad de reflexionar, desahogarte y expresar tus más íntimos sentimientos. Hoy en día puedes escribir en tu computadora y tener tus archivos a salvo, o si eres de “la vieja escuela” un cuadernito te acompañará cuando más lo necesites. No es necesario iniciar con la trillada frase: “Querido Diario” o cosas así, sólo escribe lo que tú quieras.
La invitación es a sentirte mejor, pues al decir o “sacar” las cosas que te atormentan, comenzarán a ser más llevaderas. Tal vez a ti sí te funcione el consejo de mi maestra y romper lo que hayas escrito te libere y tranquilice.
Ver tu vida en retrospectiva
La ventaja de guardar tus escritos es que podrás ir al pasado todas las veces que quieras para revisarlo. Aquí te voy a hacer una pequeña recomendación, tú eliges si la sigues o no: describir con lujo de detalles los errores que cometemos, puede llegar a ser contraproducente en un proceso de sanación y/o arrepentimiento, ya que revivir los pormenores de dicha situación podría hacernos sentir deprimidos en vez de ayudarnos a salir. Escribe lo que sucedió y el cómo te sientes, piensa en un lector imaginario y en cómo lo que tú estás padeciendo puede ayudarle a evitar algo así o sobrepasarlo, eso te ayudará mucho más de lo que imaginas.
Entenderte
En mi caso, cuando reviso mis viejas libretas termino muerta de risa al ver lo mucho que me preocupaba por cosas que no eran tan importantes o por situaciones en las que pensaba que era el fin del mundo, mismas que pronto pasaron y seguí adelante, mientras que otras me marcaron definitivamente. Leer sobre mí, sobre las cosas que he vivido y cómo las experimenté, me ayuda a entenderme mejor, así como a ser más tolerante y paciente conmigo misma.
Cuando leas tu diario, quizás quieras desaparecer algunas páginas que escribiste, si así lo sientes, ¡hazlo! Elimina lo que te lastima y aquello que ya no quieras en tu vida, pero haz el proceso completo: rompe la hoja cuando el perdón y el arrepentimiento te digan que tú ya no eres la persona que hizo o dijo eso, que hoy eres más fuerte que lo que esa página afirmaba y entonces ¡elimínala con una gran sonrisa!
Inspirar y animar a otros
Mis viejos diarios los cerré y sellé, quedaron guardados durante muchos, muchos años. Recientemente, una de mis hijas me platicó de un problema que no la dejaba en paz, estaba muy triste y angustiada así que le dije que le entendía, que yo sabía de lo que estaba hablando. No me creyó y dijo: “Tú no pudiste cometer este error, ¡es demasiado grave!” Fue entonces que me dirigí en busca de uno de mis diarios, donde sabía estaba escrita la misma experiencia, y leí en voz alta lo que yo había escrito casi a su misma edad y con sus mismas palabras. Lloramos juntas y conforme mi lectura avanzaba, el problema se había solucionado y otras cosas llamaban su atención; en cuestión de unas cuantas páginas, todo era mucho mejor. Mi hija pudo comprender que lo suyo tenía solución, que pasaría y que sí hay luz al final de las pruebas en la vida. Esta experiencia me animó a escribir esto para ti, pues tengo la seguridad que tus experiencias animarán e inspirarán a muchos si tú así lo deseas.
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